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APEC 2019: la cumbre que se convirtió en la hermana pobre de la COP25 MERCADOS Crédito: Agencia UNO

APEC 2019: la cumbre que se convirtió en la hermana pobre de la COP25

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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Aun cuando se han llevado a cabo 16 reuniones oficiales en Chile en torno al Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), a realizarse el 16 y 17 de noviembre de este año, observadores de la cita internacional señalan que se ha visto invisibilizada por la COP25, y que, por lo mismo, crece el temor de que caiga en la irrelevancia. En este sentido, la precumbre que se realizó en Viña del Mar en mayo dejó un sabor amargo. Pese a haber sido calificada como exitosa por el Gobierno, lo cierto es que vino la mitad de los ministros titulares de los países miembros, sumándose, además una gran baja: no asistió el máximo representante de comercio de Estados Unidos, Robert E. Lighthizer. En el sector diplomático existe inquietud sobre qué líderes de las 21 naciones que representa APEC finalmente comprometerán su presencia en Chile. Eso tomando en cuenta que ya siendo julio deberían haber acuerdos por escrito que comprometan la presencia de los mandatarios.


De acuerdo a un sondeo de la Universidad Católica de Valparaíso más del 80% de los jóvenes del país no sabe que este año se celebrará la COP 25 en Chile. Eso pese a que el Gobierno ha puesto al frente de la promoción de la iniciativa a la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, a Felipe Larraín en Hacienda y Andrés Couve en Ciencias, además de poner arriba de la mesa US$ 90 millones para llevar a cabo el evento.

Pero si esto pasa con la COP 25, la situación que enfrenta la otra cumbre internacional, la APEC 2019, es mucho peor. Se ha vuelto invisible. El Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico -el evento político económico más importante del globo- se llevará a cabo en el país el 16 y 17 de noviembre -solo dos semanas antes de que se inicie la COP25- y la sensación generalizada es que la Cancillería no ha logrado posicionarla.

El contexto en el que aterriza la cumbre no es menor y el desafío para Chile es mayúsculo. Todo sucede en medio de una posible guerra comercial y de un nuevo orden mundial de potencias económicas. El Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), es el principal foro para promover el crecimiento, la cooperación técnica y económica, la facilitación y liberalización del comercio y las inversiones en la región Asia Pacífico. Fue creado en 1989, a instancias de Australia y Japón, para fortalecer la comunidad de la región Asia Pacífico.

Pero entendedores de la dinámica internacional aseguran que hoy todos los bloques de integración están en ajuste: con India entrando cada vez más fuerte en el escenario económico y una serie de países en la región atravesando profundos cambios políticos.

El antecedente de la cumbre de Papúa Nueva-Guinea también le deja la pista más compleja a la nueva versión del encuentro. En 2018 el último encuentro de líderes y de las economías más influyentes del globo terminó sin declaración. Entonces, China y Estados Unidos mostraron visiones muy distintas sobre el comercio, la inversión y la seguridad regional. El consenso no llegó.

El triunvirato de Cancillería: Ribera, Yañez y Salas Kantor

Pero si la población poco conoce la COP25, diplomáticos que observan la performance de Cancillería aseguran que si se midiera -con la misma vara- la APEC que la Cop25 «sería desastroso».

La cita comenzó sus actividades oficiales en diciembre del año pasado y hasta ahora ha desarrollado 16 actividades oficiales en el país, incluyendo la reunión de ministros de comercio en mayo en Viña del Mar, como una de las citas previas más relevantes.

Los observadores dicen que esta «precumbre» dejó un sabor amargo. Pese a haber sido calificada como exitosa por el Gobierno, en realidad vino la mitad de los ministros titulares de los países miembros, sumándose una gran baja: no asistió el máximo representante de comercio de Estados Unidos, Robert E. Lighthizer.  En su lugar vino Jamieson Greer, jefe de personal del ministerio norteamericano. Eso pese a que el Gobierno celebró la convocatoria y destacó que con subrogantes incluidos lograron emitir una declaración conjunta.

«Junto a la Declaración de Viña del Mar ya mencionada, otro tema clave acordado en los márgenes de APEC en mayo, fue el anuncio del inicio de negociaciones junto a Nueva Zelandia y Singapur, para un Acuerdo de Asociación sobre Economía Digital; el empuje final a las Metas de Bogor; fue aprobada la propuesta de Chile de crear la Ventanilla Única de Comercio para todas las economías de APEC; hoja de ruta sobre empoderamiento económico de la mujer en el comercio; la elección de Chile por primera vez en su historia para liderar el Comité de Comercio e Inversiones (CTI) 2020-2021, un comité considerado el motor de trabajo del Foro pues lidera dos de sus tres principales ejes: inversiones y liberalización y facilitación del comercio», explicó el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez a El Mostrador.

El comentario fue obligado entre diplomáticos de carrera que señalaron que la asistencia de 9 de los 21 ministros titulares al encuentro daba un mal piso para la cumbre de noviembre. De las 21 economías de la agrupación, los titulares que sí asistieron fueron los de Brunei, Canadá, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, China y Taiwan.

Poco antes, en abril, el entonces secretario ejecutivo de la cumbre APEC, Mario Artaza fue removido del cargo. La decisión se enmarcó dentro de los inminentes cambios ocurridos tras la llegada de la administración Piñera. Sin embargo, causó sorpresa. «Mario Artaza había desarrollado una excelente labor en términos de sensibilizar respecto a la importancia de la APEC 2019 como el evento de relaciones exteriores más importantes que ha tenido Chile en su historia», afirmó en ese momento el senador Francisco Chahuán (RN) a El Mercurio de Valparaíso.

La salida de Artaza podría haberse contado como un ajuste habitual frente a ajustes políticos, pero era considerado un profesional clave en el esquema de APEC, por su profundo conocimiento de las relaciones comerciales y diplomáticas con Asia.

Pero también el alejamiento fue comentado debido a que ello dejó en evidencia un estilo diferente con quienes roncan en el ministerio. Esto en referencia al subsecretario Rodrigo Yáñez y a Benjamín Salas Kantor, hijo de la ministra del Deporte y hombre de confianza de Piñera en Cancillería.

La influencia de Yáñez y Salas Kantor -aseguran fuentes conocedoras- pasó muchas veces por alto de la autoridad de Ampuero. Un canciller invisible que permitió que Salas Kantor, un joven profesional que aterrizó con total confianza del Presidente en el cargo de Senior Officials Meeting  (SOM) de la APEC.

Es un cargo de directa confianza de Piñera que no reporta a Matías Franke -este último quien reemplazó a Mario Artaza-, y que en su arribo fue criticado por parlamentarios de oposición e incluso del mismo Gobierno. «El señor Salas Kantor no es funcionario ni de la Cancillería ni de la dirección de la Direcon. Es un asesor destinado por el Presidente de la República, y lo que él señala, en definitiva, es que existen otros funcionarios, quizá con mayor trayectoria”, dijo el senador Ricardo Lagos Weber. Mario Desbordes, presidente de RN, agregó que «no sé si a los 27 años uno está preparado para organizar algo de ese tamaño (APEC)».

La figura de Salas Kantor es clave pues aseguran que es la figura de confianza de Piñera en materia de la APEC. Salas Kantor ha sido la voz de Piñera en relación a la participación del Mandatario en la cumbre G7, donde el Presidente fue el primer Gobernante chileno en formar parte de tal encuentro. «Vemos al G7 como una oportunidad de construir un puente y un punto de conexión entre nuestro trabajo con lo que luego haremos en la ONU, en el congreso por el clima que el secretario general ha convocado y, finalmente, a comienzos de diciembre, en la COP25”, dijo Salas Kantor en un video al respecto, asumiendo la voz presidencial en la materia.

Conocidos son los episodios en los que Salas Kantor ha intervenido como el errático paso de Piñera por Cúcuta o la bandera chilena dentro de la bandera estadounidense. Las relaciones con Asia Pacífico guardan una serie de formalidades que son difíciles de manejar y entender, asegura un diplomático y en la que la «juventud» del equipo chileno puede jugar en contra.

Pero también el difuso poder. Salar Kantor parece tener más poder que Yáñez y que el propio ministro a veces, aunque todos apuestan porque Ribera es un hábil negociador, por su pasado parlamentario, y que por ello podrá manejar que ciertas decisiones alejen un poco al «regalón» de Piñera.

El problema, añaden conocedores, es que es muy cercano a Yáñez, quien a su vez, es cercano a Salas Kantor. En su discurso de aterrizaje en RR.EE., Ribera mencionó varias veces su vínculo y respeto profesional por Yáñez. Ambos han coincidido en varios círculos, entre ellos la Universidad Autónoma y al Instituto Libertad, donde se conocieron.

A la dupla, se le atribuye también improvisación en otros temas que se han vuelto una carga para la agenda pública, como lo es, por ejemplo, la resistencia ciudadana al TPP11, algo que el Gobierno no vio venir. Yáñez ha sido el encargado de salir a defender el acuerdo, señalando que liberará aranceles de productos y que no aprobar el acuerdo «implicaría perder oportunidades de negocios».

Para la Cancillería, el rol del subsecretario fue clave en relación a la Declaración de Consenso a nivel de Ministros de Comercio (MRT) que se logró en Viña (por primera vez desde el año 2015) y le atribuyen el haber facilitado las negociaciones, «ejerciendo en el plenario, el rol de moderador de todos los diálogos entre las economías».

En el sector diplomático existe inquietud sobre qué líderes de las 21 naciones que representa APEC finalmente comprometerán su presencia en Chile. Eso tomando en cuenta que ya siendo julio deberían haber acuerdos por escrito que comprometan la presencia de los mandatarios.

Australia, Hong Kong, China, Japón, Estados Unidos, Rusia, Canadá y México, son algunos de los países claves que se esperan para la foto. Otros, como trascendió la semana pasada, se han vuelto más bien invitados non gratos, como el mandatario filipino, Rodrigo Duterte.

En la APEC de 2004 se logró una alta participación, pero además fue un punto de partida para el TLC con China por lo que la vara quedó alta. «En un año clave para la integración económica regional, Chile ha puesto foco en devolver a APEC su esencia a través de un diálogo basado en el consenso y de espíritu colaborativo. Esta visión le ha reportado resultados concretos que refuerzan el compromiso de las economías en torno a un comercio libre, abierto, transparente y basado en reglas. APEC es un foro no vinculante y principal esquema intergubernamental de integración económica del Asia Pacífico, es también una instancia para proponer ideas que permitan alcanzar un comercio inclusivo y sustentable mediante la cooperación técnica y económica», detalla Yáñez en torno a cuáles son hoy los objetivos.

En ese sentido agrega que «sin duda la organización de APEC Chile 2019 espera contar con una alta convocatoria de líderes en noviembre. Y en este contexto, la obtención de una declaración de consenso en materia comercial después de 4 años representa un buen precedente no sólo en términos de convocatoria, sino que también en la aspiración de Chile para obtener una declaración de líderes».

Sin mujeres y sin Chilecompras

Cancillería confía en que la APEC está bien armada. Pero a nivel diplomático el comentario es que la organización ha cometido errores de principiante. Uno de ellos fue que en pleno apogeo del rol femenino en diferentes escenas, llama la atención que ninguna mujer tenga un rol preponderante en la APEC. Esto tras la renuncia de Paulina Nazal al cargo de secretaria de la instancia.

De los aspectos que han llamado la atención está la inexperiencia del equipo que asumió el desafío organizativo, la ausencia de mujeres en los altos cargos directivos, la desconexión entre los temas planteados con  las necesidades nacionales y el continuo exitismo proclamado, manifiesta una fuente conocedora.

Los comentarios también han abordado lo relativo al financiamiento. La APEC logró conseguir US$ 39,2 millones para su realización, pero el Gobierno optó por ejecutarlo a través de la Fundación Cultural de la Cámara Chilena de la Construcción.

La Moneda justificó el modelo en que de la misma forma se había realizado para la Expo Milán, pese a que a fines de 2018, cuando se conoció la asignación, la decisión sumó muchas críticas. Se anuló así cualquier posibilidad de que los servicios fueron contratados por Chilecompras.

Pero a la receta se le suman más ingredientes o -mejor dicho- personajes. Si Yáñez y Salas Kantor, sumado a Francke y al ministro ya son bastantes personas para ponerse de acuerdo, el Gobierno decidió poner al exministro de Economía, Félix de Vicente, como un asesor presidencial para la APEC.

«En octubre, se constituyó en La Moneda el Comité Asesor Presidencial APEC, un grupo de ministros y subsecretarios que se relaciona directamente con el Presidente Piñera para el Foro y que es liderado por el empresario, ex ministro de Economía (2013-2014) y ex director de Prochile (2010-2013) Félix de Vicente. Su llegada llamó la atención del mundo político, dada su cercanía con el jefe de Estado y porque hasta principios de este año, era el diplomático Mario Artaza quien ejercía varias de esas funciones», relató revista Capital.

Con todo, la Cancillería se encuentra conforme con lo que hasta hoy ha sido el desarrollo de la previa de la cumbre. Aseguran que la cobertura ha sido un éxito, con más de 1.000 apariciones el evento previo a su realización en medios. ¿A quién echarle la culpa si no resulta como lo esperado? Opciones hay bastantes.

 

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