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Electricidad: tus errores de invierno, los pagas en verano Opinión

Electricidad: tus errores de invierno, los pagas en verano

Daniel Waintrub
Por : Daniel Waintrub Gerente de Innovación WENU.
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Es muy importante generar conciencia sobre el impacto de la energía tanto en el medio ambiente como en el bolsillo de los dueños de casa y empresas. Esto, principalmente en el caso de las organizaciones, oficinas, empresas productivas y en todo lo que esté relacionado al trabajo, ya que ellas usan otro tipo de tarifas, distintas a los hogares, que incluyen partidas que tienen que ver con la potencia. Entonces la lógica detrás de este cobro es castigarte por tus peaks de potencia más altos.


Distintas formas de tarificación, cobros sobre los peaks más altos, promedios de consumo en verano, o castigos sobre el comportamiento de un mes en particular, son solo algunas de las variables que muchos desconocemos y que afectan directamente en la cuenta de electricidad de fin de mes.

Quizás muchos no lo saben, pero así como en las decisiones de consumo habituales, en donde es posible cotizar y ver cuál opción es la mejor en función al precio, utilidad y eficiencia, con la electricidad se puede hacer exactamente lo mismo. Existen cuatro tipos de cobros principales, que regulan las formas en que la energía es cobrada en función a su uso.

A/Bt-1, A/Bt-2, A/Bt-3 y A/Bt-4 (4.1, 4.2 y 4.3) son las distintas modalidades de tarificación y que las distribuidoras escogen para realizar el cobro a final de mes. Sin embargo, cada persona es libre de elegir la que más convenga a su hogar u organización. Es necesario tener conocimiento sobre qué se nos está cobrando y tener un comportamiento consciente sobre el uso de la electricidad.

Las distribuidoras, es decir, las empresas que toman la energía generada y la comercializan por todo el país, cobran de distinta manera, dependiendo del tipo de cliente que seas. Existen distintas tarifas y cada cliente escoge cuál quiere usar. El problema es que muy poca gente sabe, en las casas y en las empresas, cómo es el cobro de cada una de estas.

Un ejemplo es lo que ocurre con la tarificación Bt-1, la más común en los hogares. Esta cobra solo por la energía usada y en invierno la distribuidora, dado un cálculo basado en tu consumo de verano, te impone un límite y si este es superado, comienzan a cobrar desde ese límite para adelante, un 30% más por cada kWh. Esto es algo que la mayoría de los usuarios no sabe, ya que no conocen qué tan lejos o cerca están de sobrepasar ese límite.

Es muy importante generar conciencia sobre el impacto de la energía tanto en el medio ambiente como en el bolsillo de los dueños de casa y empresas. Esto, principalmente en el caso de las organizaciones, oficinas, empresas productivas y en todo lo que esté relacionado al trabajo, ya que ellas usan otro tipo de tarifas, distintas a los hogares, que incluyen partidas que tienen que ver con la potencia. Entonces la lógica detrás de este cobro es castigarte por tus peaks de potencia más altos.

Las distribuidoras, dependiendo de las tarifas, tienen distintas fórmulas para calcular, sobre la base de la demanda por potencia, cuánto cobrará. Lo que mucha gente desconoce es que, dependiendo de la tarifa, el comportamiento de un mes en particular, afectará el gasto futuro en varios meses.

La tarifa A/Bt-4.3, por ejemplo, tiene, en una de sus partidas, un cobro por demanda en horario punta. Este horario, en los meses de invierno (desde el 1 de abril hasta el 30 de septiembre) es de 6 a 11 de la noche y es ahí donde, generalmente, hay una mayor demanda de energía, por lo que ellos tratan de desincentivar el consumo a esas horas, haciendo un cobro más alto en ese tramo. Lo que se desconoce es que, dependiendo de los dos mayores peaks de potencia que se tengan en ese periodo de invierno, se cobrará el promedio de dichos valores por todos los meses de verano. O sea, el promedio de los dos peaks más altos generados entre abril y septiembre, se cobrarán entre octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo, por lo que es bastante lapidario.

Por eso es tan importante, en primer lugar, entender cómo nos están cobrando, y luego poder hacer gestión sobre la base de estas partidas. Lo ideal es generar ciertas medidas de control, las cuales van desde lo más simple, como poner atención en la utilización de termos para no usar tan seguido el hervidor (que es uno de los electrodomésticos que más gasta en las cocinas), hasta aspectos más profundos, como hacer reingeniería de procesos para entender de qué forma se puede suavizar el consumo, por ejemplo, encendiendo máquinas secuencialmente, en vez de todas al unísono.

Educarse, entender y cambiar ciertos hábitos y conductas son acciones claves para estar informados, y hacer una gestión de la energía que no solo disminuya los gastos operacionales, sino que también disminuya nuestro impacto en el medioambiente por consumo eléctrico.

Daniel Waintrub
Gerente de Innovación Wenu Work

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