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AFP Habitat en su día más político: propone pensión ‘mutualizada’ y advierte urgencia por cambios

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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La AFP díscola hizo su aparición ayer en la Comisión Bravo, que estudia cambios al sistema de pensiones creado en Dictadura en 1981. Lo hizo a través de su presidente, Juan Benavides, y el gerente general Cristián Rodríguez, en presentaciones separadas.

Y lo que dijeron no dejó a nadie indiferente: hay que mutualizar las pensiones e igualar a 65 años la edad jubilación de las mujeres con los hombres.

Benavides y Rodríguez plantearon la necesidad de tomar medidas en forma urgente, no seguir postergando decisiones que tendrán impactos inevitables, recordando que ya en el gobierno anterior de Bachelet la Comisión Marcel recomendó medidas que finalmente no se concretaron.

La AFP díscola

Habitat, la administradora ligada a la Cámara Chilena de la Construcción (Cchc), no pasa inadvertida. Su ex presidente, José Antonio Guzmán, fue conocido por disputas agrias con el presidente de SQM, Julio Ponce, a propósito del caso Cascadas, y tuvo además duros roces con Enersis por una operación de aumento de capital hace dos años. Antes de dejar su cargo hace tres meses, dejó helados a varios empresarios al criticar el rol de los mismos frente a casos como La Polar y Cascadas.

Hoy, con Benavides a la cabeza, la AFP sigue dando que hablar. Ayer, ante la Comisión Bravo, dio detalles de sus propuestas, algunas ya conocidas, donde plantea la necesidad de que el Estado se haga cargo de la pensión de quienes cotizaron poco, al tiempo que propuso que los empleadores paguen un alza de las cotizaciones.

Urgencia

La presentación de Habitat tuvo un tono abiertamente político, poco acostumbrado en la industria. Recordó que la Comisión Marcel hizo recomendaciones que no fueron completamente acogidas por el primer gobierno de Bachelet, aunque reconoció que la reforma previsional aprobada en ese momento “consolidó” el sistema iniciado en 1981.

Benavides y Rodríguez admitieron que el modelo de capitalización individual puede ser perfeccionado, aunque pidieron compromiso político. “Si no se tiene la voluntad política de introducir las medidas que hemos propuesto y sobre las cuales hay amplio consenso sobre su capacidad de mejorar las pensiones, la situación se agravará inevitablemente”.

En este sentido, recalcaron que es imprudente no tomar medidas ahora, haciendo un llamado al gobierno a concretar los cambios. “Prevenir la frustración y evitar la improvisación debe ser el objetivo de una reforma previsional, ya que el efecto de los cambios se verá en el largo plazo y ya hemos perdido al menos seis años en su implementación”, enfatizaron.

Los representantes de Habitat, además, hincaron el diente en el rol del Estado para mejorar las pensiones de quienes han cotizado poco o nada, por causas que no son adjudicables ni a esos trabajadores ni al Estado.

“Tenemos casos a quienes pagamos $240 de pensión porque esa persona cotizó una sola vez en su vida y la ley nos obliga a pagarle esa cotización como si fuera una pensión calculada de acuerdo a su expectativa de vida. Lo lógico es que esa persona reciba una pensión solidaria y la AFP le pague íntegramente esa cotización en un sólo monto, pues este tipo de situaciones han creado una realidad paralela y una falsa percepción sobre la capacidad del sistema de pagar buenas pensiones”, expresó Cristián Rodríguez.

Propuestas de mutualización

Junto con proponer que la cotización se eleve desde el actual 10% del sueldo bruto de los trabajadores (escalonadamente en el tiempo hasta 15%) con cargo a los empleadores e igualar a 65 años la edad jubilación de las mujeres con los hombres, Habitat apuntó a otras modificaciones.

Una de ellas implica crear una nueva fórmula de pensión. Hoy las personas se retiran por dos vías: un retiro programado con la AFP y una renta vitalicia con aseguradoras.

En el primer caso, los ahorros de los jubilados se distribuyen a lo largo del tiempo, dejando siempre un pedazo de ellos guardado incluso hasta los 110 años. Como nadie llega a esa edad e incluso algunos mueren al poco tiempo que se jubilan, Habitat propuso el Retiro Programado Mutualizado.

Este busca que los pensionados renuncien a que su dinero se transforme en una herencia para sus hijos o para el viudo o viuda. La propuesta apunta a que, en forma voluntaria, los pensionados renuncien a esa herencia y su dinero sea cargado a un pozo que aumente los ahorros de los jubilados que vivan más años.

Así, se verán beneficiados con mayor pensión los que vivan más. Las estimaciones de Habitat indican que, en promedio, entre un 20% y un 30% de los ahorros de los jubilados pasan a herencia, mientras que si fueran aportados al pozo de los jubilados les subiría alrededor de un 25% la pensión.

Esta fórmula sólo funcionaría para los retiros programados y para quienes se sumen voluntariamente a esta modalidad. Según estimaciones iniciales, para que funcione el sistema se requerirían unos 5 mil jubilados que se sumen, y dado que al año 60 mil personas se pensionan, sería una alternativa factible.

Tal idea no es nueva: la ocupa un fondo de pensiones de profesores en Estados Unidos, donde se acumulan incluso montos superiores a todo el sistema de pensiones chileno.

Además, la AFP planteó que el Estado defina una pensión mínima superior a la Pensión Básica Solidaria (PBS) actual de $ 85 mil y que esa jubilación sea financiada por el Estado.

Habitat alegó que no es efectivo que pague pensiones de $ 187 mil promedio. Dijo que esa cifra oculta una gran cantidad de afiliados que cotizaron casi una o pocas veces en todo su período laboral, pero que están obligados a darle un cheque mensual, incluso en el extremo de $ 250, por ley.

Aseguraron que, incluyendo sólo a los pensionados que cotizaron por 30 años, el promedio de pensiones que pagan es de $486 mil y, con 20 años, de $ 346 mil.

Eliminar tope imponible y abrir opciones de inversión

Al mismo tiempo, Habitat propuso que se elimine en el tiempo el tope imponible. Hoy, todos los que ganan sobre $1,5 millón mensual bruto están cotizando por menos del 10% de su sueldo, lo que significa que están acumulando menos plata respecto de su ingreso. Esto, porque la ley impide que una persona que gana sobre esa remuneración cotice respecto de un sueldo más alto.

Aunque se ha elevado en el tiempo ese tope, la realidad es preocupante. En 1981 –dicen en la AFP–, el 1% de los afiliados llegaba a ese tope, pero hoy es  más del 10%, por lo que ese grupo se verá frustrado respecto de su pensión cuando se jubile por cotizar menos de lo que debe.

Junto con ello, la AFP pidió que se flexibilice el régimen de inversiones del sistema. En particular, para que puedan invertir más dinero en activos hoy llamados restringidos –que incluyen fondos inmobiliarios, private equity, proyectos de concesiones y otros–, donde hoy sólo pueden invertir en forma indirecta a través de fondos de inversión y un límite estrecho.

Esto se hizo en 1981 y buscaba que las AFP manejarán inversiones líquidas, es decir, que pudieran rescatar rápidamente en caso de shock de liquidez. Pero hoy, dado que el sistema maneja montos superiores a US$ 160 mil millones y que los desembolsos están planificados para varías décadas más, creen posible que se permita modificar.

Aseguran que esos activos “restringidos” generan niveles de rentabilidad mensual incluso de hasta 3 puntos porcentuales más, lo que ayudaría a mejorar el rendimiento de los fondos.

La AFP presentó 28 medidas en total, las que se suman a dos planteadas en abril pasado, cuando propusieron compensar parte de las pérdidas en los fondos que se generen en un año, devolviendo parte de las comisiones cobradas y dando un bono a los nuevos hijos de sus afiliados.

La presencia de los ejecutivos de la AFP en la Comisión no fue del todo feliz. Un centenar de trabajadores de la empresa que se encuentran en huelga les pidieron una reunión para buscar una salida al conflicto, el cual dura ya un mes.

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