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Opinión: Si los estudiantes y el gobierno quieren logros… que estudien primero


Por Jorge F. Méndez, Coach Life Sucess y Director Grupo Fidelizando Consultores

¡Todos los años los estudiantes! Si no son los pingüinos, son los guasones.  Cada año, lo único que cambia es el gobierno de turno con el que pelean y la creatividad admirable que tienen para sus demandas; mochilazos, bicicleteadas en días de lluvia, semidesnudos, etc. Reconozcámoslo de una vez, la salud no es justa, la educación no es justa, la vida no es justa. ¿Quién dijo que lo sería? Y si alguien lo dijo, qué ingenuo el que creyó.

Quiero decir que me encanta que se expresen, que hagan lo que nosotros no pudimos hacer en otros tiempos de represión y silencio, sin embargo, es sorprendente la nula capacidad de los dirigentes estudiantiles de asumir las consecuencias de sus acciones al mover a sus seguidores.

Que chicos menores de edad se paseen en ropa interior por la calle, que se incendien tres micros, que haya encapuchados en cada marcha haciendo vandalismo o que rompan mil y una vez tiendas de privados son olímpicamente invisibles a su vista. Asumo que tienen poca conciencia del daño que provocan a todos los chicos que sí les importa estudiar y que aceptan en vivir en un país que al menos tiene alternativas de estudio.

Estos últimos saben que de ellos depende su futuro, para poder ser alguien en la vida y que ya dejó de ser entretenido faltar unos días a clase y ahora están aburridos de que no los dejen entrar a su propia casa de estudio.  Dirigentes de este tipo son de mentalidad rígida, ven una realidad distorsionada, no escuchan con amor, sino que ignoran con odio.

Está comprobado que personas de pensamiento dogmático tienen altos niveles de estrés, elevada frustración, déficit en la resolución de conflictos y dificultades en su crecimiento personal.  Los rígidos son pura razón, del otro extremo están los flexibles que por el contrario, son puro corazón.  Tal vez lo ideal sería ser como el camarón, el único ser vivo que tienen el corazón en la cabeza. También ayuda a toda esta actualidad la gran cobertura de los medios, los que para mi gusto son grandes responsables del clima actual chileno.  Por último también hay una tremenda cuota de injerencia de los actuales gobernantes.

El vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, se refirió de esta forma: “Hasta cuándo vamos a tener que tolerar, soportar o permitir que un grupo de dirigentes se sienta por sobre la ley, llamen a marchas no autorizadas, insten a la toma de liceos o de colegios y amenacen con un mes de agosto violento”.

No entiendo, ¿quién debería hacer algo al respecto si no son nuestros gobernantes elegidos?  Es vergonzoso que se conteste así. Es como soltar a tu perro y quejarte que mordió a una persona.  El perro es tuyo. Propongo desde este espacio el entrenamiento.  Dirigentes, ministros e interesados tomen acción en conjunto.  Póngase de acuerdo en la forma primero de cómo quieren llegar a acuerdos. Conversaciones para conversar diría Maturana.

La iniciativa de la Universidad Finis Terrae para preparar líderes negociadores y orientados a acuerdos verdaderos es una muy buena opción.  También hay muchos profesionales en ese campo que ayudan en la oratoria, la programación neurolingüística y la comunicación efectiva.  Antes de hablar con el otro de los temas de fondo que les preocupan, prepárense juntos en la forma.  Antes de ello me niego, me resisto a llamarlos líderes.

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