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Caída del petróleo libera a S&P 500 del impacto del sector energía pero sube el peso de las tecnológicas


La caída de cinco meses que le restó 29 por ciento al precio del petróleo ha llevado a las acciones de energía al menor grado de influencia bursátil en los Estados Unidos en nueve años. Para los inversores, que se están cansando de la volatilidad, son buenas noticias.

Las compañías productoras de petróleo y gas del Índice Standard Poor’s 500 cayeron 20 por ciento desde junio, lo que reduce su participación en la medición a 8,9 por ciento, la menor desde 2005. Es menos que el 16 por ciento de 2008 y las ubica en séptimo lugar entre 10 industrias, según datos que recopiló Bloomberg.

Liberar la mayor medición bursátil de las vicisitudes de los mercados de productos primarios reducirá la volatilidad y atraerá inversiones en tanto sectores como tecnología y salud prosperan, dijo Brad McMillan, de Commonwealth Financial Network. Las acciones de energía cayeron a un ritmo de alrededor del doble del índice completo durante la declinación de septiembre y octubre, en momentos en que el temor a una desaceleración económica global y una abundancia de oferta hicieron que el petróleo experimentara la mayor caída en casi tres décadas.

“Los precios del petróleo han sido de una notable volatilidad durante muchos años”, dijo en entrevista telefónica McMillan, máximo responsable de inversión de Comonwealth Financial Network, que tiene sede en Waltham, Massachusetts, y administra US$86.000 millones. “Dado que su efecto es tal, cuanto menos importante se vuelva la energía en el índice, más probable es que se reduzca la volatilidad del mercado en su conjunto”.

Efecto del petróleo

La declinación del petróleo hizo bajar las acciones de energía un 20 por ciento en los cuatro meses hasta octubre, lo que contribuyó a casi la mitad de la caída de 4,3 por ciento del S&P 500. Sin la energía, la declinación del índice amplio en el período habría sido de 2,4 por ciento, según datos de los Índices Dow Jones de S&P.

El mercado bursátil ha recuperado desde entonces todas las bajas conforme ganancias empresariales mejores que las pronosticadas y datos más alentadores sobre empleo y manufactura llevaron el índice de referencia a un alto nivel sin precedentes. El Índice de Energía del S&P 500 sigue un 15 por ciento por debajo de su pico de junio, dado que se vio afectado por precios del crudo que por primera vez desde 2010 perforaron el piso de US$75 por barril.

“Los inversores deben alegrarse de que la energía tenga tan poco peso en el S&P, ya que es evidente que tiene mucho menos impacto”, dijo por teléfono Wayne Wilbanks, que administra unos US$2.500 millones como máximo responsable de inversión de Wilbanks, Smith Thomas Asset Management LLC, que tiene sede en Norfolk, Virginia. “La rápida recuperación del mercado se vio alimentada en parte por el hecho de que la gente se detenía y decía: ‘El petróleo se mantiene en los US$75, y eso es muy bueno para todos los demás’”.

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