Argentina y Chile, principales productores del Cono Sur, son los que llenan gran parte de las estanterías de vinos importados en Estados Unidos. Hace una década, en el país del norte era mucho más fácil encontrar vinos chilenos que argentinos; hoy, en cambio, el consumidor de esa nación está con el corazón dividido. El mercado más grande del mundo se va a ganar copa a copa.
Entre Chile y Argentina existe una importante competición y no es en el fútbol sino sobre vinos. Estados Unidos, uno de los principales consumidores de vino del mundo, es el objetivo.
Si bien el norteamericano toma principalmente vinos nacionales y de origen francés, Chile y Argentina destacan entre los más consumidos de otro origen. ¿El resumen del partido? Chile se posiciona como ganador indiscutido en el segmento vinos a granel, en cambio Argentina en los vinos embotellados.
Según datos de la consultora especializada en Big Data, EYC Data, durante todo el año 2016 Estados Unidos importó desde Chile en contenedores o envases de más de 2 litros, es decir, vino a granel, casi 100 millones de litros, ocupando el primer lugar en dicha nación en este tipo de vino, mientras Argentina, con una cifra muy inferior, que alcanza solo 14,7 millones de litros, llegó únicamente al quinto lugar en ese mercado. En cambio, si analizamos el segmento de contenedores o envases de menos de dos litros, Argentina exportó a Estados Unidos 60 millones de litros, siendo el quinto país con más desembarcos en ese país, y Chile 57 millones de litros, alcanzando el séptimo lugar en tal segmento, con ese monto levemente menor.
Si llevamos lo anterior a dólares y dividimos los montos anuales exportados a Estados Unidos por el número de litros, EYC Data explica que el vino chileno de menos de dos litros alcanzó un valor promedio en US$3,9 por litro y Argentina US$5,02. En el segmento de más de dos litros, el valor anual promedio que alcanzó Chile fue de US$0,6 el litro, y Argentina US$1,3.
Ahora, si se sale de Estados Unidos y se hace un alcance mundial, Chile durante todo el 2016 exportó a sus distintos mercados US$300 millones de vino a granel, mientras Argentina solo US$63 millones, lo que significa que las exportaciones chilenas de vino son, en términos absolutos, mayores que las del país vecino.
Pero es injusto generar rivalidades entre países que tienen una industria con muchas cosas en común. Para ejemplificar la interacción que hay entre Chile y Argentina, solo en febrero de este año nuestro país exportó a la nación trasandina más de US$8 millones de vino a granel. Mucho se habla en esta industria de la fortaleza que tiene Argentina en el mundo del vino respecto a la calidad y diseño del etiquetado y packaging.
También hay cruces en inversiones, propiedades y directores entre ambos países. Además, muchos enólogos y altos ejecutivos de las viñas atraviesan la cordillera con bastante facilidad, generando conocimiento cruzado, para una batalla que, al igual que en el fútbol, tiene directores técnicos en común y que podría ampliarse en cooperación y competencia. Parece ser la ventaja de una industria que alimenta los buenos negocios además de la buena mesa.
Fuente: EyC Data
