El histórico presidente de SQM cedió ante la tormenta que acecha a la compañía por boletas presuntamente falsas que habrían tenido como destino el financiamiento irregular de campañas políticas. Si en el caso Penta los socios controladores de este grupo, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, optaron por vender algunas filiales clave del holding y salirse de los directorios del grupo, en este caso, Julio Ponce asumió el sacrificio de dejar el máximo cargo de la minera.
Así lo informó esta tarde SQM a sus inversionistas, comunicando la nómina de directores que serán elegidos el viernes por los accionistas. Destaca la permanencia en el directorio de Hernán Büchi, Juan Antonio Guzmán y Wolf von Appen, actuales directores de la compañía, quienes fueron formulados de cargo por la SVS por no haber informado en tiempo y forma los US$11 millones que involucran a la compañía en boletas que no tendrían respaldo. Estos son los nombres propuestos por Pampa Calichera, que además sugirió la candidatura independiente de Dieter Linneberg, quien en el marco del Caso Cascada fue un duro crítico de Ponce.
Potash optó por proponer integrantes al directorio, apostando por las nominaciones de Joanne Boyes, Robert Kirkpatrick, Arnfinn Prugger, todos nombres extranjeros que se suman al de Edward Waitzer, ejecutivo propuesto por SailingStone, fondo norteamericano que es el mayor tenedor de ADR de SQM.
En definitiva, Ponce deja la presidencia de una compañía que constituye su principal activo. Un hecho histórico para una compañía que hoy remece al mundo político y empresarial.
