El economista Guillermo Larraín se refirió a los nulos avances que ha tenido la reforma de pensiones debido a los cruces de opiniones entre el Gobierno y la oposición. “Hoy día yo creo que el momento es para sentarse nuevamente, discutir, revisar los números”, señaló.
El economista Guillermo Larraín se refirió a los cruces de opiniones entre el Gobierno y la oposición en torno a la propuesta de reforma de pensiones, la que está en un punto muerto.
En conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, el exsuperintendente de las AFP ejemplificó que “si queremos pasar la PGU, digamos, a 500.000 pesos (…) si duplicáramos la PGU hoy día, ¿sabemos cuánto nos cuesta? Nos cuesta cuatro puntos del producto. Entonces, que me digan de dónde van a sacar los cuatro puntos del producto de impuestos para financiar ese incremento de pensiones”.
“Si uno quiere aumentar las pensiones de los deciles, de clase media, va a tener que aumentárselo a todos los deciles previos también. Y, por lo tanto, hace que el costo financiero de eso sea exorbitante”, añadió.
“Chile no está en condiciones de financiar eso hoy día. Y, por lo tanto, la forma de hacerlo es con un mecanismo de solidaridad y contributiva. Todas las declaraciones que se hicieron, y como es típico en todas las elecciones, todas las declaraciones que se hacen previo a las elecciones hay que descontarlas, borrarlas y volver a discutir una vez que ya están zanjadas las elecciones”, criticó.
“Hoy día yo creo que el momento es para sentarse nuevamente, discutir, revisar los números. No hay más, no hay reforma con más datos, con más números, con más análisis. Que es lo que se está discutiendo acá. Entonces, yo creo que hay que realmente llegar a un acuerdo político”, dijo.
En ese sentido reiteró que una reforma de pensiones de esta magnitud se lleva a cabo con acuerdos políticos y no con lo que digan expertos en la materia. “Esto es un acuerdo político, no le echen la culpa a los técnicos. Los técnicos ya hemos dado todo lo que hemos podido dar en términos de análisis y, por lo tanto, hay que tomar una opción política”, señaló.
“Esa es una responsabilidad de los parlamentarios, de los partidos y tienen que hacerse ellos responsables de su incapacidad de llegar a acuerdos”, agregó.
“Hay que llegar a una fórmula que permita que el proyecto se apruebe y nos dejemos de tontear y pelear” en asuntos que impiden el avance de una reforma de pensiones, criticó Larraín.
Considerando conversaciones de años sin avances en pensiones, “cuando uno empieza a jugar con el tiempo de esta forma, (gente) se empieza a irritar” y es posible que busquen soluciones populistas. Estamos empezando a transitar “un camino que es peligroso”.
“La PGU es un instrumento súper valioso, muy caro porque se le entrega al 90% de la población”, pero se va diluyendo cuando se incorpora a los sectores medios de la población. “Si queremos tener una clase media que pueda mantener un nivel de vida en la vejez (…) tenemos que recurrir a un instrumento distinto a la PGU”, remarcó.
Larraín también se refirió a la propuesta del Ejecutivo que distribuye el 6% de cotización adicional con un 1% para fortalecer el empleo formal de mujeres, un 2% para ahorro individual y el 3% restante para el seguro social, la que fue conocida como esquema 1, 2, 3.
Al respecto, Larraín dijo que “es una variante creativa de todas las cosas que se han venido discutiendo durante tanto tiempo”, considerando el 3/3 que había planteado el expresidente Sebastián Piñera.
El 1, 2, 3 “se planteó como una propuesta que supuestamente había sido conversada a nivel social, pero acá el problema es principalmente político” y “tendría que haber sido más incitativa” para poder conversar con la derecha. “Faltó un poco de pulcritud”, dijo.
Por el 1, 2, 3, “plantear esto tan rápido y sin haber hecho la conversación políticamente previa” es un aspecto que se pudo haber hecho mejor”.
