Las acciones cayeron 0,7 por ciento el miércoles, lo que llevó la declinación de tres días a un total de 10 por ciento, la mayor cantidad desde mayo de 2012, luego de alcanzar un alto nivel récord el viernes pasado. El martes bajaron 8 por ciento. Las declinaciones llevaron las valuaciones a cerca del nivel más barato en ocho meses. Las acciones treparon 1,4 por ciento al cierre del jueves, luego de subir 3 por ciento horas antes.
La debacle que llevó a Samsung Electronics Co. a la mayor caída bursátil de tres días desde 2012 no asusta a TT International (HK) Ltd. ni a Skagen AS y no las aleja de la compañía más grande de Corea del Sur.
“Samsung ofrece un valor excepcional. Hemos reforzado nuestra posición”, dijo Duncan Robertson, un administrador de cartera de TT International, cuyo Asia Pacific Equity Fund superó al 90 por ciento de sus pares durante los últimos 12 meses con un retorno anual de 21 por ciento. “El problema de las baterías sólo puede ser una amenaza a largo plazo si la compañía no toma las medidas adecuadas para restaurar su marca. Confiamos en que hasta ahora se han tomado las medidas correctas”.
Los inversores extranjeros desafían la mayor volatilidad bursátil en cinco años luego de que una caída de tres días eliminara unos US$23.000 millones del valor de mercado de Samsung, más que la magnitud del mercado bursátil de Sri Lanka. Los problemas de la compañía, cuyas acciones tienen una participación de 17 por ciento en el índice de referencia Kospi, surgen en un mercado coreano que está en situación de fragilidad. Los fondos extranjeros han retirado esta semana más de US$800 millones de las acciones del país, en tanto las perspectivas de costos crediticios más altos en los Estados Unidos afectan a los mercados emergentes.
La mayor compañía fabricante de teléfonos del mundo dijo que suspenderá la producción de sus problemáticos teléfonos inteligentes Galaxy Note 7, con lo que toma la drástica medida de hacer desaparecer un aparato en el marco de una de las peores crisis de su historia. Ya había retirado el Note 7 del mercado en una ocasión el mes pasado luego de la explosión de algunos de los primeros modelos, y la última medida se toma luego de que clientes informaran que también los teléfonos de reemplazo se quemaban.
“Samsung saldrá de esto relativamente ilesa. Cualquier impacto sería temporario”, dijo por teléfono Kar Tzen Chow, administrador de fondos en Kuala Lumpur de Affin Hwang Asset Management Bhd., que gestiona unos US$7.600 millones. “Sobrevivirá a este episodio y seguirá adelante”. Agregó que observa la actual debilidad del precio con el objetivo de comprar más acciones.
Las acciones cayeron 0,7 por ciento el miércoles, lo que llevó la declinación de tres días a un total de 10 por ciento, la mayor cantidad desde mayo de 2012, luego de alcanzar un alto nivel récord el viernes pasado. El martes bajaron 8 por ciento. Las declinaciones llevaron las valuaciones a cerca del nivel más barato en ocho meses. Las acciones treparon 1,4 por ciento al cierre del jueves, luego de subir 3 por ciento horas antes.
“La reciente caída del precio de las acciones ofrece un punto de entrada interesante, una oportunidad de compra para los inversores a largo plazo”, dijo Knut Gezelius, un administrador de fondos de la noruega Skagen. “Pensamos que lo más probable es que el problema de batería de Samsung sea algo a corto plazo, con un impacto limitado en el valor de la compañía”.
No todos son tan optimistas. La incertidumbre respecto de la confiabilidad y la reputación de la marca en un contexto de creciente competencia sería un gran desafío, según Samir Mehta, un administrador de fondos en Singapur de JO Hambro Capital Management. Las acciones aún no están lo suficientemente baratas para comprar, agregó.
