No hubo sorpresa en las Cuentas Nacionales publicadas por el Banco Central esta mañana.
El informe confirmó lo que ya se anticipaba: que la desaceleración de la economía se sigue profundizando y que la inversión sigue en picada. En el segundo trimestre la economía creció 1,9%, acumulando un crecimiento para la primera mitad del año de 2,2%.
Luego del Imacec de junio el mercado llegó a un consenso en cuanto a que la economía habría crecido por debajo de 2% durante el periodo abril-junio, el ritmo de crecimiento más bajo en cuatro años.
En términos desestacionalizados, el producto interno bruto (PIB) aumentó 0,2%, con relación al trimestre anterior (o sea, casi nada).
El BCI dice que las cifras muestran un "importante deterioro de la actividad económica" y hace hincapié en que cifra del primer trimestre fue corregida a la baja hasta 2,4%, "totalizando un magro primer semestre para la economía chilena". La demanda interna registró una caída de 0,9% y acumuló una contracción de -0,5%.
La inversión vuelve a derrumbarse
Más preocupante quizás que el débil crecimiento es que la inversión se desplomó por cuarto trimestre consecutivo.
La Formación Bruta de Capital Fijo cayó 8,1%, lo que se suma al derrumbe de 5,5% del periodo enero-marzo.
El informe de Banco Central dijo que la baja se debió principalmente a la menor inversión en maquinaria y equipos. La inversión en construcción y otras obras registró una caída marginal.
Las Cuentas Nacionales revelan el débil desempeño de la mayoría de los sectores económicos. Destacaron minería y servicios personales y empresariales como las actividades de mayor contribución, en tanto, industria manufacturera fue la de mayor incidencia negativa, seguida de agropecuario-silvícola y comercio.
También cabe destacar que tanto las exportaciones de bienes y servicios (0,4%) como las importaciones (9,1%) cayeron durante el trimestre.
