La aprobación de la presidenta Michelle Bachelet llegó el pasado octubre al 45 %, dos puntos porcentuales menos que el mes anterior, pero por primera vez el rechazo a su gestión fue superior y se situó en un 47 %, reveló hoy un sondeo de la consultora Adimark.
Por nivel de ingresos, es el nivel socioeconómico alto donde se registra el mayor rechazo (60 %), mientras que en el medio es un 48% y en los grupos de ingresos bajos se cifra en un 45%, indicó la encuesta.
El rechazo en los encuestados de sexo masculino se empinó a un 50 % mientras que en las mujeres la cifra bajó a un 45%.
Por zona geográfica, un 50 % de los encuestados de Santiago rechazó la conducción de la mandataria, mientras que en regiones la cifra bajó a un 45 %.
En materia de atributos personales un 69 % dice que Bachelet es respetada por los chilenos, un 67 % que cuenta con liderazgo y un 62 % que es activa y enérgica. Además, un 53 % cree que la mandataria le genera confianza, mientras que un 46 % no coincide con esa afirmación.
La evaluación del gobierno se mantuvo sin variaciones estadísticamente significativas en relación al mes de octubre, con un 42 %. Al igual que en su primer mandato (2006-2010), la evaluación del gobierno es peor que la de Bachelet.
En las áreas de gestión del Gobierno la mejor evaluada es la de relaciones exteriores con un 68 % de aprobación.
Las peor consideradas son transporte público (25 %) y delincuencia (20 %), mientras que el resto se mantienen sin cambios en relación al mes pasado. Empleo, por ejemplo, se mantiene con una aprobación de 40 %, educación con 35 % y salud con 30 %.
La encuesta Adimark además evaluó por segundo mes consecutivo el manejo del Gobierno de llamado "tema mapuche", que alude al conflicto que se arrastra por décadas en la zona sur del país entre miembros de esta etnia, las autoridades y terratenientes privados.
En este caso específico el sondeo mostró que el apoyo a la gestión del Gobierno bajó desde un 38 % a un 31 % entre septiembre y octubre.
Asimismo, por primera vez se evaluó la gestión del Gobierno en el área de "energía", donde un 35% aprobó la forma de conducir este tema y un 57 % la desaprobó.
