Cuando Gemines realizó un diagnóstico respecto a las principales causas del estallido social de octubre, la consultora económica concluyó que el continuo deterioro en la calidad de las instituciones chilenas era el elemento central. Sin embargo, ese complejo escenario se vio agravado por la pandemia, que empeoró el pronóstico de la economía y plantean un gran desafío a la hora de buscar el mejor diseño de políticas públicas para amortiguar sus efectos.

Gemines habla de que el coronavirus fue el «tiro de gracia» para la billetera fiscal chilena y hoy, en el «Reporte de Coyuntura» de la Alianza Latinoamericana de Consultoras Económicas (LAECO), la consultora ligada a los analistas Guido Romo, Alejandro Fernández y Tomás Izquierdo, no tiene muy buenas noticias para lo que se viene.

La consultora destaca que la economía acentuó su contracción en mayo, mes en que el Imacec registró una baja de 15,3%. En ese contexto, y en la medida que las restricciones a la movilidad siguen presentes «es seguro que la contracción en junio será algo mayor y es poco probable que cambie mucho en julio, ya que las cuarentenas difícilmente se levantarán antes de agosto».

Gemines asegura que tal como se ve la situación al mediano plazo, garantiza caídas de dos dígitos en el PIB del segundo y tercer trimestres y una contracción que difícilmente será inferior a 7,5% en el año pero que, fácilmente, podría llegar al 9%.

La consultora prevé golpes para el PIB y el Imacec a consecuencia de la pandemia, pero es no es todo. El desempleo, según el INE, en mayo llegó a 11,2%, pero, de acuerdo a Gemines, dicho porcentaje «no refleja la realidad del mercado del trabajo». Los analistas argumentan que la ocupación se redujo en 1,5 millones en doce meses y la fuerza de trabajo en 1,2 millones. Además, agregan, hay casi 700 mil trabajadores suspendidos, por lo que el «desempleo verdadero» está sobre el 20%.

A pesar de la fuerte caída que se esconde en las cifras, Gemines sostiene que la inflación se mantiene controlada ante la debilidad de la demanda y la baja de los combustibles. En el reporte, los consultores explican que a junio se completaron tres meses seguidos de inflación nula o negativa. Sin embargo, aseguran que en el año puede terminar en torno a 2%.

Con la inflación controlada los problemas podrían llegar desde otro frente, específicamente de la billetera fiscal. Según señala el reporte de Gemines para LAECO, los programas de apoyo a las familias, que tuvieron otro incremento luego del acuerdo alcanzado en junio entre el Gobierno y la oposición por US$12.000 millones, podrían llevar a que el déficit fiscal bordee el 10% este año.

Gemines sabe que la medición de todo tipo de estadísticas, en condiciones tan anómalas como las que se están experimentando, en Chile desde marzo y, en otros países, en diversos períodos, es un desafío que es aún mayor que bajo condiciones normales. Con toda seguridad, dicen, la medición de la inflación es la más compleja de todas estas actividades ya que la canasta de consumo se ve radicalmente alterada por las condiciones imperantes y, de hecho, muchas actividades no se pueden desarrollar por lo que no existen precios que utilizar para medir el IPC o existen en
mucha menor cantidad y las variedades de bienes y servicios disponibles es mucho menor a lo normal.

Política y pensiones

Gemines no solo pone sobre la mesa el panorama económico. También apuntan a la situación política del país que, sin duda, repercute en las estadísticas. La consultora apunta a que, no obstante los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y la oposición, la relación entre ambos es compleja, lo que acentúa la debilidad del Ejecutivo.

Con más o menos apoyo, los expertos señalan lo que puede ser el hecho más decisivo para el futuro de las instituciones del país: la reforma constitucional que permitiría la posibilidad de retirar parte de los ahorros acumulados en los fondos de pensiones a los afiliados.

Desde la consultora saben que la iniciativa ha sido rechazada de manera transversal por los economistas, pero, según señalan en su informe, es probable que llegue a ser ley, eso sí, «dañando de manera permanente las pensiones que podrán obtener quienes hagan uso de esta facultad».

En buena medida, concluyen desde Gemines, la iniciativa que propone el retiro de fondos previsionales, más que apoyar a los trabajadores en problemas por la pandemia, «tiene como objetivo destruir a mediano plazo el sistema de capitalización individual que hoy día cuenta con US$200.000 millones de ahorro y explica parte de la solidez macroeconómica del país».

Cabe mencionar que el Reporte de coyuntura de la Alianza Latinoamericana de Consultoras Económicas (LAECO, por sus siglas en inglés) también hace un repaso, de la mano de otras consultoras, de los países de la región. Puedes ver el informe a continuación.

Reporte de coyuntura de la Alianza Latinoamericana de Consultoras Económicas by El Mostrador on Scribd