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El retorno triunfal del apalancamiento: dos de los gigantes del mercado de deuda lo están usando para aumentar retornos


Los rendimientos de los bonos basura cayeron tanto que los mayores inversores en deuda del mundo se están volcando al dinero prestado para obtener retornos, lo que magnificó las pérdidas durante la peor crisis financiera desde la «gran depresión».

Pacific Investment Management Co. de Bill Gross dijo que planea vender US$ 3.300 millones de acciones de su Pimco Dynamic Credit Income Fund, que está en condiciones de convertirse en el mayor fondo cerrado de ganancia imponible. DoubleLine Capital LP lanzará su Income Solutions Fund que puede invertir una cantidad ilimitada de sus activos en deuda de grado especulativo, según una presentación del 15 de enero.

El apalancamiento regresa triunfal para inversores que administran más de US$ 2 billones en tanto los rendimientos de grado especulativo llegan a mínimos récord diariamente en momentos en que la Reserva Federal de los EE.UU. mantiene las tasas de interés de referencia cerca de cero por quinto año. La entidad de inversión en deuda de Blackstone Group LP obtuvo una línea de crédito de US$ 425 millones el mes pasado para su Strategic Credit Fund, que comenzó a operar en septiembre como parte de la mayor ola de ofertas públicas iniciales de fondos cerrados desde 2007.

“Todo el mundo anda en busca de ganancias”, dijo Sangeeta Marfatia, estratega de UBS Securities LLC en Nueva York. Los fondos cerrados “pueden tomar préstamos muy baratos y sin embargo pueden invertir a tasas mucho más altas”.

Flujos entrantes récord

El nuevo fondo de Pimco puede tomar préstamos por hasta el 42 por ciento del activo neto, según una presentación realizada el 25 de enero por la administradora del fondo de bonos más grande del mundo, que tiene su sede central en Newport Beach, California.

Las ofertas públicas iniciales de fondos cerrados, que cotizan en bolsa y buscan aumentar las ganancias utilizando apalancamiento, llegaron a US$ 11.600 millones el año pasado, casi el doble que los US$ 5.900 millones de 2011, según Thomas J. Herzfeld Advisors Inc. Más de la mitad de los nuevos fondos se centraron en inversiones crediticias.

Los inversores que buscan afanosamente mayores retornos el año pasado depositaron una suma sin precedentes de US$ 72.400 millones en fondos que poseen deuda de grado especulativo, calificada por debajo de Baa3 por Moody’s Investors Service y por debajo de BBB- por Standard Poor’s, según los datos de EPFR Global de Cambridge, Massachusetts.

Aunque los rendimientos de categoría basura en los EE.UU. se desplomaron a 6,41 por ciento, los compradores de bonos todavía vuelcan dinero a raudales en esos pagarés en tanto calculan que la economía estadounidense tiene “más riesgo alcista que bajista” en un entorno de tasas bajas, escribieron en una nota del 25 de enero los estrategas de crédito de JPMorgan Chase Co. en Nueva York bajo la dirección de Peter Acciavatti.

El dinero tomado en préstamo e invertido en bonos hipotecarios aceleró las pérdidas durante la crisis crediticia al obligar a los tenedores a vender cuando surgieron “margin calls”, incrementando la oferta y haciendo bajar los precios.

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