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Los precios de Manhattan no conocen la palabra crisis


“¿Esta tienda es nueva?”. Es la pregunta que últimamente asalta al viandante que pasea por las principales calles de Nueva York. Es, por ejemplo, la cuestión que surge al pasar por el local que acaba de inaugurar Michael Jordan junto al Madison Square Garden o por el 100 Montaditos recién estrenado en Greenwich Village. Y será también la pregunta que se harán muchos cuando Amancio Ortega abra otro Zara en el World Trade Center, como anunció la semana pasada.

La apuesta del grupo español, que ha firmado un arrendamiento por 15 años de un edificio de 2.800 metros cuadrados, no llega en un momento cualquiera. Lo hace cuando el mercado de oficinas y locales comerciales de Manhattan deja atrás la crisis para volver a los niveles de 2008, año en el que estalló la debacle subprime.

En concreto, el precio medio de los alquileres comerciales alcanzó en el cuarto trimestre de 2013 los US$ 566,7 por metro cuadrado, un 4,2% más que en el mismo periodo de 2012 y la cifra más alta desde finales de 2008. Entonces rozaba los US$ 590, de acuerdo a los informes de Reis, firma dedicada a la investigación inmobiliaria.

Hay otros datos que confirman que el ladrillo se reactiva: en todo 2013, el espacio alquilado en Manhattan ascendió a 3.223.700 metros cuadrados, el mejor registro en trece años, según los datos de Studley, otra firma de investigación. Sólo en el cuarto trimestre, se batió un récord, al cerrarse acuerdos por 1,2 millones de metros cuadrados, lejísimos de los 538.840 metros cuadrados de un año antes.

Así es que, aunque aún sea débil, la recuperación del mercado comercial ya ha llegado a la Gran Manzana, que mira al futuro con optimismo. “Este año puede ser mejor que 2013”, avisan en Reis, donde confían en que el mayor entendimiento en el Congreso en asuntos fiscales anime la inversión inmobiliaria. De momento, Nueva York ya ha conseguido alzarse como la ciudad de EEUU con menos espacio libre para nuevas empresas, lo que explica la rapidez en la firma de acuerdos.

La tasa de disponibilidad, que mide los espacios vacíos y las oficinas cuyos contratos vencen y quedarán desocupados en los próximos doce meses, se sitúa hoy en el 9,9%, lejos del 16,9% de media del país y del 17,6% que se alcanzó durante la crisis.

Hay signos especialmente esperanzadores. Uno de ellos es el éxodo de las empresas al centro de la ciudad lo que, según los expertos, es un claro síntoma de recuperación. Así, la tasa de disponibilidad en Midtown (el corazón de Manhattan) queda ahora por debajo del 9%, gracias al crecimiento de empresas energéticas, medios de comunicación y tecnológicas, como Google, Twitter o Facebook, que han elegido esa zona para estrenar oficinas. Amenazas Aunque no todo son buenas noticias.

Nueva York es muy dependiente de la actividad de Wall Street. Y los grandes bancos están reduciendo su tamaño al calor de las nuevas regulaciones, que se implementarán con fuerza a partir del año que viene y que amenazan con reducir su tamaño. Esto hace esperar que la recuperación sea más lenta de lo deseado.

El problema, para más inri, no se limita al sector financiero, según Studley. “Los principales usuarios del espacio de oficinas de Manhattan como grandes bancos, estudios jurídicos y una amplia gama de servicios profesionales y empresariales siguen enfocados en contener costos”, advierten.

La firma explica que las empresas se están centrando ahora en «hacer que el espacio rinda más», aprovechando hasta el último metro de sus oficinas ya ocupadas. Tampoco ayuda el mercado laboral. «La demanda sigue siendo débil porque la mayor parte del crecimiento del empleo viene de trabajos mal remunerados, poco cualificados, que no usan oficinas», avisa Reis.

La buena noticia es que estos factores frenan la velocidad del cambio. Pero no la reactivación en sí misma que, según el consenso de mercado, respirará a pleno pulmón en dos años, dejando así un razonable plazo para plantearse la opción de emprender en la Gran Manzana.

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