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Opinión: Beneficios a la medida de cada trabajador


Un joven que recién comienza a trabajar está interesado en aprender, tener experiencias nuevas, viajar y quizás ahorrar un poco para irse a vivir solo. Por su parte, una mujer casada y con hijos buscará tener una jornada laboral que le permita compatibilizar el trabajo con su vida familiar. En cambio, un trabajador que bordea los 60 años está pensando en su retiro, en pagar los estudios universitarios de sus hijos y probablemente en su salud.

Así de variadas son las necesidades, los intereses y los gustos de las distintas generaciones que hoy conviven bajo un mismo techo laboral. Las empresas han tenido que adaptarse para enfrentar el desafío de retener y motivar a su gente, ajustándose a las características específicas de sus empleados.

Pero ya no sólo se trata de pagar más. Hoy se tiene que compensar mejor. El esquema de beneficios tradicionales igual y parejo para todos los trabajadores, ya no es suficiente para motivar a los empleados. Todas las diferencias asociadas a los distintos ciclos de vida dan cuenta de la importancia de flexibilizar los beneficios y que los empleados puedan optar de forma activa sobre qué es lo que más les acomoda.

A pesar de que el modelo no es nuevo, el sistema de beneficios flexibles, que combina compensaciones monetarias y no monetarias –como bonos y días libres, gimnasio, horario flexible, entre otros– es uno poco frecuente en las empresas por varios mitos que es necesario derribar.

Se cree que hay que realizar una gran inversión para compensar a los empleados que monetariamente reciben menos beneficios, pero esto no necesariamente es así, porque un empleado joven, por ejemplo, valorará mucho más tener días libres o un horario flexible, lo que no significa una inversión monetaria directa para la organización.

También se piensa que se requiere de una carga administrativa mayor para las áreas de recursos humanos. No obstante, el desarrollo actual de la tecnología permite que sea mucho más simple de administrar un programa de beneficios individual por empleado, incluso vía Internet, permitiendo al trabajador hacer partícipe a su grupo familiar al momento de elegir sus beneficios.

Por último, se cree que es un sistema que no se puede implementar cuando se tiene empleados con contrato colectivo, lo que también es falso. Sólo basta con presentarle las reglas claras al sindicato sobre el funcionamiento y generar un consenso sobre la implementación de este sistema.

La tendencia de otorgar beneficios flexibles en Chile ha ido en aumento en los últimos años, pero aún falta camino por recorrer. Lo primero es lograr un cambio de mentalidad en empleados y empleadores. Es clave que las empresas comiencen a replicar las prácticas que han resultado ser más competitivas en el mercado y tengan conciencia de que todos ganan: ¿los empleados?, la posibilidad de elegir, entre una amplia gama de beneficios, aquellos que más les acomoden; ¿las empresas?, la opción de desarrollar una propuesta de valor diferenciadora para sus colaboradores, lo que sin duda hará de ellos trabajadores más comprometidos, motivados y dispuestos a alinearse con las metas de la organización.

Paola Rubio, Líder de Beneficios Flexibles de Mercer Chile

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