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Los desafíos del nuevo Gobierno en innovación financiera Opinión

Los desafíos del nuevo Gobierno en innovación financiera

Si bien no es novedad que Estados Unidos y Europa sean líderes en la adopción de estos avances, sí lo es que Chile esté atrasado en comparación con otras economías latinoamericanas sin su alto nivel de apertura comercial y con un ingreso per cápita menor, como son los casos de Colombia y México. Pero el país puede revertir este panorama.


Para nadie es una sorpresa que el nuevo Gobierno enfrentará una enorme cantidad de desafíos. Uno de ellos será seguir poniendo al país en sintonía con los cambios tecnológicos que está experimentando la sociedad en todo el planeta.

Y el mundo financiero, por supuesto, no es ajeno a esta creciente y veloz evolución, siendo uno de sus grandes exponentes la irrupción de la industria Fintech, empresas financieras que brindan a sus clientes servicios utilizando nuevas herramientas digitales como Blockchain, Crowdfunding y Data Analitycs.

Si bien no es novedad que Estados Unidos y Europa sean líderes en la adopción de este tipo de innovación financiera, sí lo es que Chile esté atrasado en comparación con otras economías latinoamericanas sin su alto nivel de apertura comercial y con un ingreso per cápita menor, como son los casos de Colombia y México. De hecho, este último país aprobó hace poco una Ley Fintech.

Pero el país puede revertir este panorama y convertirse en líder en la globalización de servicios financieros, a través de medidas que permitan el acceso a ellos a muchas personas que antes los veían como inalcanzables, producto de sus altos costos.

Si, durante los próximos cuatro años, Chile logra establecer una regulación financiera acorde a los avances tecnológicos, el tiempo que ganará versus sus pares de la región será determinante para tomar el liderazgo en términos de desarrollo e ingresos provenientes de la industria Fintech.

Para alcanzar ese objetivo, lo que se requiere es: eliminar excesiva burocracia, terminando con la obligación de contar con RUT para poder contratar servicios financieros locales; implementar cuentas segregadas de dinero de clientes para empresas financieras; validar jurisdicciones de mercados desarrollados para ofrecer productos en Chile (tarjetas de débito, crédito, inversiones, transferencias, Crowdfunding, etc.); la aceptación de contratos por vía electrónica (sin necesidad de un software o servicios específicos); desagregar licencias bancarias por productos, procesos o servicios; generar regulación asociada al Blockchain y criptomonedas; e implementar el Open Banking API, que obliga a instituciones financieras a entregar los datos de los clientes (con la aprobación de estos), a cualquier empresa; entre otras iniciativas.

Si no tomamos la delantera hoy, otro país latinoamericano lo hará y dejaremos pasar una gran oportunidad. Pero lo que sí sucederá, independientemente de lo que la autoridad decida, es que las personas se globalizarán financieramente, con o sin una regulación adecuada en el país.

Es irreal pensar que los chilenos no se globalizarán en la industria financiera. Si hoy tienen cuenta en Uber, Spotify, Alibaba, Netflix, Airbnb, solo por nombrar algunas, ¿por qué no pueden ser clientes de una empresa financiera global?

 Cristóbal Avilés
Gerente general para Latam de Capitaria

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

 

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