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Hacienda se aprovecha del extraordinario momento que vive la economía y anuncia histórica emisión de bono


«Es la guinda de la torta», así es como el operador de una mesa de dinero de una corredora local describió el anuncio de que el Gobierno emitió US$ 1.500 millones en bonos en dólares a las tasas más bajas de la historia de Chile.

La tasa para el de 10 años es de 2,3 % y 3,7 % para el bono a 30 años.

El Ministerio de Hacienda informó que la emisión se realizó en dos colocaciones de US$ 750 millones cada una, a 10 y 30 años, logrando una demanda cercana a los US$ 10 mil millones. Es decir, la emisión fue sobresuscrita entre 6 y 7 veces.

“Los mercados hablaron hoy, y lo que hicieron es darle un voto de confianza a Chile”, dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, tras encabezar en Nueva York la exitosa colocación.

El Gobierno se aprovecha de la extraordinaria posición en que se encuentra la economía chilena y decidió salir al mercado internacional de deuda por primera vez en un año.

La economía chilena es la quinta que más crece en el mundo este año, el desempleo cayó a 6,4 %, cerca de su mínimo histórico, y no hay inflación.

De acuerdo a Bloomberg, el bono a 10 años pagará una tasa que es solamente 55 puntos bases mayor a la que ofrece la deuda del Tesoro norteamericano, considerada la deuda menos riesgosa del mundo. El margen del bono a 30 años será de unos 75 puntos bases adicionales.

La rentabilidad del bono que el Gobierno emitió el año pasado cayó a 2,15 % el viernes pasado, un récord. Cuando se emitió en septiembre de 2011, la tasa era de 3,35 %, la más baja en los 200 años como país independiente.

Chile tiene la mejor calificación crediticia de la región y su deuda es considerada más segura que la de China, Corea, Francia y el Estado de Nueva York, entre otros.

Bank of America Merrill Lynch, HSBC y JPMorgan Chase manejaran la colocación.

Tener un bono en el mercado es un beneficio para empresas chilenas que quieren financiarse en dólares, ya que la tasa que paga el Gobierno actua como un «benchmark».

Un analista de Jefferies & Co en Nueva York explicó a Bloomberg que hay un tremendo apetito por la deuda chilena y «el hecho que es escasa y segura la hace muy solicitada».

El lado B de la emisión podría haber sido el impacto que tendrá en el peso. Pero Larraín afirmó que los recursos obtenidos por la colocación «se mantendrán en el extranjero, por lo que no impactarán en la evolución del tipo de cambio. Explicó que en primer lugar estos se utilizarán para la amortización de deuda por US$ 840 millones que tienen vencimiento en enero de 2013.

La moneda chilena ha subido 7,9 % frente al dólar este año, lo que la convierte en la moneda de mejor rendimiento detrás del florín Húngaro, y hay una creciente presión para que el Banco Central intervenga.

Ayer, el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, se sumó a las palabras del ministro de Hacienda, poniendo paños fríos a la idea de una intervención en el mercado cambiario para evitar que el peso se siga fortaleciendo.

Vergara se refirió a las presiones de sectores exportadores que buscan medidas para fortalecer el tipo de cambio (actualmente en un rango de 478 pesos el dólar) y remarcó que, si bien el Instituto Emisor se reserva siempre el derecho a intervenir el mercado cambiario, como lo ha hecho antes, hoy una intervención de ese tipo “no se justifica en estos momentos”.

La noche anterior en Nueva York, Larraín declaraba que la habilidad de Chile para evitar que el peso se fortalezca es limitada, ya que China y el mundo desarrollado están en medio de una guerra de divisas y argumentó que la depreciación de la moneda estadounidense “es una tendencia mundial y no responde a factores internos”.

Larraín resaltó que “no podemos hacer nada si la economía norteamericana tiene el exceso de US$ 40.000 millones por mes en QE. Soy escéptico acerca de los beneficios de QE en la economía americana, pero también me preocupa lo que le hace a mi país y a nuestras economías en los mercados emergentes. Estamos atrapados en el medio de una guerra de divisas”.

Por su parte, Vergara advirtió que “hay que tener cuidado con decir que los problemas de competitividad del sector agrícola son solo por el tipo de cambio, también están la energía y el mercado laboral”.

El año pasado el Banco Central de Chile intervino en el mercado cambiario para debilitar el peso y ayudar al sector exportador. Las operaciones empezaron cuando el peso de transaba en $466.05 por dólar, lo que era su nivel más alto en casi tres años. El plan consistía en comprar US$ 50 millones diarios en el mercado, utilizando un total de US$ 12.000 millones.

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