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La posverdad de Nicolás Ibáñez: la dictadura fue un periodo «presuntamente oscuro»

La posverdad de Nicolás Ibáñez: la dictadura fue un periodo «presuntamente oscuro»

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Este domingo, en una carta a El Mercurio, el empresario recomendó la lectura de los primeros dos tomos de Historia de Chile 1960-2010: “Democracia, esperanzas y frustraciones. Chile a mediados del siglo XX” y “El preludio de las revoluciones. El gobierno de Jorge Alessandri (1958-1964)”. Se trata de una iniciativa colectiva de siete historiadores y del Centro de Extensión y Estudios de la Universidad San Sebastián. Según Ibáñez, estos dos libros son un «notable esfuerzo» por dar una perspectiva «más equilibrada, que contrasta con la ‘versión oficial’ que se ha impuesto» sobre la historia contemporánea de Chile.


Muy activo en el mundo de las ideas y la política está Nicolás Ibáñez.

Entre amenazar que podría irse de Chile si no cambiaba el escenario y reconocer al SII que habían pagado US$60 millones menos en impuestos al fisco, por venta a Walmart, de lo que deberían haber pagado cuando se cerró el negocio, Ibáñez ha encontrado tiempo para financiar la Fundación para el Progreso y ser el mecenas de Axel Kaiser, el abogado e ideólogo favorito de la derecha ultraneoliberal, quien ha dicho que “la defensa a la Constitución de Pinochet es la máxima prioridad de todo líder político, intelectual y empresarial chileno que aspira, por su propio bien, el de sus hijos y el de sus compatriotas, a proyectar hacia el futuro el éxito de las pasadas décadas”.

A todas esas actividades ahora Ibáñez suma la de historiador amateur y crítico literario.

Este domingo, en una carta a El Mercurio, el empresario recomendó la lectura de los primeros dos tomos de Historia de Chile 1960-2010: “Democracia, esperanzas y frustraciones. Chile a mediados del siglo XX” y “El preludio de las revoluciones. El gobierno de Jorge Alessandri (1958-1964)”. Se trata de una iniciativa colectiva de siete historiadores y del Centro de Extensión y Estudios de la Universidad San Sebastián.

Según Ibáñez, estos dos libros son un «notable esfuerzo» por dar una perspectiva «más equilibrada, que contrasta con la ‘versión oficial’ que se ha impuesto» sobre la historia contemporánea de Chile.

Y hace una no muy velada crítica a esa «versión oficial», por afirmar que «nuestra historia contemporánea se habría iniciado con la ‘recuperación de la democracia’ el año 1990», y describe al periodo postgolpe militar como uno «presuntamente oscuro».

O sea, para Ibáñez, la dictadura aún es algo discutible. Si fue buena o mala, todavía no estaría zanjado, según el empresario.

Destaca que los dos tomos permiten apreciar «de manera más comprensiva el deterioro paulatino de la democracia y del Estado de Derecho, y los afanes totalitarios y violentistas de sectores que llegaron al poder previo a 1973». Asimismo, describe al periodo de la dictadura como el de la «formación de un nuevo orden social e institucional, basado en los ideales de una sociedad libre y responsable, lo que implicó una significativa ampliación del marco de decisión de los ciudadanos, el desarrollo de una pujante economía de mercado y el establecimiento de un régimen político democrático durante la última parte del siglo XX y comienzos del XXI, lo que ha colocado a Chile, como nunca antes en su historia, en una posición expectante entre las naciones de la región».

Ibáñez cierra la carta diciendo que confía «en que será lectura obligatoria para todos quienes aspiran a contribuir a un Chile mejor, especialmente para quienes pretenden participar en la contienda electoral que se avecina».

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