MERCADOS
El Informe de Competitividad Mundial, el ranking internacional en el cual colabora la Universidad de Chile, relevó sus resultados y mostró que el país, si bien sigue a la cabeza de la región, aún no logra recuperar los niveles alcanzados en 2014 y se mantiene, al igual que el año pasado, en el puesto 35 de las 63 economías estudiadas.
Hoy se dieron a conocer los resultados del Informe de Competitividad Mundial 2018, elaborado por el Institute for Management Development (IMD) de Suiza, en colaboración con la Universidad de Chile.
El estudió arrojó que Chile se mantuvo, al igual que el año pasado, en el lugar 35 de 63 economías evaluadas a nivel global. Esto luego que en 2017, en el mismo informe, el país se situara en dicho puesto tras 5 años consecutivos de caídas. «Chile ha perdido competitividad, en comparación a la que tuvo especialmente durante los primeros 10 años del 2000», señaló el profesor de la Facultad de Economía y Negocios, a cargo del informe, Enrique Manzur.
Además, el académico de la Universidad de Chile señaló que esta situación de pérdida de competitividad se da «más bien no por un bajo desempeño, sino porque otros países han avanzado de manera más rápida y a un tranco superior».
Si bien la posición del país en el puesto 35 se mantiene estancada hace un año, el informe revela que, a nivel competitivo, se sigue liderando en el plano regional. De los países latinoamericanos estudiados, Chile se sitúa por sobre México (51), Perú (54), Argentina (56), Colombia (58), Brasil (60), y Venezuela (63).
El ranking que mide la competitividad bajo diversos indicadores, como Servicios Financieros y Bancarios, avance hacia energías renovables, flujo de inversión, entre otros, fue encabezado por Estados Unidos, que el año pasado se ubicó en el cuarto puesto, ahora desplazó a Hong Kong que se quedó con en el segundo lugar.
Las principales fortalezas de Chile, destacadas en el informe, es decir, los indicadores que ponen al país en el primer lugar son el impacto positivo de la Política del Banco Central y la baja intromisión del Estado en actividades de negocios. Mientras que las principales debilidades, es decir donde Chile se ubica en los últimos puestos, son la distribución del ingreso (coeficiente de Gini), la baja productividad, el bajo crecimiento del PIB, y la cobertura de asistencia médica.
