La presidenta Michelle Bachelet está aumentando el poder sindical para ayudar a distribuir la riqueza cuprífera que ha convertido a Chile en el país más rico de América Latina.
Las compañías mineras dicen que la medida corre el riesgo de generar más demoras en la inversión en un sector que ya se está viendo afectado por costos más altos y precios más bajos.
Con el fin de rectificar el equilibrio de poder en las relaciones industriales transcurridos más de 30 años desde que el dictador Augusto Pinochet introdujo un nuevo código laboral, Bachelet presentó ayer un proyecto que convertiría a los líderes sindicales en los únicos negociadores autorizados en las negociaciones salariales y derogaría un derecho de las empresas a sustituir a los trabajadores en huelga.
Estas propuestas laborales, sumadas a impuestos a las sociedades más altos para financiar educación gratuita, forman parte de una campaña para reducir la peor desigualdad del ingreso entre los 34 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Los líderes empresariales dicen que es parte de una campaña destinada a poner fin a un modelo de gasto e impuestos bajos, regulaciones limitadas y altas tasas de ahorro que ayudó a impulsar el crecimiento. Las mineras están particularmente preocupadas en vista de que el cobre alcanza su nivel más bajo en más de cuatro años.
“Este sector recibió una paliza y todas estas reformas están comenzando a plantear problemas”, dijo por teléfono César Pérez, responsable de investigación en la unidad del banco de inversión BTG Pactual con sede en Santiago.
Más de la mitad de una serie de proyectos por US$110.000 millones de minas de cobre y oro han sido aplazados o descartados debido a la caída de los productos básicos y los costos más altos en Chile, que provee un tercio del cobre mundial, según la asociación minera del país, conocida como Sonami.
Desaceleración china
Anglo American Plc y Glencore Plc aplazaron una ampliación por valor de US$1.000 millones en su emprendimiento cuprífero de Collahuasi, Teck Resources Ltd. frenó su expansión de Quebrada Blanca debido a los precios más bajos del cobre y Antofagasta Plc ha dicho que aguantará la caída en la demanda de productos básicos antes de embarcarse en una expansión de su mina insignia, Los Pelambres.
“Esperamos no tener una reforma laboral radical porque ya ha habido demasiados cambios”, dijo el máximo responsable ejecutivo de Antofagasta, Diego Hernández, en una conferencia este mes. No respondió a una consulta ayer.
Las ganancias mineras cayeron junto con los precios. El cobre tocó un nuevo mínimo ayer en Londres debido al temor de que una economía en baja reduzca la demanda en China, el máximo consumidor del metal utilizado para fabricar cable eléctrico.
El producto interno bruto de Chile creció 0,8 por ciento en el tercer trimestre respecto del año anterior, el nivel más bajo desde la recesión de 2009, en tanto la inversión cayó 9,9 por ciento. La dotación de trabajadores mineros de Chile se contrajo 5,6 por ciento hasta 231.280 en el tercer trimestre, según el Instituto Nacional de Estadística.
