MERCADOS
Libre de polvo y paja… por ahora. Así concluye el mayor caso de maltrato animal registrado en el país en contra de Gonzalo García, ejecutivo de la lechera y único imputado en la cruel matanza de terneros a punta de martillazos e inyecciones letales. A pesar del fallo absolutorio, el Ministerio Público no descartó recurrir a un tribunal superior.
Unánime. La primera sala del Tribunal Oral en Lo Penal de Osorno decidió absolver de los cargos de la Fiscalía por maltrato animal al ejecutivo de la firma neozelandesa Manuka, Gonzalo García, único imputado por la cruel matanza de 1.500 terneros, los que luego fueron arrojados a pequeñas zanjas, en la ex hacienda Rupanco.
Cabe señalar que el Ministerio Público solicitaba para García una pena de 3 años de cárcel y una multa de 20 UTM (cerca de $963.200).
Según consigna el medio local Radio Sago, su abogado, Rodrigo Tejos, manifestó su satisfacción con la decisión de los magistrados. “Este veredicto viene a confirmar lo sostenido desde que asumimos su defensa, en orden a que Gonzalo García no tiene participación en los hechos que se le imputaban”.
“En ningún video ni foto de los hechos denunciados aparece Gonzalo García. Creo que esto fue una equivocación, como siempre lo estimamos”, agregó Tejos desentendiendose de los hechos. «No entendemos por qué se le formalizó investigación recién en 2018, sin ninguna prueba”, aseguró el jurista.
La fiscal jefe de Río Negro, Leyla Chahín, encargada del caso, no descartó tomar nuevas acciones y presentar un recurso de nulidad ante un tribunal superior respecto al fallo. “No compartimos el razonamiento que hacen los magistrados respecto de la falta de suficiencia de la prueba”, señaló.
Chahín se mostró conforme con el trabajo desarrollado por el Ministerio Público para acreditar en un juicio oral los hechos ocurridos, pero «lamentablemente, esta decisión guarda relación con la imposibilidad de haber traído a los dos imputados identificados a un solo juicio”, dijo al medio antes consignado en referencia a Zachary Ward, quien huyó a Nueva Zelanda tras el inicio de la investigación.
La persecutora no quiso adelantar ninguna estrategia pero apuntó a que “es un delito para el que todos los plazos judiciales están vigentes». Chahín finalizó diciendo que van a analizar nuevamente la sentencia ya que “hay otros aspectos inculpatorios, y hay que ver cómo el Tribunal se hace cargo de ellos”.
Hasta ahora, el caso de Manuka no había tenido mayor repercusión en Santiago, pero sí mucha en las regiones del sur del país, debido a un video que circula en redes sociales donde se muestra cómo un trabajador de esta lechera golpea con una herramienta la cabeza de un ternero recién nacido. Esto no fue un hecho aislado, sino una práctica que se realizó efectivamente en dicha empresa.
La compañía de capitales neozelandeses sacrificaba a terneros machos bajo la lógica de que el rubro de la compañía es la producción de leche y no la de carne y, por tanto, al nacer los mataban cruelmente a martillazos o suministrando inyecciones de aire o aceite quemado.
El caso además tiene una arista en la política, respecto a la inadecuada cercanía del ministro Walker con Manuka.
