La amenaza del presidente electo Donald Trump de tomar represalias contra las compañías que trasladen puestos de trabajo fuera de Estados Unidos ya está causando los efectos que probablemente deseaba: algunos directivos empresariales están interrumpiendo sus planes de buscar direcciones en el extranjero.
La amenaza del presidente electo Donald Trump de tomar represalias contra las compañías que trasladen puestos de trabajo fuera de Estados Unidos ya está causando los efectos que probablemente deseaba: algunos directivos empresariales están interrumpiendo sus planes de buscar direcciones en el extranjero.
Ross Baldwin, cuya firma con sede en San Diego, Tacna, ayuda a empresas estadounidenses a establecer operaciones de manufactura en México, dijo que tres nuevos clientes suspendieron sus planes hasta ver el desempeño de Trump como presidente.
En McAllen Economic Development Corp., que asesora a empresas para expandirse a través de la frontera mexicana desde la ciudad de Texas, dos de cinco compañías actualmente están considerando frenar sus planes debido a la promesa de Trump, dijo Keith Partridge, máximo responsable ejecutivo de la corporación de desarrollo.
El mensaje en Twitter de Trump, que asegura que las compañías que trasladen puestos de trabajo fuera de Estados Unidos enfrentarán “consecuencias” bajo su administración, generó un riesgo político nuevo y difícil de determinar para las empresas que consideran deslocalizarse para abaratar costos. El fervor del presidente entrante por la causa fue enfatizado en su convocatoria del 1º de diciembre para celebrar un acuerdo que logró con la unidad Carrier de United Technologies Corp. para mantener cerca de 800 empleos en la fábrica de Indianápolis en vez de trasladarlos a México.
“Lo que hicieron en Indiana puso de manifiesto para cada miembro de las juntas directivas de Estados Unidos que existe un peligro claro y presente en la externalización”, dijo Jim Courtovich, socio director de la firma de Washington especializada en asuntos públicos Sphere Consulting, quien agregó que ya conocía la preocupación de algunos ejecutivos empresariales.
GN Store Nord A/S analizó la posibilidad de trasladar parte del trabajo de su producción de prótesis auditivas desde Minnesota a México a principios de este año, pero congeló el plan frente a la retórica de la campaña de Estados Unidos, dijo una persona cercana al tema. GN pretende estudiar incentivos para mantener la producción en Minnesota y averiguar si existirán sanciones por reubicar puestos de trabajo en otros países, dijo otra persona. Ambas fuentes solicitaron no ser identificadas porque las discusiones son privadas.
GN no hace comentarios sobre deliberaciones internas y “no ha establecido ningún plan” para desplazar su producción de Minnesota, dijo Anders Hedegaard, máximo responsable ejecutivo de GN Hearing, en un comunicado enviado por correo electrónico. “Recientemente consolidamos nuestra producción de Estados Unidos en Minneapolis, donde hemos invertido e incrementado el personal considerablemente. Estamos muy satisfechos con la ubicación”.
Importantes legisladores republicanos han indicado que se opondrán a un arancel de 35 por ciento que Trump propuso para las compañías que trasladen empleos fuera de Estados Unidos y luego exporten los productos de vuelta al país. Pero como mandatario, Trump tendrá muchas otras palancas de poder, principalmente, el púlpito presidencial.
Algunas compañías siguen trasladando puestos de trabajo. Rexnord Corp. planea desplazar cerca de 300 empleos de manufactura a México desde una planta de rodamientos ubicada apenas a un kilómetro y medio de la planta de Carrier que visitó Trump. El presidente electo atacó a Rexnord en Twitter por el “más bien, cruento despido” de trabajadores estadounidenses. Rexnord no respondió las solicitudes de comentarios sobre la publicación de Twitter y sus planes para la planta de Indiana.
