Si vamos a hablar de salario mínimo, creo que la discusión sobre lo escaso del aumento está acabada. Hay consenso sobre aquello, y es de los peores de los últimos años. La actuación de la CUT en cuanto a presionar a un Gobierno y a otros no, por mejores salarios, es para un artículo aparte.
Así, creo que, para hablar de sueldo mínimo, debemos centrarnos en dos puntos, donde el primero debe generar discusión sobre el segundo: 1) los parámetros que se usaron para fijarlo; 2) el mecanismo por el que deberíamos luchar para fijarlo.
¿Hubo algún parámetro, estudio o análisis para definir que el sueldo mínimo aumentara a $225.000, y luego a $241.000 en julio de 2015, y $250.000 en enero de 2016? La respuesta es no. El aumento, como lo conversé con un querido experto, es “al ojo”.
Para proponer el sueldo mínimo no se hacen proyecciones de IPC, no se evalúa la inflación esperada, cuánto ha disminuido, aumentado o se espera que disminuya o aumente la productividad. Así, hay cero criterios técnicos.
Por otra parte, quien “representa” a los trabajadores no hace valer ningún argumento técnico para exigir un determinado salario, su único argumento es la marcha, la movilización, el paro.
Estos dirigentes llegan con una idea fija ($250.000) y se van bajando en la medida que les dicen que no. Así de fácil se negocia el sueldo mínimo en Chile.
¿Cuándo se entenderá que la fuerza de los argumentos, de las ideas, hace que cualquier Administración ceda y entienda la necesidad de un sueldo mayor?
En el mismo sentido, no hay vuelta atrás. El Ministro de Hacienda, Alberto Arenas, manifestó, hace algunos días, que esta fórmula no tiene salida, sería lo acordado, y ante una desaceleración o baja importante en la productividad, el salario ya está fijado y es inamovible para enero de 2016, ni con crisis mundial se baja. Del mismo modo, cabe preguntarse ¿qué pasa si la economía se reactiva en seis meses más? ¿Los sueldos mínimos esperarán hasta enero de 2016? ¿Cuándo veremos entrar a un dirigente a La Moneda junto a un grupo de expertos respetables a plantear las necesidades del sueldo mínimo?
Así, el segundo punto, es de simple desarrollo. Debemos lograr implementar alguna forma de mecanismo que, sobre la base de criterios técnicos, establezca cuál era el aumento del sueldo mínimo año a año, esa discusión debe despolitizarse y pasar a ser técnica, en virtud del bienestar de los trabajadores que viven con un sueldo mínimo, y que les permita obtener los mínimos necesarios en cuanto a seguridad y derechos sociales, tal como lo piden los organismos internacionales.
