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Alejandro Fernández: «Espacio para subir impuestos hay» MERCADOS

Alejandro Fernández: «Espacio para subir impuestos hay»

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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El economista de Gemines desmenuza cómo se va mover la economía en lo que queda del año, y del Gobierno. «La unidad y convicción con que se enfrente esto será clave. Desde luego, el empleo sufrirá algo en lo que queda de este año y, sobre todo, en 2020. Será un gran desafío evitar que este se transforme en un problema adicional a los que ya tiene el Gobierno», subraya.


-Muchos especialistas en diversas áreas plantean que no podemos hablar de volver a una normalidad porque Chile cambió. En ese sentido la economía es gran responsable. ¿Cómo versa de ahora en más el modelo?
-Efectivamente, yo creo que hay un cambio fundamental en las coordenadas relevantes para efectos de políticas y prioridades. Creo que hay que pensar en políticas redistributivas mucho más intensas, pero dejando la perspectiva de cambios eventualmente más profundos, si es que se consideran necesarios, para ser definidos en la próxima elección presidencial y parlamentaria (fines de 2021), que es cuando los ciudadanos tendrán la oportunidad de elegir entre las distintas propuestas que reciban de parte de los partidos y coaliciones.

-Las comparaciones son siempre odiosas, pero desde el punto de vista de económico, ¿se pueden tomar medidas inmediatas para paliar la desigualdad?
-En el corto plazo, creo que las propuestas del Presidente Piñera el martes pasado son un buen punto de partida. Hay que aprobar un nuevo presupuesto antes que termine noviembre, así es que hay muy poco tiempo. Las medidas propuestas se pueden complementar, pero hay que sacar el presupuesto. Luego hay que replantear la Reforma Tributaria en una dirección que permita recaudar 3 o 4 puntos del PIB adicionales en algún plazo determinado no demasiado largo, digamos unos 3 años. Con esto se debería lograr una estructura tributaria más progresiva y poder financiar más prestaciones sociales. Es importante tratar de generar el mayor consenso posible en torno a esto, ya que la estructura tributaria no puede seguir siendo una fuente de incertidumbre.

En cuanto a la reforma previsional, creo que debería aprobarse el aumento de pensiones propuesto por el Presidente y el incremento en la cotización, dejando cambios más estructurales para el próximo Gobierno, con un mandato más claro al respecto. Las medidas inmediatas van en la línea de lo planteado: reajuste de pensiones, salario mínimo e implementación del ingreso mínimo, así como la estabilización de tarifas de servicios públicos y alivio en el precio de los medicamentos. La sala cuna universal, que está por aprobarse es un aspecto adicional y, tal vez, se pueden destinar más recursos a educación básica y media. Esto se puede implementar en 2020 y algo adicional que habrá que ir viendo en 2021, en función de las posibilidades presupuestarias.

-Se señala en algunas posiciones que en materia fiscal Chile podría endeudarse más, para poder tener política social económica más relevante. ¿Como pueden analizarse esas propuestas con debida responsabilidad?
-Respecto del financiamiento, creo que es legítimo y necesario plantear algún desvío respecto de las metas establecidas en 2020 y, tal vez, 2021, pero hay que asegurarse desde ya de que esto no implique un deterioro significativo en la posición fiscal, porque ello será negativo para el país. Da más o menos lo mismo si el mayor déficit se financia con más deuda o con los fondos soberanos. Esta es una decisión financiera que deberá hacerse en función del costo de endeudarse y otros parámetros. En principio, preferiría más deuda que uso de fondos soberanos, pero habrá que evaluarlo en su momento.

-Ahora, desde el punto de vista del impacto en 2019/2020 en materia económica, ¿qué se ve más golpeado? ¿El crecimiento, el empleo?
-El cuarto trimestre va a ser definitivamente más malo que lo previsto antes del 18 de octubre. Luego vamos a tener una indicación clara al respecto, con el Imacec de octubre, pero los efectos se sentirán en noviembre y diciembre también. El crecimiento del PIB estará más cerca de 2% este año. En 2020 el PIB puede tener un crecimiento muy malo, en torno a 1% por decir algo (no es una proyección), pero el resultado estará condicionado a la capacidad que haya de reducir la incertidumbre e impedir que la inversión se desplome, así como a la capacidad de construir acuerdos amplios. Cuanta agitación social haya también será un factor importante y es claro que hay grupos que están interesados en crear la mayor cantidad de problemas para desestabilizar la economía y al país. La unidad y convicción con que se enfrente esto será clave. Desde luego, el empleo sufrirá. Algo en lo que queda de este año, y sobre todo, en 2020. Será un gran desafío evitar que este se transforme en un problema adicional a los que ya tiene el Gobierno.

-¿Cómo el Estado puede ser más grande en Chile, dónde hoy es más fácil capturar espacio?
-Espacio para subir impuestos hay. Lo obvio es suspender la propuesta de integración, al menos temporalmente. Hay exenciones tributarias y focos de elusión que se pueden cerrar. La renta presunta debería eliminarse, subir algo la escala del impuesto a la renta personal y, al escalón adicional propuesto por el gobierno, agregarle otro para las rentas superiores, digamos, a $12 millones. Un impuesto patrimonial (o riqueza) debería analizarse, no obstante las complejidades que produce y/o eventualmente al suelo urbano (descontando las mejoras o construcciones). Un impuesto a la emisión de CO2 también está dentro de lo posible y al contenido de alcohol de las bebidas (que implica modificar el impuesto actual).

-Por último, ¿cómo se plantea en ese contexto la Reforma Tributaria?
-Creo que también hay que pensar en el lado del gasto. Un esfuerzo importante en austeridad, eliminación de programas mal evaluados y utilizar más intensivamente concesiones y cooperación público-privada, para mantener e, idealmente, aumentar la inversión pública. Lo peor que se puede hacer es aumentar el gasto social a costa de la inversión pública. Cómo ya señalé, esto implica replantear completamente la Reforma Tributaria, a lo que debería dársele énfasis para poder aprobarla no después de marzo de 2020.

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