El martes pasado, el empresariado chileno expresó, a través de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), sus reparos a la Reforma Tributaria impulsada por el gobierno de Michelle Bachelet. Lo hizo ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, donde el gremio pidió más tiempo para un "análisis profundo e informado" y que los distintos sectores sean escuchados.
A mitad de semana, los líderes empresariales Andrónico Luksic y Bernardo Matte volvieron a expresar su preocupación ante el proyecto.
El empresario y presidente de Quiñenco, Andrónico Luksic Craig, aseguró estar confiado en que los parlamentarios considerarán los efectos negativos que podría traer consigo la implementación de la Reforma Tributaria impulsada por el gobierno de Michelle Bachelet.
“No puedo terminar estas palabras sin manifestar nuestra preocupación respecto del proyecto de reforma tributaria presentado al análisis del Congreso Nacional, el cual considera un fuerte incremento a los tributos de las bebidas alcohólicas y azucaradas”, sostuvo en la junta de accionistas de CCU.
“Confiamos que los legisladores hagan un profundo estudio a fondo que pueda considerar los efectos que estimamos negativos en su eventual aplicación”, dijo Luksic.
“Para lo anterior estamos desde ya a su disposición, con el propósito de manifestarles y darles a conocer los efectos que estos tributos tendrían, a fin de que puedan resolver con una mejor comprensión el alcance que dicha reforma generaría para la materia que nos preocupa”, concluyó.
Por su parte, Bernardo Matte manifestó su parecer a través de una comunicación interna entre directivos y ejecutivos de la Asociación de Bancos (ABIF). En ésta, pidió al gremio de los bancos tener una postura más dura frente a la iniciativa, según publica hoy Diario Financiero.
"La primera impresión de la reforma tributaria propuesta por el gobierno es muy mala y de gran impacto negativo para el futuro de Chile (…) no es el alza de impuesto de 20% a 25%, ni el FUT. Es mucho más que eso", apuntó Matte.
Idea que fue compartida por el presidente del Banco Santander, Mauricio Larraín, quien aseguró: "También me he ido formando la convicción de que esta reforma, tal como está planteada, va a ser muy negativa para el país".
