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Cuenta corriente de Chile en números rojos: déficit se dispara y alcanza un 9,9% del PIB MERCADOS

Cuenta corriente de Chile en números rojos: déficit se dispara y alcanza un 9,9% del PIB

La cuenta corriente mide el intercambio de bienes y servicios y otras transacciones entre un país y el resto del mundo. Cuanto mayor son las exportaciones y otros ingresos recibidos, mayor será el saldo. Cuanto mayor son las importaciones y otros pagos al exterior, menor será el saldo. Hacia esta última tendencia está inclinada la cuenta corriente del país. Y es que la necesidad de financiamiento externo alcanzó cifras récord. En el tercer trimestre de 2022, el déficit fue de US$9.428 millones, algo que para Sergio Cisternas —analista de mercados de FX Globe— es un dato no menor, en una jornada volátil para el tipo de cambio y bajo un clima de desaceleración con pronóstico de recesión para la economía local. Ante esto, el vicepresidente del Banco Central, Pablo García, y el gerente de Análisis Macroeconómico, Markus Kirchner, salieron a explicar el deterioro en las cifras, con antecedentes que sugieren una reducción del déficit en lo venidero.


La Gerencia de Comunicaciones del Banco Central de Chile (BCCh) publicó el informe «determinantes y perspectivas de la cuenta corriente», escrito por el Vicepresidente del Instituto Emisor, Pablo García, y el Gerente de Análisis Macroeconómico, Markus Kirchner. De acuerdo al análisis de los expertos, la cuenta corriente del país registra un significativo déficit en el último tiempo: 6,6% del PIB en 2021 y 9,9% del PIB —acumulado en doce meses— en el tercer trimestre de 2022.

La situación es la siguiente: la economía chilena anotó un leve crecimiento de 0,3% en el tercer trimestre de 2022, acentuando la desaceleración y confirmando el pronóstico de recesión que podría traer tres o cuatro trimestres complicados. Si bien hay datos que sugieren que será menos dura que lo que se anticipaba hace unas semanas, el déficit de la cuenta corriente es lo más complejo, ya que refleja los desequilibrios de los últimos años que, sin embargo, comenzarían a revertirse de cara al 2023, ante los esfuerzos por recuperar el ahorro interno, además del fuerte ajuste previsto por el lado de las importaciones.

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Según García y Kirchner, los números rojos de la cuenta corriente chilena representan el mayor déficit en varios años. «Por componentes, la cuenta corriente muestra un bajo nivel del saldo de la balanza comercial de bienes, junto con saldos negativos en servicios y rentas». Los expertos señalan, eso sí, que antecedentes sugieren una reducción sustancial del déficit en lo venidero, en línea con las proyecciones del IPoM de septiembre 2022 que consideran que bajará a 3,6 y 3,3% del PIB en 2023 y 2024, respectivamente.

«Desde la perspectiva del equilibrio macroeconómico, el saldo de la cuenta corriente es la diferencia entre el ahorro nacional y la inversión, o entre el ingreso nacional y la demanda interna. Si el ahorro nacional no alcanza para financiar la inversión, o si la demanda interna supera el ingreso nacional, se requiere ahorro externo para financiar la diferencia. Es decir, un déficit de la cuenta corriente. Por lo mismo, el saldo en la cuenta corriente va a incidir, junto con efectos de valoración, en la evolución de la posición de endeudamiento externo del país con el resto del mundo. Lo anterior permite interpretar correctamente las magnitudes y perspectivas del saldo en la cuenta corriente», explican desde el Banco Central.

De acuerdo al informe «Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa» del ente emisor, durante el tercer trimestre de 2022, la cuenta corriente registró un déficit de US$9.428 millones, el cual, acumulado en un año equivale al 9,9% del PIB.

«El resultado se explicó por el déficit de la balanza comercial de bienes y 0% servicios y por las rentas de la inversión extranjera en Chile. Por su parte, la cuenta financiera registró entradas netas de capital por -9% US$11.177 millones, lideradas por una disminución de los activos de reserva del Banco Central, asociada al programa de intervención cambiaria», puntualizan desde el BCCh.

Al cierre de septiembre 2022, la posición de inversión internacional (PII) neta aumentó su saldo deudor respecto del trimestre precedente, hasta ubicarse en US$44.557 millones (16,5% del PIB, en términos anuales). El resultado respondió mayoritariamente a una disminución en el stock de activos, principalmente por las desinversiones realizadas por el Banco Central y los efectos de valoración en los activos de los fondos de pensiones.

La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, quien participó hace unos días en un webinar de Icare, dijo que «durante un período largo el nivel de gasto de la economía chilena no se condice con la capacidad productiva sostenible en el largo plazo». Y, en línea con lo manifestado por el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, Costa sostuvo que la economía local debe empezar a experimentar ajustes y «necesariamente salir del estado de excesivo gasto»; algo que «ya empezó».

Cabe mencionar que un análisis de Bloomberg titulado “El favorito del mercado latinoamericano ahora es más riesgoso que el caótico Perú”, planteó que Chile podría caer, con más posibilidad que el vecino país, en el impago de su deuda en los próximos cinco años.

Sergio Cisternas, analista de mercados de FX Globe, dijo que el déficit de la cuenta corriente en Chile, es un dato no menor, aunque puso el foco en la desaceleración y en sus efectos sobre la moneda local. Esto, «generó una jornada bastante volátil para el tipo de cambio en Chile», que abrió al alza en casi 6 pesos, cotizando en $926. Sin embargo, se vivieron variaciones importantes producto del retroceso constante que ha vivido el cobre esta semana y hoy no fue la excepción: el metal rojo cayó un 0,8% cotizando en 3,6 dólares la libra al cierre de esta sesión, «lo que nos permite entender por qué el billete verde ha escalado más de 40 pesos esta semana», sumado a la presión que han ejercido en sus declaraciones miembros de la FED en Estados Unidos, quienes proponen mantener una postura agresiva en el incremento de los tipos de interés hasta tener certezas que la inflación se está comenzando a controlar. Al cierre de este informe, el dólar en Chile tenía un valor de $932.

¿Qué explica el elevado déficit de la cuenta corriente?

García y Kirchner argumentan que el déficit observado desde 2021 responde en buena parte al menor ahorro nacional. Por un lado, sostienen que las medidas fiscales en medio de la pandemia más los retiros de fondos previsionales provocaron una inédita expansión de la demanda interna (sobre todo el consumo). En este contexto, tanto el ahorro del gobierno como de los hogares cayó significativamente en 2021, efecto que aún persiste en el déficit acumulado anualmente al tercer trimestre de 2022.

«Se suma la recuperación de la inversión desde 2021 y menores ventas que han contribuido a una normalización del ahorro de empresas. De hecho, en el tercer trimestre se observó un incremento relevante de la inversión en maquinaria y equipos, vinculada al desarrollo de proyectos energéticos, la minería y el transporte», agregan.

Lo que viene, está lejos de la desolación. Los factores tras la pérdida de ahorro nacional han ido en retirada. Las ayudas fiscales no tienen la envergadura del año pasado y se ha moderado el consumo privado.

«Los datos del tercer trimestre muestran que, comparados con sus peaks en 2021, el consumo de bienes durables y no durables ha caído 22,3 y 6,6%, respectivamente». Esto, para García y Kirchner, evidencia una reversión hacia niveles más sostenibles, la que continuará en los próximos trimestres. «Ello se apoya en una política monetaria que incentiva el ahorro y un alto nivel del tipo de cambio que desincentiva el gasto en bienes transables y estimula su producción a nivel local».

Otros factores tras el déficit de la cuenta corriente son la caída en los términos de intercambio y los altos costos de transporte, afectados por los problemas logísticos a causa de la pandemia y el impacto en los precios de los commodities de la invasión de Rusia a Ucrania. Los términos de intercambio han caído cerca de 14% en el último año y los costos de transporte han aumentado casi 2% del PIB por sobre sus niveles prepandemia. Estos costos se registran dentro de la balanza de servicios y explican gran parte de su deterioro desde 2020.

«El impacto de estos factores también se puede interpretar a la luz del balance entre ahorro e inversión. En la medida que se perciba que estos fenómenos son transitorios, lo apropiado para una economía es acomodar su efecto vía un menor ahorro para suavizar el gasto y, por lo tanto, un déficit mayor en la cuenta corriente. Hacia adelante, de hecho, pareciera que serán efectivamente transitorios, dada la caída del precio del petróleo, la normalización de las cadenas de suministro y costos de fletes, y el menor volumen de las importaciones de bienes».

¿Cómo se ha financiado el déficit de la cuenta corriente?

En cuanto al financiamiento del déficit, García y Kirchner exponen que durante 2022 ha aumentado la proporción de inversión extranjera directa neta, acumulando US$6.048 millones entre el primer y el tercer trimestre. Esto contrasta con 2021, cuando el déficit fue financiado principalmente por emisiones de deuda y liquidación de activos del gobierno, y la liquidación de activos de los fondos de pensiones.

«Este cambio implica que estaría reestableciéndose una situación más habitual, donde parte importante de la necesidad de financiamiento externo está vinculada con la inversión de empresas no residentes, especialmente de la minería, lo que permite sostener un déficit externo positivo moderado en el largo plazo».

¿Qué se espera que ocurra con la cuenta corriente?

Finalmente, el vicepresidente del Banco Central y el Gerente de Análisis Macroeconómico, relatan que durante los últimos años la economía chilena ha estado expuesta a un conjunto inédito de shocks y medidas que han generado desequilibrios que requieren ser restituidos para evitar secuelas de largo alcance, incluyendo un elevado déficit de la cuenta corriente.

«En el marco del régimen de metas de inflación, las alzas de la TPM y la depreciación del peso contribuirán al aumento del ahorro privado y la reducción de los desequilibrios de demanda y oferta. También colaborará el mayor ahorro público y la devolución de otros factores, como los altos costos de transporte», adelantan.

Y concluyen: «El incremento del déficit en cuenta corriente en el año móvil terminado en el tercer trimestre se ha debido por tanto a fenómenos distintos (particularmente más inversión) a los que subyacen la tendencia proyectada de moderación de este déficit (mayor ahorro privado y público). Así, se espera que a contar del cuarto trimestre de este año el déficit comience a ceder y se reduzca hacia niveles más sostenibles».

Puedes ver el análisis de García Y Kirchner, aquí.

Balanza de Pagos de Chile by El Mostrador on Scribd

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