Publicidad

Mercado de Capitales y Conflictos de Intereses, las Reformas Pendientes


Los Ministros de Hacienda de los Gobiernos de la Concertación tomaron la iniciativa, de tratar de legislar para reducir los conflictos de intereses en el mercado de capitales y prohibir o penalizar las transacciones que se aprovechan de la existencia de información asimétrica. No siempre fueron exitosos en su empeño. La relación entre dinero y política y el entramado de vínculos de interés reciproco en nuestra clase influyente, les jugó varias malas pasadas.

Veamos algunos ejemplos: en relación a la discusión respecto a la incompatibilidad que implicaría ser director de la bolsa de comercio y al mismo tiempo de sociedades anónimas transadas en Bolsa, es necesario recordar que el año 1993 el ex Ministro de Hacienda Alejandro Foxley intentó abordar por la vía legislativa este conflicto de interés. En dicho año propuso una amplia reforma al mercado de capitales, que se aprobó en parte el año 1994.

Esta reforma incluía diversos artículos de regulación de conflictos de interés. Una de dichas normas establecía la incompatibilidad de ejercer simultáneamente el rol de Director y Gerente de sociedades intermediadoras de valores y de las bolsas propiamente tal, con el de director o ejecutivo de sociedades anónimas transadas en bolsa.

Como asesor del Ministro me correspondió liderar la defensa de dicha norma, desafortunadamente no pudimos convencer ni a los actores del mercado, ni contar con los votos de la oposición para aprobarla en el Congreso. Algo similar ocurrió con las normas de licitación de rentas vitalicias, que se perdió en el Senado.

Propusimos, en la mima reforma de 1993, licitar las rentas vitalicias previsionales, sin embargo, la mayoría de oposición de la Comisión de Hacienda del Senado votó en contra, con lo cual se perdió la reforma. En este último caso, el poder que tenían las compañías de seguros de rentas vitalicias previsionales y su influencia sobre un determinado partido político de oposición, era desmesurada, se tuvo que esperar hasta el 2002 para perfeccionar esa norma por medio de una reforma legal, lo cual mejoró la transparencia del mercado de rentas vitalicias, sin embargo 8 generaciones de jubilados recibieron rentas previsionales entre un 3 y un 5% más bajas, imperdonable.

La propuesta de licitar afiliados a las AFP ni siquiera logró llegar al Congreso, la experiencia con las rentas vitalicias fue elocuente con el destino de dichas reformas en que había interés corporativo tan concentrado. Solo a finales del Gobierno de la presidenta Bachelet , luego de más de una década, se pudo aprobar una reforma que aumentaría la competencia en el sistema de pensiones , permitiendo una significativa rebaja de la comisiones de las AFP, lo cual posibilitó aumentar las pensiones al menos en un 10%.

En la reforma de 1994 se avanzó en otros aspectos, como la penalización del uso de información privilegiada y los conflictos de interés en la administración de los fondos propios y de terceros en los fondos de pensiones. En particular, obligando a que las AFP manejen sus propios fondos como espejo del Fondo de pensiones. Todavía quedan temas pendientes desde entonces, el manejo de carteras propias y de terceros en intermediarios de valores.

Temas más recientes, que le tocó enfrentar al ex Ministro Velasco, la elección de directores independientes en sociedades anónimas. Que los directores independientes sean elegidos con los votos del controlador es inaceptable, no da garantías de independencia, pues bien fue aprobado por el Congreso hace menos de cuatro años. Es el momento de fortalecer los gobiernos corporativos de las empresas.

Se debe insistir, ahora 20 años más tarde, en la incompatibilidad para los directores de corredoras y bolsas, con el de sociedades que se transan en bolsas, ya que evita evidentes conflictos de interés en el mercado de valores. Se debe redefinir la elección de los directores independientes, para que sean de verdad independientes.

Redefinir las transacciones entre partes relacionadas, si es que existe ambigüedad jurídica en lo que es evidente. La eficiencia del proceso de ahorro e inversión depende crucialmente de la integridad y confianza en nuestro mercado de valores, por tanto nunca es tarde para corregir los aspectos que han estado pendientes por décadas. Todavía en Chile permanece un enfoque, vinculado a nuestra herencia latina de cómo se hacen los negocios. Es más importante el contacto, el vínculo, hoy por ti mañana por mí, que la innovación, el mérito y el esfuerzo.

Diferente de otras sociedades de tradición anglo sajona, en que la integridad de los mercados y la competencia constituyen valores superiores, en que existen infractores, pero que al ser descubiertos son sancionados severamente por la sociedad y la justicia. La picardía criolla en este ámbito no debe ser motivo de orgullo, afecta la posibilidad de avanzar a una sociedad más desarrollada de verdad.

Publicidad

Tendencias