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Contraloría tiene en jaque polémica licitación de visores nocturnos por US$ 16.5 millones

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Otra vez Virgilio Cartoni, el mercader de armas predilecto del Ejército, está en medio de una controversia y esta vez la Contraloría se involucró.

Se trata de una licitación de visores nocturnos realizada por el Ejército. Es la segunda licitación y es por US$ 16,5 millones. La primera fue invalidada y el proceso está bajo sumario de Contraloría. La empresa griega Theon Sensors, proveedora de la OTAN, presentó recurso alegando irregularidades. Fuentes apuntan a la mano negra del polémico empresario. La médula del caso es que la segunda licitación habría sido diseñada para favorecerlo.

En 20 años, CYM –la compañía de Virgilio Cartoni Maldonado, ex teniente y primo de dos generales retirados– se ha convertido en la principal proveedora de la señalada rama castrense. Representa a más de 50 firmas de equipamiento militar y en su planilla se encuentran varios militares retirados.  

La semana pasada, el Ejército se vio forzado a postergar nuevamente resultados del proceso. Desde abril lo han hecho ya cuatro veces y sin razones lógicas. El 28 de agosto pasado era el último plazo. Ahora será el 17 de octubre.

En el mercado de los proveedores de las fuerzas armadas dicen que es el temor a lo que diga la Contraloría lo que ha obligado a esa rama militar a no anunciar los resultados.

En respuesta a una consulta de El Mostrador Mercados, el coronel Cristóbal de la Cerda Rodríguez, Jefe del Departamento Comunicacional del Ejército, dijo que “producto de un recurso presentado por una de las empresas participantes en el proceso de licitación privada N° 44/2013 a la Contraloría General de la República, ésta inició una investigación especial a dicha licitación. En consecuencia, la autoridad del Ejército a cargo de la licitación, solicitó el pronunciamiento a la CGR sobre si se puede o no adjudicar, mientras se encuentre auditada. Al no recibir aún su respuesta, el Comandante de Apoyo a la Fuerza resolvió el 26 de agosto posponer la fecha inicial de adjudicación hasta el 17 de octubre de 2014. Esta resolución fue informada a todos los oferentes de la licitación”.

La polémica se desató a partir de una denuncia realizada por la empresa griega, que acusó haber ganado la primera licitación invalidada y luego denunció que los términos de la nueva licitación favorecerían a la empresa representada por Virgilio Cartoni.

Theon ha pedido todos los respaldos de las pruebas realizadas a los equipos y los parámetros señalados en las bases de licitación y los resultados avalarían su versión de que ganaron la primera licitación y que es por eso que fue invalidada.

Las tres ofertas realizadas por Theon habrían obtenido los lugares primero, segundo y tercero. El cuarto lugar habría sido ocupado por C&M, la empresa representada por Cartoni.

El 14 de abril, Contraloría se pronunció encontrándole mérito a la denuncia de Theon, resolviendo iniciar su propio sumario para aplicar sanciones. También decidió monitorear el proceso de la segunda licitación, lo que –de acuerdo a lo señalado por algunas fuentes– tiene al Ejercito nervioso.

Fuentes que conocen los detalles confirman que las bases de la licitación efectivamente fueron cambiadas. También ponen en cuestión que las pruebas técnicas sean secretas y las de laboratorio sean sin público.

Entre los cambios a las bases entre la primera licitación y la segunda, que beneficiarían a la propuesta de Cartoni, está el peso de los visores. Los del proveedor de la OTAN son más livianos, pero en las nuevas bases eso no cuenta. Los de Cartoni pesan casi el doble que los de Thon.

También se bajó la ponderación a la garantía técnica de 10% a 3,5%, algo que también favorecería a Cartoni.

Asimismo, se redujo la ponderación del precio de los equipos. Documentos a los que tuvo acceso este medio revelan que la propuesta griega era más barata que la de C&M (Cartoni). En la nueva licitación la ponderación del factor precio bajó de 10% a 9%.

Contraloría está realizando un sumario sobre la primera licitación y está revisando las especificaciones de la segunda –en curso– para verificar la eventual existencia de infracciones a la libre competencia. El Ejército estaría haciendo su propia investigación destinada a esclarecer las circunstancias que llevaron a invalidar la primera licitación.

Cercanos a Theon revelan que la empresa griega abandonaría el mercado chileno si pierde la referida licitación. Cree que no se puede competir con Cartoni. Dicen que no tiene sentido continuar con el proceso de la segunda  licitación, y que todo parece indicar que la primera debería ser validada. La empresa ya ha tenido en el pasado contratos con el Ejército.

Todo el proceso se ha mantenido bajo la máxima reserva.

Un general en retiro del Ejército señala que todo el proceso de licitaciones y compraventa de armamentos está siendo cuestionado. La necesidad de reserva se está usando para hacer cosas poco transparentes y deja espacios para situaciones como esta, que manchan la imagen de la institución.

La licitación original se arrastra desde julio de 2012. Los resultados tendrían que haberse anunciado el 4 de enero de 2013, pero –de acuerdo a una nota de El Mercurio– el comandante de Apoyo a la Fuerza, general Miguel Muñoz, no comunicó qué empresa había ganado, sino que invalidó la licitación.

Muñoz invocó errores administrativos, "consistentes en la omisión de criterios de evaluación y problemas con las pruebas realizadas a los equipos". De ahí que se abriera la segunda, que ahora está bajo el ojo de Contraloría.

El imperio Cartoni

Como reveló El Mostrador en 2009, en el mundo castrense su apellido tiene historia. No sólo porque Virgilio Leo Cartoni Maldonado haya sido piloto del Ejército, sino porque es primo de los generales retirados Patricio Cartoni Viale y Alessandro Cartoni Pruzzo. También debido a una meteórica carrera que tiene a su empresa CYM convertida en la principal intermediaria en las adquisiciones de equipamiento militar de la mencionada rama castrense.

No es ajeno a la polémica. Hace unos años, su intermediación para Eurocopter en la venta al Ejército de ocho helicópteros AS 532 Cougar nuevos, en una suma cercana a los US$ 170 millones de dólares, fue duramente cuestionada.

El proceso partió en 2005 y concluyó en noviembre de 2007, cuando el Comandante en Jefe de ese entonces, el general Óscar Izurieta, suspendió una compra de helicópteros para la Brigada de Aviación del Ejército, BAVE, y pasó a retiro al jefe de esa unidad, Jorge Gualda, al tiempo que ascendió al oficial Carlos Díaz, quien había acusado irregularidades en la evaluación de las distintas aeronaves en competencia. Sin embargo, lo que parecía el cierre exitoso de un caso con tintes de escándalo, abrió un nuevo capítulo cuando la institución castrense concretó la adquisición de otra versión de los mismos helicópteros, a través de CYM.

Entre los antecedentes de ese caso se reveló la existencia de un video subido a YouTube, titulado “Cómo roban Dios mío”, y el hecho de que uno de los oficiales a cargo de las pruebas de distintas aeronaves en competencia, luego se convirtió en ejecutivo de CYM.

Se trata de Hugo Barría Rogers, uno de los encargados del proyecto “Centauro” de renovación de flota aérea del Ejército. El coronel Barría fue quien estuvo a cargo de analizar qué helicópteros eran los más adecuados para las necesidades de la institución militar en 2002 y en 2005. En ambos casos preparó informes de pruebas de helicópteros rusos MI 17-V, recomendando comprarlos. A posteriori, fue designado agregado militar en la embajada de Chile en París, pero debió pasar a retiro en julio de 2006, luego que detectives de Investigaciones lo interrogaran en Francia por su participación en el lanzamiento al mar de los cuerpos de los cinco frentistas desaparecidos en septiembre de 1987. Barría era el copiloto del helicóptero usado para trasladar los cuerpos. Tras su salida del Ejército, Barría Rogers se convirtió en ejecutivo de CYM.

Descendiente de una familia de inmigrantes italianos que se avecindaron en Viña del Mar a principios del 1900, Virgilio Cartoni decidió seguir la carrera militar, pero se retiró de la institución cuando apenas era teniente, para dedicarse a los negocios. Tardó poco en abrirse camino en los lucrativos sectores aeronáutico y militar y ahora domina ese mercado.

No todos concuerdan con la imagen negativa de Cartoni. Varias fuentes explican su dominio del mercado del Ejercito en el hecho de su manejo de la representación de fabricantes de armas y equipamiento militar. El Mercurio dice que son unas 50 fábricas distintas, con presencia en 20 de los mercados más desarrollados en esta materia.

Este medio intentó hablar con Cartoni, pero sin éxito.

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