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Pacheco entierra a HidroAysén culpando a empresas pero deja vivas a hidroeléctricas

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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“¿Quién me va a dar explicaciones?”, preguntaba satisfecho el ministro de Energía Máximo Pacheco al ingresar a la sala de prensa de su cartera al mediodía de ayer, minutos después que el Comité de Ministros que él integra le pusiera la lápida al proyecto HidroAysén de Endesa y Colbún, revocando la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) otorgada en 2011.

Con su conocida locuacidad, el ministro esperaba reconocimiento frente a la decisión que habían tomado y que era un secreto a voces en la industria. Lo de ayer sólo fue una constatación de una decisión que ya había sido tomada y que la propia Presidenta y representantes del Ejecutivo habían adelantado.

Al anunciar la decisión, Pacheco y el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, no dejaron dudas sobre las fallas del proyecto hidroeléctrico que buscaba generar 2.750 MW e invertir US$ 5.000 millones. Aseguraron que había problemas de ejecución y que la decisión daba una señal clara de que las centrales futuras debían respetar la opinión de las comunidades a las que los proyectos impactan.

Ya en su oficina, Pacheco ahondaba en las falencias de Colbún y Endesa. “Creo que este es un proyecto que tiene aspectos muy importantes que están poco pensados o insuficientemente pensados, pero, por sobre todo, en mi opinión este proyecto está mal ejecutado. No se puede hoy en nuestro país ejecutar proyectos como éste sin pensar en la gente a quien el proyecto afecta. No se puede tratar este tema en forma inadecuada e insuficiente por las familias a quienes se impacta. Es una gran lección que debemos sacar de la discusión”.

La muerte de HidroAysén significó un crédito político profundo a Pacheco, de cara a la implementación de su agenda energética, la cual, si bien deja claro un impulso al GNL y anuncia respaldo a la hidroelectricidad, no ha sido clara en cómo se llenarán las necesidades de energía en los próximos años.

Badenier lo acompañó en su crítica a Colbún y Endesa. “No nos sentimos obligados a aprobar malos proyectos”, lanzó en una entrevista durante la tarde, explicando que, si bien existen necesidades de electricidad, su solución no será a cualquier costo.

Las causas de la caída

Aunque el Comité de Ministros argumentó con tres incumplimientos de HidroAysén a partir de las reclamaciones presentadas por las comunidades sureñas, lo cierto es que la decisión estaba tomada.

Lo dejó claro la ex ministra de Medio Ambiente de Piñera, María Ignacia Benítez. “Toda la discusión de los motivos para rechazar el proyecto hoy son pura música. Bachelet dijo en la campaña presidencial que era inviable, así es que era la crónica de una muerte anunciada”, afirmó, reconociendo que, de los motivos cuestionados por el Comité, dos de ellos ya los había aprobado el Comité que ella integró.

Junto con ello, Bachelet sabía que políticamente era inabordable aprobar el proyecto y el costo en contra, si tomaba una decisión distinta a la adoptada, era incalculable. Por ello, desde la UDI afirmaron que el gobierno había cedido a la “demanda de la calle”, mientras desde RN advirtieron que lo preocupante era el camino “zigzagueante” que había seguido la evaluación de HidroAysén.

Pero la última arista sobre el fin de HidroAysén la dio el propio Piñera. Ayer, en un encuentro privado con empresarios organizado por BTG Pactual Chile, el ex mandatario señaló que Colbún y Endesa habían cometido errores en el proyecto, y reconoció también que no era posible dar el sí a dicho megaproyecto, pues terminaría de consolidar la excesiva concentración de la oferta eléctrica en el país.

Hidro vive

Pacheco se adelantó a justificar su decisión cuestionando el rol de las empresas en el proceso. Así, tuvo el espacio para defender con fuerza la posibilidad de que se puedan evaluar centrales hidroeléctricas en el futuro, incluso en la Patagonia. “Creo que hay que ser muy categórico, vamos a apoyar el desarrollo de proyectos de energía basados en recursos hídricos, es una política de Estado”, advirtió, añadiendo que lo de ayer fue sólo la evaluación de “un proyecto específico, no fue una discusión sobre política energética respecto de usar o no los recursos hídricos”.

De paso, el secretario de Estado minimizó el impacto de la medida en las necesidades de nuevas centrales en los próximos años. Recordó que en el plan de obras de la Comisión Nacional de Energía (CNE), que proyecta las iniciativas de los próximos 10 años, sólo estaban considerados 340 MW del total de los 2.750 MW previstos en HidroAysén.

Sin embargo, Pacheco negó que la inviabilidad de HidroAysén vaya a provocar alzas de las cuentas de la luz, ya que si ello ocurriera sería por la falta de inversiones en los años anteriores. Por eso, destacó la importancia de la agenda energética anunciada en mayo pasado y que pone al GNL como prioridad (incluyendo la interconexión con el SING, donde está aumentando la capacidad de generación a gas), además del impulso a las ERNC, así como una apuesta de eficiencia energética. De las tradicionales fuentes de energía de carbón, el gobierno ha dicho poco, adelantando solamente que impulsarán un espacio de acercamiento entre las empresas y las comunidades donde quieran instalarse.

Junto con ello, Pacheco hizo una jugada maestra al anunciar la “asesoría” ad honorem que le dará el ex candidato presidencial de la derecha en 2013 y ex ministro de Economía de Piñera, Pablo Longueira, para lograr la aprobación de la agenda.

Con ello, dicen en la Nueva Mayoría, Pacheco tiende puentes con la derecha o, al menos, se blinda parcialmente para avanzar sin grandes dificultades en las medidas que anuncie en los próximos meses.

Pero los privados no están tranquilos. Nadie quiere disputas con Pacheco, pero se encargan de lanzar advertencias. Rodrigo Castillo, de Empresas Eléctricas AG, dijo que aunque está bien que el Comité zanjara el tema HidroAysén, es necesario tener claridad respecto a con qué se va a reemplazar la energía que no aportará, aunque adelantó que la ausencia de inversiones que arrastra el país hará subir las tarifas de electricidad.

René Muga, del gremio de las generadoras, apuntó en la misma línea, señalando que no son muchas las alternativas y que las ERNC no son suficientes.

Desde el gremio minero Sonami y la Sociedad Nacional de Agricultura, criticaron la decisión, advirtiendo la urgencia de buscar alternativas de proyectos para cubrir el hueco que dejará HidroAysén.

Próximos pasos

HidroAysén no habló públicamente ayer. El silencio que guardaron no implica que habrá reacción. El Sistema de Evaluación Ambiental deberá notificarle a la empresa la resolución del Comité de Ministros, lo que ocurriría a fines de este mes.

Luego, la compañía tendrá 30 días para apelar a los Tribunal Ambiental de Valdivia. La otra vía es demandar al Estado ante el Ciadi. Ninguna de las dos posibilidades de reclamaciones es mal vista por Pacheco, al menos públicamente.

En todo caso, el titular de la cartera de Energía aseguró que en la reunión del Comité trabajaron en una resolución que cubra todos los posibles escenarios jurídicos para no ser cuestionados en los tribunales, incluyendo el fallo de la Corte Suprema que declaró legal la RCA de HidroAysén.

Para Colbún y Endesa, en tanto, la muerte de su principal proyecto de generación en los próximos años no será gratis. Ha invertido US$ 320 millones y desde ahora deberán reconocer en sus estados financieros al menos US$ 256 millones por la valorización libro del proyecto.

Según un informe de Banchile, Colbún será duramente afectado, pues vería una disminución de casi la mitad (49,4%) de sus ganancias antes de impuestos previstas para 2014. Endesa Chile, en tanto, sólo sufrirá un impacto del 9,5% de sus ganancias antes de tributos proyectadas para el año.

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