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Valdés adelanta detalles del Presupuesto 2017: limitará la inversión pública para aumentar gasto en salud y educación Ministro de Hacienda dio entrevista a Bloomberg

Valdés adelanta detalles del Presupuesto 2017: limitará la inversión pública para aumentar gasto en salud y educación

El gasto fiscal total aumentará respecto del año pasado y no necesariamente se reducirá la inversión, pero algunos proyectos se reasignarán y otros no se iniciarán, dice el ministro. El Gobierno tiene que limitar el gasto para cumplir con su objetivo de reducir el déficit estructural un 0,25 por ciento anual del PIB para alcanzar un equilibrio para 2020 y calmar a las clasificadoras de riesgo. Valdés hace hincapié que las instituciones de Chile, sus regulaciones y los indicadores macroeconómicos son sólidos y hay motivos para ser optimistas.


El presupuesto 2017 de Chile limitará los proyectos de inversión pública en tanto el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet incrementa los fondos destinados a salud y a la reforma educativa, dijo el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés.

El gasto fiscal total aumentará respecto del año pasado y no necesariamente se reducirá la inversión, pero algunos proyectos se reasignarán y otros no se iniciarán, dijo el martes Valdés en una entrevista en su oficina en Santiago. El Gobierno instrumentó políticas expansivas de inversión en 2014, 2015 y 2016, pero tiene que limitar el gasto para cumplir con su objetivo de reducir el llamado déficit estructural un 0,25 por ciento anual del producto interno bruto a los efectos de alcanzar un equilibrio para 2020.

“Habrá cierta normalización de las políticas de inversión, de modo que haya margen para otros gastos”, dijo Valdés. “Los mayores aumentos serán en educación y salud, pero también hay gastos importantes en seguridad”.

La caída de los precios del cobre afecta los ingresos gubernamentales. Valdés anunció recortes del gasto en marzo, pero la brecha presupuestaria se amplió conforme cedían los efectos de un gravamen extraordinario a los ahorros repatriados. Chile vive un tercer año de crecimiento económico bajo y experimentó la primera contracción en seis años en el segundo trimestre, cuando el PIB se contrajo 0,4 por ciento respecto de los tres meses anteriores. El banco central rebajó en septiembre su pronóstico de crecimiento para 2017 a entre 1,75 y 2,75 por ciento, mientras que la estimación de junio era de entre 2 y 3 por ciento.

“Toda regla fiscal es perfectible, pero la nuestra es una buena combinación de flexibilidad y disciplina”, dijo Valdés. “Nuestra política de atenernos de manera estricta a la regla fiscal es coherente con la calificación crediticia que tenemos”.

Chile tiene la cuarta mejor nota posible de Moody’s Investors Service y S&P Global Ratings, lo cual pone al país a la par de China y Taiwan y un nivel por debajo de Francia.

Pronóstico optimista

El gasto fiscal creció 2,7 por ciento durante el segundo trimestre, lo que contribuyó a compensar la caída de 0,4 por ciento del gasto de los hogares. El Gobierno no recortará el gasto fiscal y espera que la inversión privada aumente e impulse el crecimiento en los próximos trimestres.

“El ajuste de la inversión relacionada con la minería ha sido más profundo de que habría podido estimarse, y aún no ha tocado fondo”, dijo Valdés. “Pero lo hará en algún momento, y eso dejará de afectar la inversión total”.

Las instituciones de Chile, sus regulaciones y los indicadores macroeconómicos son sólidos y hay motivos para ser optimistas, dijo Valdés. Pero incluso si la recuperación está cerca, el PIB potencial se ha desacelerado. Un síntoma es el desempleo de 7,1 por ciento en julio, el mayor en cinco años pero menor que el promedio de 8,1 por ciento de los últimos 30 años.

“Es ambivalente: el bajo desempleo siempre indica que las brechas de capacidad de la economía no son tan grandes, pero por otro lado el PIB potencial crece con más lentitud”, dijo Valdés. “¿Qué es preferible, un desempleo y un PIB potencial elevados o lo contrario?” Es complejo decidir”.

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