El desarrollo del quehacer humano, sobre todo en los últimos años, se ha dirigido al cuidado del medio ambiente y el legado de éste a las generaciones futuras, haciendo que las labores de desarrollo involucren una mirada más sustentable y preocupada de generar menores impactos en nuestro planeta.
Un claro ejemplo, estudiado a nivel mundial, es la extinción del ecosistema de Isla de Pascua, que simplemente desapareció por un manejo que no tuvo ningún ápice de sostenibilidad. Sin embargo, hoy existen tecnologías que permiten vivir con todas las comodidades contemporáneas sin destrozar nuestro alrededor.
Siguiendo esta tendencia, los materiales y proyectos de construcción se han perfeccionado hacia lo más sustentable. No obstante, es claro que no basta con “comprar sustentabilidad”, sino que también supone un cambio de cultura.
Una implementación fotovoltaica como fuente de energía en una vivienda conlleva una educación sustentable, como aprender a apagar las luces, utlizar elementos de bajo consumo, ocupar un termo para mantener el agua caliente, entre otros detalles domésticos. Es decir, entender la casa como un elemento dinámico que gasta recursos y que debemos ser responsables en manejar con una visión sustentable.
Estamos conscientes del importante rol de las constructoras en este sentido, y es por esto que buscamos transmitir que la opción de la sustentabilidad pueda estar al alcance de quien la considere necesaria, siempre que esté dispuesto a asumir un cambio cultural, sin sacrificar calidad ni recursos.
Matías Navas
Director Ejecutivo Puzzle Chile
