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La pareja dispareja: Pablo Halpern y Rodrigo Pérez Mackenna se juntan en un proyecto para que las empresas recuperen su legitimidad Proyecto está inspirado en centro de estudios de la Escuela de Negocios de la Universidad de Oxford

La pareja dispareja: Pablo Halpern y Rodrigo Pérez Mackenna se juntan en un proyecto para que las empresas recuperen su legitimidad

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El ex jefe de la Secom del Gobierno de Eduardo Frei y el que fuera ministro de Vivienda en el mandato de Sebastián Piñera, juntan fuerzas para abrir un centro de reputación corporativa que operará bajo el alero del Centro de Estudios Superiores de la Empresa (ESE) de la Universidad de los Andes. El proyecto cuenta con el financiamiento de las grandes empresas y su foco será la formación de altos ejecutivos y la investigación. La idea es cambiar el chip del empresario que tiene como objetivo obtener la renta más alta en el más corto plazo. Halpern será el que lo lidere en el día a día. El objetivo es que sea de carácter transversal y, entre los que conocen detalles del proyecto, destacan como algo positivo que Halpern y Pérez Mackenna provengan de mundos diametralmente opuestos: uno viene con el ADN de la Concertación y el otro es cercano a la UDI; Halpern es de origen judío, Pérez Mackenna es legionario de Cristo (nota actualizada).


Volver a ser visto como un actor legítimo ante la sociedad se ha convertido en una obsesión para el empresariado.

Alfredo Moreno, en la CPC, y Bernardo Larraín Matte, en la Sofofa, lo tienen como objetivo prioritario y están tratando de crear conciencia de que hay que cambiar la forma de hacer las cosas. Los rankings de reputación corporativa, las encuestas y los índices de transparencia han proliferado. E incluso se han creado índices bursátiles que reflejan las mejores prácticas.

La obsesión con mejorar la reputación e imagen de las empresas viene de la mano con un creciente convencimiento de que la Responsabilidad Social Empresarial y ser rentable, no son incompatibles. Y que la responsabilidad de la empresa va mucho más allá de generar empleo y pagar impuestos.

Los escándalos de los últimos años, empezando por La Polar, el caso Cascadas, la colusión del papel, platas políticas y, más recientemente, el desastre que tuvo que enfrentar Enel por los cortes de luz, han resultado en que los empresarios y los gremios que los representan se sienten a pensar qué es lo que han hecho mal y qué hay que hacer para cambiar.

Para abordar ese dilema de forma más sistemática es que dos personajes tan dispares como Pablo Halpern y Rodrigo Pérez Mackenna decidieron unir fuerzas para ayudar a que las empresas recuperen su legitimidad ante la sociedad.

El ex jefe de la Secom del Gobierno de Eduardo Frei y el que fuera ministro de Vivienda en el mandato de Sebastián Piñera, juntan fuerzas para abrir un centro de reputación corporativa que operará bajo el alero del Centro de Estudios Superiores de la Empresa (ESE) de la Universidad de los Andes. Será la universidad, cercana al Opus Dei, la que tenga el control final del centro. Este tendrá un Consejo Consultivo Transversal y un presidente con un Consejo Asesor.

Halpern será el que lo lidere en el día a día. El objetivo es que sea de carácter transversal y, entre los que conocen detalles del proyecto, destacan como algo positivo que Halpern y Pérez Mackenna provengan de mundos diametralmente opuestos: uno viene con el ADN de la Concertación y el otro es cercano a la UDI; Halpern es de origen judío, Pérez Mackenna es Legionario de Cristo.

El proyecto ya cuenta con el financiamiento de las grandes empresas y se lanzaría en las próximas semanas. Su foco será la formación de altos ejecutivos y la investigación. El consejo asesor de empresarios del ESE ya cuenta con un número no menor de miembros de los grupos empresariales más grandes de Chile e incluye nombres como Luksic, Saieh, Yarur, Solari, Garcés, Del Río y Fernando Larraín.

La idea es cambiar el chip del empresario que tiene como objetivo obtener la renta más alta en el más corto plazo.

Pamela Leonard, gerenta general de Hill + Knowlton, compañía líder en temas de estrategias de imagen corporativa, dice que ya hay un cambio, pero falta mucho por hacer: “Si los indicadores de las empresas siguen estando orientados a los márgenes, la productividad y las ventas, difícilmente vamos a avanzar hacia una mejor reputación”.

El proyecto está inspirado en el centro de estudios de la Escuela de Negocios de la Universidad de Oxford, considerado el referente mundial en el tema.

Además de formar a ejecutivos para la alta dirección, el centro será un lugar de investigación aplicada a casos reales. “Lo que no es útil, no sirve”, dice una fuente que estará ligada al espacio. Para difundir las buenas prácticas y los trabajos que se realicen allí, se organizarán seminarios, charlas y talleres.

La idea es tratar de entender y descubrir cómo se crean, ganan y sostienen las reputaciones de empresas e instituciones. Y también cómo se destruyen y, después, recuperan.

Halpern, que ha participado, de una forma u otra, en las campañas presidenciales de Frei, Bachelet y Andrés Velasco, tiene asimismo una vasta experiencia en asesorar a empresas en tiempos de crisis. Uno de sus más recientes proyectos fue asesorar a la Asociación de AFP en cómo enfrentar los vientos reformistas que venían del Gobierno y que resultaron en el proyecto de ley que actualmente está en el Congreso. La industria consistentemente aparece en los puestos más bajos en los rankings de reputación corporativa.

Y fue precisamente ahí que conoció a Pérez Mackenna, que hasta fines del año pasado era presidente del gremio, luego de haber pasado por el gabinete del Gobierno de Piñera.

Pérez Mackenna tuvo una larga y exitosa carrera en el mundo financiero. Amigo de Patricio Parodi y Juan Bilbao –históricos controladores de Consorcio– y ex country head de Deutsche Bank en Chile. Actualmente es director del banco BTG Actual y maneja negocios personales. Eso sí, el centro de reputación empresarial será su prioridad hasta que esté bien encaminado.

N. de R: En la nota original se mencionó erróneamente que Rodrigo Pérez pertenece al Opus Dei, cuando forma parte de los Legionarios de Cristo.

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