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El arduo trabajo de Hacienda con los diputados y senadores de la Nueva Mayoría

El arduo trabajo de Hacienda con los diputados y senadores de la Nueva Mayoría


La primera señal pública la dio el senador Carlos Montes al anunciar que estaban zanjadas las diferencias en torno a la reinversión de utilidades. Ello ocurrió la noche del martes.

Horas antes el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, se había reunido con los cinco senadores integrantes de la Comisión de Hacienda y suscriptores del Protocolo de Entendimiento de inicios de julio. Todos ellos, desde Juan Antonio Coloma (UDI) y José García Ruminot (RN) hasta Andrés Zaldívar (DC), Ricardo Lagos (PPD) y Carlos Montes (PS), ratificaron la idea de honrar el acuerdo, aseguran fuentes de gobierno.

La segunda señal se hizo pública ayer en la tarde cuando, tras un encuentro con los 5 jefes de bancada de la Cámara de Diputados, el presidente de este organismo, Aldo Cornejo, dio por concluido el proceso de indicaciones y no sólo eso, también dijo que el gobierno había acogido gran parte de las indicaciones y propuestas de los diputados.

Una declaración inaudita si se piensa que el presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, Pablo Lorenzini, había llamado el martes al ministro Arenas a no bajarse los pantalones.

Dichos poco elegantes, pero que dan cuenta de la alta tensión que vivió Hacienda en los últimos días. El fin de semana, la relación con los técnicos de derecha pasó por altos y bajos, debido a que se dio por suspendida la mesa técnica porque se estimó que el gobierno estaba tratando de poner demasiados límites a la reinversión de utilidades. Hubo suspicaces que vieron, en este intento de abandono, el último esfuerzo de Sebastián Piñera por echar abajo la Reforma Tributaria. El domingo, sin embargo, las posiciones se ablandaron y el equipo económico acordó no discriminar por tipo de reinversión ni ponerle plazos a la posibilidad de diferir el pago de impuestos.

Pero mientras el flanco derecho se allanaba, el izquierdo encendía las luces rojas. Desde un inicio, Montes fue reacio a firmar el protocolo, pues entendía que era alta la probabilidad de que existieran forados para la elusión. Sin embargo, lo tuvo que hacer movido por el argumento de que era el acuerdo negociado por un ministro socialista y respaldado por una Presidenta socialista. De ahí en adelante, el parlamentario se concentró en un listado de 14 forados que se prestaban para la elusión y, en el camino, se le sumó Ricardo Lagos, quien había cumplido un rol relevante a la hora de convencer a la bancada socialista de firmar el documento de entendimiento.

Finalmente, el argumento que habría amainado a ambos parlamentarios fue que, más que una identificación de los mecanismos de elusión, lo que el acuerdo permitía era una norma más potente antielusión y en eso la derecha estaba comprometida. En el gobierno ponen como ejemplo que ya será un avance el hecho de que todas las empresas tengan que registrar el tipo, los montos y destinos de sus reinversiones y que, si no cumplen con esta obligación, van a ser duramente sancionadas.

Pero eso no fue lo único que dejó tranquilo a Montes. Según lo que expresó a CNN Chile, también lo calmó el hecho de que se eliminara la posibilidad de reinvertir utilidades por parte de una persona natural sin que se considere retiro si lo hace dentro de un plazo de 20 días.

Aplacar a la Cámara de Diputados

Una de las conclusiones que sacó el equipo de Hacienda, una vez firmado el protocolo, es que había que atender al enojo de los diputados. Mal que mal, los parlamentarios de la Cámara Baja estaban pagando los costos de haber cumplido el trato de despachar lo antes posible el proyecto de Reforma Tributaria con cambios menores para salvar la dignidad del cargo, y ver, después, cómo el proyecto era prácticamente rehecho en su paso por la Comisión de Hacienda del Senado.

La otra conclusión es que, más que enfocarse en comportamientos individuales, había que preservar las relaciones institucionales desde el día 1 de firmado el documento de entendimiento. Por eso se trabajó en paralelo, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, porque no se podía llegar a fines de agosto con un proyecto ajeno a esta última.

Hubo varias reuniones que buscaron acercar posiciones con diputados del Partido Comunista, de la Izquierda Ciudadana, del Partido Radical y del resto de las colectividades políticas.

Ese trabajo culminó ayer con el encuentro con los 5 jefes de bancada –Matías Walker (DC), Pepe Auth (PPD), Marcelo Schilling (PS), Marcos Espinosa (PRSD) y Hugo Gutiérrez (PC)– y el presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo. Pero el respaldo que recibió el equipo de Arenas pasó por el acuerdo de que el proyecto entraría, en su tercer trámite, a la Comisión de Hacienda de los diputados.

A este encuentro se agregó el almuerzo con el presidente del Partido Radical Socialdemócrata y vocero de la Nueva Mayoría, Ernesto Velasco, además de los timoneles de la Democracia Cristiana, senador Ignacio Walker; del Partido Socialista, diputado Osvaldo Andrade; Partido por la Democracia, senador Jaime Quintana; Partido Comunista, diputado Guillermo Teillier; Movimiento Amplio Social, senador Alejandro Navarro; e Izquierda Ciudadana, Cristián Méndez.

Todo aquello para demostrar que las fuerzas estaban alineadas en pos de la aprobación de la Reforma Tributaria y qué mejor muestra de ello que aparecer en la foto. Un gesto protocolar que puede ser tomado como parte del show, pero que en la simbología de Hacienda parece tener tanto peso como una escritura ante notario.

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