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Medidas del Banco Central Europeo son un paso necesario, pero solo un principio

Con la reducción en las tasas de interés el financiamiento que consiguen los bancos del mismo BCE se haría a costos más bajos, lo que permitiría a éstos tener más incentivos para solicitar más dinero.


Las complicaciones económicas en Europa han continuado aumentando como resultado directo de la crisis de deuda. Especial impacto han tenido los fuertes ajustes fiscales ejecutados como parte de las soluciones de largo alcance propuestas por las economías más importantes de la región. Si bien inicialmentelos países del sur eran los que mostraban las mayores dificultades, hoy en día la debilidad alcanza incluso a Alemania, que se acerca cada vez más a la recesión.

En este contexto, el Banco Central Europeo (BCE) decidió tomar medidas concretas, para lo cual disminuyó la tasa de interés hasta un nivel históricamente bajo de 0,75% y llevó la tasa de los depósitos hasta 0%. Lo anterior significa un paso importante tanto desde el punto de vista mediático, como desde el punto de vista de los alcances económicos.

Los anuncios de la Cumbre de la Unión Europea la última semana de junio significaron una señal altamente positiva para los inversionistas. No nos referimos, con esto, a que lo anunciado represente una solución definitiva para los problemas que enfrenta Europa, pues sólo representan un paso inicial, pero dejan entrever que la actitud de las autoridades de la región cambió radicalmente.

Tras dos años consecutivos de anuncios tendientes sólo a conseguir más tiempo, la última cumbre dejó en claro que esto acabó y que lo que sigue en adelante son tratativas en beneficio de soluciones realmente definitivas. En este contexto, el anuncio del BCE en relación a la tasa de interés representa un paso de consolidación en la confianza de los inversionistas frente a las autoridades de la región, pues confirma que todas las entidades involucradas han comenzado a utilizar las herramientas existentes y que la clase política europea posee la capacidad de gestión y coordinación necesaria para superar la crisis.

Más allá de lo mediático, el BCE busca impulsar la economía a costa de mayores riesgos inflacionarios. El momento es propicio, puesto que la fuerte debilidad económica, han permitido escasos aumentos en los precios a nivel de consumidor, lo que entregó amplio espacio a los banqueros para decidi rde manera unánime estas medidas. Con la reducción en las tasas de interés el financiamiento que consiguen los bancos del mismo BCE se haría a costos más bajos, lo que permitiría a éstos tener más incentivos para solicitar más dinero.

A esto hay que agregar que con la decisión de no pagar interés por los depósitos que los bancos dejan en el BCE por sus excesos de liquidez, la entidad monetaria les provee un estímulo fuerte para hacer algo distinto con ese dinero y, eventualmente, prestarlo a otras entidades, lo que llevaría a que una parte pueda ser destinada a la economía real.

Desde nuestro punto de vista, las acciones tomadas por la entidad monetaria van en la dirección correcta y se alinean de buena manera con nuestras expectativas, aunque representan solo un paso más en el camino por recuperar la confianza de los inversionistas e impulsar el crecimiento de la región.

Creemos, en este sentido, que aún es necesario incrementar la liquidez del sistema bancario Europeo, de manera de llevar los excesos de reserva (que por ahora son cerca de €800 billones) hasta niveles comparables con los que mantienen los bancos de Estados Unidos en relación a los activos totales. Por ahora el BCE hará que sea menos rentable para los bancos llevar estos excesos a sus depósitos, pues la entidad no pagará intereses por esto, pero aumentar los montos disponibles sería un fuerte incentivo para que estos excesos de liquidez vayan a parar a la economía real, que es donde se necesitan.

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