El plan de US$ 60.000 millones de Brasil para apuntalar el real no convence a los operadores de que el país pueda revertir la mayor caída de una moneda en los mercados emergentes.
Aunque el real subió 3,7 por ciento después que el banco central dijera que subastaría préstamos en dólares y ofrecería permutas de divisas el 23 de agosto, los operadores de los mercados de opciones afirman que hay una probabilidad del 57 por ciento de que el real se debilite 6 por ciento y toque los 2,5 por dólar a fin de año, muestran los datos que reunió Bloomberg. La baja de 12,7 por ciento del real en lo que va del año contribuyó a incrementar las pérdidas en los bonos locales del gobierno brasileño a 29 por ciento en dólares, el porcentaje más alto entre los países emergentes que sigue JPMorgan Chase.
Los funcionarios presentaron el programa luego de que US$ 45.000 millones de permutas y líneas de crédito no lograron detener una caída del real provocada por la atonía del crecimiento y una inflación persistente. Aunque la medida dará impulso al real a corto plazo, es improbable que permita aumentos sostenidos. Ello, porque los inversores siguen siendo escépticos respecto a que el gobierno pueda reducir el gasto para frenar los aumentos de precios y promover la expansión en la mayor economía de América Latina, advirtieron Citigroup y Barclays.
“El problema que la gente ve en Brasil es una economía con bajo crecimiento y alta inflación”, señaló Dirk Willer, responsable de estrategia de monedas y tasas latinoamericanas de Citigroup, en una entrevista telefónica desde Nueva York. “Esa es la razón fundamental, y la intervención no cambia ninguna de esas cosas”.
El banco central no accedió a formular declaraciones en una respuesta enviada por correo electrónico.
Como parte del programa, el banco central subastará US$ 1.000 millones en préstamos en dólares todos los viernes a partir del 23 de agosto y ofrecerá el equivalente a US$ 500 millones de permutas de divisas todos los días de lunes a jueves, según un comunicado del 22 de agosto. El programa se aplicará hasta el 31 de diciembre.
El real subió a 2,3488 por dólar el 23 de agosto. En los últimos seis meses, bajó 15,6 por ciento, más que ninguna otra moneda de los mercados emergentes, y tocó el nivel más bajo en cuatro años y medio de 2,4549 el 21 de agosto.
Los rendimientos de los bonos de tasa fija de Brasil con vencimiento en 2023 cayeron 43 puntos básicos, o 0,43 punto porcentual, a 11,74 por ciento el 23 de agosto después de alcanzar el récord de 12,25 por ciento el 21 de agosto, según los datos que reunió Bloomberg.
El plan de intervención “debería ayudar a contener la postura excesivamente bajista respecto del real brasileño e incluso a llevarlo de nuevo a la banda de 2,35-2,40”, escribieron los analistas de Barclays Guilherme Loureiro y Marcelo Salomon en un informe enviado por correo electrónico el 23 de agosto. “Pero la medida no debería revertir la tendencia a la debilidad de la moneda, que se ha visto favorecida por los cambios en la política monetaria de los Estados Unidos y la incertidumbre con relación a la política fiscal local”.