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Alsacia entra en default para seguir operando el Transantiago

Alsacia entra en default para seguir operando el Transantiago

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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La principal operadora de buses del Transantiago entró en default. Su estrecha situación financiera, que explican como una consecuencia de los cambios realizados a sus contratos por la autoridad gubernamental, no dio para más y decidió no efectuar el pago de la cuota de US$ 39 millones que debían cumplir hoy.

Según relatan, esta decisión permite “asegurar la continuidad del transporte público en la capital”.

Sin embargo, la compañía informó que la decisión de no cancelar la cuota se hace habiendo alcanzado un preacuerdo con los tenedores de bonos de la compañía para iniciar un proceso de reestructuración de su deuda, el cual finalizaría al cierre de 2014.

La cuota que debía pagar hoy correspondía a la séptima del bono de US$ 464 millones colocado en febrero de 2011 en Nueva York por JP Morgan y Bank of America Merril Lynch, de cual han cancelado ya US$ 220 millones, entre amortizaciones de capital e intereses.

“Las partes están trabajando en un proceso de perfeccionamiento legal de esta restructuración financiera con base en los principios contenidos en un term sheet, ya acordado, que permitirá a la empresa antes de fin de año, modificar la estructura de amortización de su bono, adecuándola a los flujos de caja proyectados, dejándola en una posición financiera y de liquidez razonable, con la que espera poder operar con normalidad durante el periodo que resta de su contrato de concesión”, dijo Alsacia.

Alsacia señaló, además, que junto con su relacionada Express, seguirán operando en forma normal los buses del sistema del transporte público.

La empresa deslizó duras críticas al gobierno al momento de explicar los motivos que han llevado a su incumplimiento en el pago de la deuda.

Advirtió que el debilitamiento estructural de los operadores de Transantiago radica principalmente en los “continuos cambios a los contratos de concesión que han traído un creciente detrimento de la posición económica de las empresas concesionarias”.

Al mismo tiempo, lo explicó como un efecto de la ausencia de un sistema tecnológico y de comunicación y la falta de una adecuada infraestructura vial, vital para la competitividad del transporte de superficie frente a otros medios de transporte. “Estos son elementos básicos e imprescindibles para poder operar con la regularidad y frecuencia que exige el nuevo contrato”.

Junto con ello, indicó que ha ido cayendo sistemáticamente la demanda por el servicio, con un “incontrolable vandalismo” que está afectando a la flota de buses de la empresa “sin mitigación alguna por parte de la autoridad pública”.

Incluso, dicen que se mantiene la creciente evasión de los usuarios en el pago del servicio y que también les han afectado “los desproporcionados y cuestionables descuentos de los ingresos que aplica diariamente el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones (MTT)”.

De cara al futuro, le envió un mensaje al gobierno. “La empresa espera que a partir de esta noticia de acuerdo de reestructuración con los bonistas, pueda pasar a una etapa distinta de relacionamiento con las autoridades, en la que se logre trabajar de la mano para buscar equilibrar financieramente a las empresas del sistema, mejorar los indicadores operacionales y el servicio a los usuarios del sistema”.

El año pasado el gobierno de Sebastián Piñera tuvo que salir al rescate de Alsacia y el mercado hace meses que apuesta a un default, con los bonos transándose con un fuerte descuento. Los bonos han caído casi 18 centavos de dólar este año y se transán a casi la mitad de su valor nominal de cuando se emitieron.

El 23 de agosto pasado el gobierno acordó aumentar los subsidios en 4 centavos de dólar por pasajero y hacer una transferencia directa de US$ 2 millones. Los propietarios colombianos de Alsacia también aceptaron aportar US$ 5 millones, que contribuirán a que la compañía cumpla con la exigencia de mantener una cuenta con efectivo equivalente a 1,1 veces los pagos de deuda.

El salvavidas de La Moneda le dio un fuerte impulso a los entonces mutilados bonos de la empresa –se consiguió un «waiver» de los bonistas– y muchos en el mercado pensaron que lo peor ya había pasado, sin embargo, ahora el operador está de vuelta en una crisis.

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