Publicidad

Un panorama poco alentador para el 2015


El S&P500 no para de romper récords en Estados Unidos y el ACWI, que mide el precio de la renta variable en el mundo, está a punto de tocar el máximo histórico de comienzos de septiembre. Al parecer, el mundo está muy bien.

Sin embargo, escarbando un poco en las cifras, tenemos otros precios de activos que nos “hablan” de un potencial panorama más preocupante.

El dólar australiano, que es uno de los instrumentos más seguidos en relación al crecimiento, por su relación con el precio de los commodities, ha caído otro 2% desde la última columna el 1 de octubre, el cobre 2%, el petróleo ni hablar, 17% abajo y la plata 4% abajo.

Dejando fuera al petróleo, parecería que bajas de 2 a 4% en un período de poco menos de 2 meses no es algo tan relevante. Sin embargo, lo preocupante es que, desde el 1 de octubre, hemos tenido enormes estímulos desde Japón con el aumento de la exposición a renta variable local y extranjera de su fondo de pensiones y un programa de compra de activos de su Banco Central anunciado a fines del mes pasado, intervenciones verbales y programas de estímulos del Banco Central Europeo y, la semana pasada, recorte de tasas del Banco Popular de China.

Es cierto que, hablando de estímulos, la Fed terminó sus programas de compras de activos hipotecarios y bonos del tesoro en octubre, sin embargo, esto estaba ampliamente anunciado y era esperado por el mercado. Hay que recordar que la Fed sigue con sus tasas en torno a 0%, Europa en torno a 0% y Japón en torno a 0%, es decir, gran parte del mundo desarollado y poco más de la mitad del PIB Global con su política monetaria casi al máximo. Por lo tanto, en un entorno que se podría catalogar de expansivo y con nuevos anuncios de estímulos en el último mes, donde esta vez se suma China, la segunda economía del planeta, uno habría esperado una reacción potente de los commodities claves.

Al contrario, desde el anuncio de China el día viernes, el cobre ha caído casi 2%, el dólar australiano 1% y el petróleo 3%, donde, de los commodities comentados arriba, la única excepción es la plata, que ha subido un 2%.

Puede que estemos cerca del piso en todos o en algunos de esos commodities, como puede que no, pero la tendencia mostrada en las últimas semanas y sobre todo en la última, con el anuncio de China, no deja de ser al menos una luz amarilla en referencia a las perspectivas de crecimiento, en un mundo desarrollado que ya ha tirado “casi toda la carne a la parrilla” en términos de su política monetaria y en donde hay mucha deuda fiscal como porcentaje del PIB, con Estados Unidos sobre 100%, Europa 90% y Japón 230% (poca maniobra por este lado también).

La única gran economía del planeta que tiene amplias herramientas de política es China, con una inflación de 1.6% y una tasa de política de 5,6% y un ratio de deuda a PIB de 22%. No obstante, China anunció el 25 de noviembre que no bajará la tasa nuevamente hasta tener las cifras del cuarto trimestre, lo que les puso paños fríos a medidas de estímulo adicionales desde el gigante asiático. China tiene incentivos para bajar las tasas y depreciar su moneda, toda vez que el yuan se ha apreciado contra varios de sus principales socios comerciales violentamente en los últimos meses: contra el euro, el yuan se ha apreciado 10% desde el 30 de junio hasta el 20 de noviembre (1 día antes del recorte de tasas de China), contra el yen 18% y contra el dólar 1% (pero se ha apreciado mucho más contra el dólar norteamericano si se toman los últimos años).

¿Un panorama alentador? Como siempre, el tiempo lo dirá. Al menos los commodities, nos podrían estar diciendo que hay que tener cuidado con el 2015.

Publicidad

Tendencias