Muy duro fue The Economist con el caso Cascadas, Julio Ponce y el impacto del fallo de la SVS.
El artículo desde un principio se centra en la figura de Julio Ponce, “quien siempre se ha movido en las altas esferas”.
Recuerda que se casó con la hija del dictador Augusto Pinochet y llegó a liderar la Corfo, donde las acusaciones de corrupción lo obligaron a renunciar. Luego se hizo cargo de SQM, la compañía de nitratos con grandes reservas de yodo, litio y potasio en el desierto de Atacama, la que “transformó en una de las compañías más exitosas de Chile, volviéndose rico en el proceso”.
The Economist agrega que este año, por primera vez, Forbes lo ubicó entre las mil personas más adineradas del planeta, con un patrimonio de 2.3 mil millones de dólares.
Todo era miel sobre hojuelas hasta el 2 de septiembre, cuando se conoció –relata el semanario– el fallo de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) que lo multó con 70 millones de dólares por ser el ideólogo del esquema, el castigo más alto jamás impuesto en el país, además de las sanciones a sus asociados.
Destaca el fallo y la multa a LarrainVial, a la que describe como la corredora líder del mercado.
Señala que tanto Ponce como sus amigos se enriquecieron a expensas de accionistas minoritarios –muchos de ellos eran los fondos de pensiones–, comprando y vendiendo acciones de las compañías que controlaba SQM.
Agrega que arreglaban estas reventas de una manera en que terceros, que podrían haber mermado sus operaciones al ofrecer precios promedio, estuviesen bloqueados para participar.
La revista recoge además las declaraciones de Ponce en la prensa, donde éste declara que los cargos estarían motivados “por la amargura de quienes no fueron tan astutos como él”, grupo donde se encontraría el ex Presidente Sebastián Piñera, y tal como declaró en la Fiscalía en marzo, “si su excelencia, el presidente de la República no hubiera formado parte de este caso, no existiría el caso”.
“El caso está lejos de terminar”, agrega The Economist, ya que las AFP se sumaron a la batalla y están amenazando con acciones legales contra Ponce y sus asociados con tal de recuperar su dinero, que perdieron en el “esquema” al ser minoritarios.
Además, la publicación apunta a que con este escándalo la imagen de Chile como el país menos corrupto de Latinoamérica se ve empañada. Esto habría “evaporado" la confianza de los empresarios e inversionistas, demoliendo la confianza en las instituciones financieras.
La revista concluye que si la SVS está en lo correcto, tanto “el señor Ponce como sus amigos estuvieron por sobre la ley durante años, y nadie, ni el gobierno ni los accionistas minoritarios, ni menos la misma entidad reguladora, parecieron darse cuenta”.
