Hasta las 16 horas de hoy tienen plazo las sociedades Cascada Norte Grande y Oro Blanco para responder a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) las consultas que, a última hora de ayer, envió la autoridad sobre los motivos para proponer aumentos de capital en ambas firmas.
Las dos sociedades son parte de la estructura de Cascadas, creada por Julio Ponce Lerou para controlar SQM. Ambas llamaron a juntas de accionistas para mañana viernes 11 de octubre, donde buscan aprobar aumentos de capital por US$ 120 millones en Oro Blanco y US$ 92 millones en Norte Grande.
Ponce necesita capital fresco para pagar una costosa deuda que vence a principios del año próximo y así evitar el default. Las AFP y Moneda, accionistas minoritarios en las sociedades, pidieron la suspensión de las juntas. Dicen que falta información y que primero se tiene que zanjar la investigación de la SVS sobre las operaciones entre Ponce, las Cascadas y sociedades relacionadas a Roberto Guzmán, Alberto Le Blanc y Leonidas Vial.
En el mercado reconocen que Coloma está en una encrucijada. De ser coherente con la cargos que ya hizo a Ponce y su círculo, su decisión debería ser un rechazo y convertirse en el héroe de las AFP y los minoritarios. Pero si suspende las juntas y Ponce no consigue el aumento de capital, aparecería como responsable del default de Oro Blanco y eso gatillaría la quiebra del resto de las sociedades Cascadas. “Si la SVS suspende las juntas, será cómplice pasivo de la quiebra de las Cascadas”, afirman en el entorno de Ponce Lerou.
Explican que Oro Blanco debe pagar un crédito con Deutsche Bank de cerca de US$ 120 millones a comienzos de 2014. Esa deuda a 5 años tiene una tasa altísima, 8,5%, y es imperativo retirarla. Si eso no ocurre, se produce el efecto "Cross Default", es decir, no sólo habría incumplimiento en dicha Cascada, sino en cadena en el resto de la estructura, debido a las condiciones que considera cada contrato de deuda firmado con los acreedores. Esto, aseguran fuentes, permitiría a los acreedores pedir la quiebra en las distintas sociedades, desatando la crisis total del grupo.
La situación de estrechez financiera del grupo estalló a fines de julio pasado, cuando se anunció el fin del cartel del potasio en Rusia. Esto hizo desplomarse las acciones de SQM y las Cascadas. Pero en particular la baja de 43% que sufrió SQM-B en agosto. Luego hubo un alza de 7,5% en septiembre, aunque en octubre ha vuelto a caer un 7%.
Como SQM es el activo subyacente principal que da garantía a los contratos de deuda de las Cascadas, el valor sus acciones es clave para respaldar las acreencias. La baja en el precio obliga a elevar las garantías en acciones o simplemente pagar la deuda, que es una de las opciones más ciertas analizadas en las empresas que controla Ponce para superar el complejo momento.
Sin responder directamente las solicitudes de Moneda y las AFP, la SVS pidió a Norte Grande y Oro Blanco que entreguen toda la información relativa a la decisión de proponer los aumentos de capital.
La autoridad solicitó que ambas sociedades informen “las consideraciones económicas y financieras que se han tenido en cuenta para proponer el aumento de capital en comento, señalando los eventuales usos de fondos que se le dará a éste”.
Además, solicita que se indique “cualquier otro antecedente que permita una adecuada comprensión por parte de los accionistas, para decidir respecto a la materia antes señalada, ello sin perjuicio de los requerimientos que efectúen estos mismos en la junta”.
La SVS pide con esto complementar lo que ya le requirió en las últimas semanas para clarificar los planes de las Cascadas. La solicitud no es nueva y, según fuentes de mercado, evidencia la potencial decisión de la SVS de autorizar las juntas de accionistas.
Finalmente, el viernes se repetirá un escenario conocido: las AFP y Moneda reclamando falta de información en las juntas y el grupo controlador usando su mayoría para autorizar las operaciones.
