MERCADOS
En entrevista con La Mesa de El Mostrador Mercados, el presidente de la CPC dice que el movimiento tiene raíces mucho más profundas que una marcha. Afirma que el empresario chileno entendió que el país cambió, sorprende al señalar que con la CUT hay más puntos de coincidencia que lo que muchos piensan y, sobre el tema de los impuestos, Swett sigue convencido de que los de las empresas chilenas son muy altos.
Hace un mes que Alfonso Swett asumió la presidencia de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Su llegada a la cima del gremio no estuvo exenta de polémica. La vieja guardia vio la partida de Alfredo Moreno al Gobierno de Sebastián Piñera como una oportunidad de frenar su agenda reformista y volver a asumir el protagonismo, pero, al final, Swett y su agenda modernizadora se impusieron.
En una extensa entrevista en La Mesa de El Mostrador Mercados, el timonel de la CPC habló del nuevo rol del empresario, el impacto y significado de la tercera ola feminista y la reforma tributaria –o ajuste– que promete el Gobierno.
Sobre el movimiento feminista, Swett dice que el mensaje de la sociedad es claro y el empresario tiene que asumirlo. «Acabamos de conocer una encuesta Cadem donde nosotros, hoy, en términos de machismo, como empresa, estamos cuatro puntos arriba de la política. Y lo que nos están diciendo es que en nuestra empresa se vive machismo. Yo creo que este movimiento es un movimiento cultural que tiene raíces mucho más profundas que una marcha», señala.
Revela que en general el país está al debe. «Claramente, hoy día tenemos un Código Laboral obsoleto en contratos individuales. Es un contrato machista, urbano e industrial. Lo que le dice a la mujer es ‘usted elija entre cuidar a su hijo o trabajo, porque es incompatible (hacer) las dos cosas’ (…). Nos estamos perdiendo un millón de mujeres que no pueden entrar al mercado laboral producto de estas trabas legales. Y esto no se resuelve con protocolos, es necesario, pero no siempre», afirma.
El presidente de la CPC también aprovechó de abordar el tema de la reforma tributaria. Insiste en que una baja a los impuestos corporativos va a impulsar la inversión. «Si nos comparamos con la OCDE, pagamos un 43% del PIB en impuestos corporativos. Estamos entre los tres países más altos de impuestos corporativos», y agrega que «no es menor que llevamos 4 años consecutivos de caída de inversión, cuando las tasas en Europa han sido negativas».
Luego del anuncio de Piñera respecto a que la tasa corporativa no se va a reducir, Swett manifestó que se valora el compromiso del Gobierno con la responsabilidad fiscal, pero volvió a insistir en la urgencia de rebajar lo que están pagando las empresas: «Los países compiten en el mundo en términos de impuestos y Chile se ha quedado atrás en comparación con países con los que competimos. Cuando las empresas pagan una tasa competitiva, invierten más y, con eso, está absolutamente comprobado que el país crece, se genera empleo, se pueden concretar las políticas sociales y mejora el bienestar de todos. Por lo tanto, ser competitivos en términos de impuestos a nivel global es un objetivo que, como país, no debemos abandonar. El mejor recaudador es el crecimiento y para crecer es necesario aumentar la inversión».
En la entrevista, Swett recalca que el empresario chileno finalmente entendió que el país cambió. «Queremos ser parte de la solución de los problemas reales de la ciudadanía, una sociedad que hoy se ha empoderado y que ha perdido paciencia», expresa.
Hace hincapié en que, si los empresarios quieren cambiar cosas en el país, «tenemos que empezar por nosotros mismos. Hemos tenido cambios de mirada, cambios de aproximaciones, hemos tenido cambios de dejar de mirar al otro como un enemigo. Yo creo que esto que hicimos, esto de partir –en nuestra primera gran actividad como CPC–, de ir a visitar a la Central Unitaria de Trabajadores, antes de ver al ministro del Interior o al Presidente… (muestra que) más que hablar con el poder, queremos hablar con la realidad».
En tal sentido, es conocida su amistad con Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, y durante la entrevista sorprende al decir que con dicha organización tiene más puntos de coincidencia que lo que muchos piensan. «Cuando hablé con Bárbara Figueroa tuvimos una conversación sobre el trabajo y el futuro, sobre cuáles van a ser los impactos en el trabajo de la sociedad digital. Y me pasó una cosa increíble, me tapaba los ojos y no lograba distinguir cuándo estaba hablando un presidente de rama o un dirigente sindical. En torno a estos desafíos del mañana teníamos preocupaciones muy similares», asegura.
Y añade: «Claramente tenemos miradas distintas con respecto a temas como la reforma laboral del Gobierno de Bachelet, pero también entienden que hay cosas de las que hacerse cargo, ellos entienden que hay temas en servicios mínimos de los que hacerse cargo. Nosotros con la CUT tenemos una mirada muy común sobre cómo solucionar eso (reforma laboral de Bachelet), que es por ley. Estamos de acuerdo en que hay que ir a conversar cosas de la reforma laboral de Bachelet, pero por ley, no por dictamen».
Para ver la entrevista completa, también pueden entrar directamente en ElMostrador.TV.
