Para los inversores argentinos, el costo de comprar dólares a través del mercado de bonos aumentará hasta un récord para fin de año en tanto se ahonda la preocupación de que el gobierno implemente medidas para obstruir el acceso a la moneda extranjera después de las elecciones de mitad de mandato que tuvieron lugar esta última semana, según BancTrust Co.
En el mercado llamado del dólar contado con liquidación, donde los inversores obtienen dólares canjeando activos denominados en pesos por pagarés en dólares, el peso se devaluó 10 por ciento hasta 9,26 pesos por dólar en los tres últimos meses. Esto supera la depreciación de 6,7 por ciento del peso al tipo de cambio oficial, el nivel más alto entre las monedas de mercados emergentes después de la rupia indonesa, según datos compilados por Bloomberg.
La demanda de dólares creció debido a las versiones de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ajustará los controles monetarios después de las elecciones del 27 de octubre conforme intenta preservar las reservas menguantes del banco central sin tener que conquistar más votantes. Después de haber ganado la reelección en octubre de 2011, Fernández ordenó a los exportadores repatriar los ingresos en el exterior, prohibió las compras de dólares para ahorro e impuso un impuesto del 20 por ciento sobre las tarjetas de crédito en el exterior. El peso se debilitará hasta 10,5 a 11 pesos por dólar para fin de año en el tipo de cambio de contado con liquidación, dijo BancTrust.
“El gobierno está en un callejón sin salida porque estas distorsiones crecientes son difíciles de desmontar”, dijo en una entrevista telefónica desde Miami Hernan Yellati, director de investigación en BancTrust. “Eso exigirá un plan integral de medidas con un impacto significativo sobre la confianza que probablemente llegará recién con el próximo gobierno en 2015”.
Reservas se desvanecen
La alianza de Fernández retuvo su mayoría en el Congreso en la elección del 27 de octubre pese a recibir apenas 33 por ciento de los votos a nivel nacional, en comparación con el 54 por ciento en 2011. El principal candidato de Fernández en la provincia de Buenos Aires perdió frente al ex jefe de Gabinete y líder de la oposición Sergio Massa por 12 puntos porcentuales.
Desde que se impusieron los controles sobre los capitales hace dos años, las reservas del país en moneda extranjera cayeron 29 por ciento hasta un mínimo en seis años de US$34.000 millones. Las reservas, que el gobierno utiliza para pagar a los bonistas antes que endeudarse en el exterior a tasas del 11,47 por ciento, ahora respaldan apenas un 30 por ciento de las obligaciones de deuda pendientes por US$116.000 millones.
Los fondos del banco central están menguando por los pagos de deuda, las importaciones de energía y un déficit turístico que se amplía, impulsado por los argentinos que gastan con tarjetas de crédito en el exterior para eludir los controles de Fernández en el país. Si bien el gobierno aplica a las tarjetas el tipo de cambio oficial más un impuesto del 20 por ciento, continúa siendo más barato que recurrir al mercado negro o al dólar de contado con liquidación.
Los argentinos se han volcado a un mercado callejero ilegal para proteger sus ahorros frente a una tasa de inflación de aproximadamente 25 por ciento, pagando 10,05 pesos por dólar, el precio más alto desde un récord de 10,45 por dólar el 5 de mayo, según datos compilados por Ambito.com.
Para achicar la brecha y volver más competitivas las exportaciones, el gobierno ha acelerado el ritmo de la devaluación para el peso, permitiendo que la moneda caiga un 16,6 por ciento este año, el doble que en el mismo período un año antes.
