Un duro golpe recibieron las empresas productoras de pollo Agrosuper, Don Pollo y Ariztía acusadas de coludirse por la Fiscalía Nacional Económica (FNE). Ayer, la entidad que dirige Felipe Yrarrázaval informó que la Corte de Apelaciones les dio la razón frente a una apelación presentada por el gremio que reúne a las firmas avícolas Asociación de Productores Avícolas (APA), que buscaba declarar ilegal la incautación de computadores del gremio en enero de 2011.
La acción que había presentado APA, que dirige Juan Miguel Ovalle, busca impedir que esas diligencias fuera validada y de esta forma, que no fueran parte de la investigación del TDLC la información extraida de los computadores del gremio.
Según explicó la FNE, la APA buscaba excluir los correos electrónicos obtenidos por la FNE de los computadores del presidente de APA, “los que sirvieron de fundamento al requerimiento formulado ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, y que han sido aportados en parte de prueba a dicho proceso”.
La Corte indicó que la Fiscalía actuó conforme a derecho en las diligencias de allanamiento e incautación, dando cumplimiento a los requisitos y formalidades legales exigibles. “Los antecedentes acompañados dan cuenta de su cumplimiento, en el lugar, dentro de las fechas fijadas por la autoridad que la dispuso y con los resguardos que establece la ley”, dice el fallo citado por la FNE.
El proceso judicial que lleva a cabo el Tdlc viene del requerimiento de la FNE que los acusa de haber acordado –tanto las empresas indicadas como APA- por más de 10 años, como un cartel, la producción de carne de pollo que se ofrece en el mercado nacional como asimismo asignarse cuotas de mercado. El caso está en etapa de rendición de prueba testimonial y la FNE pide multas por US$ 100 millones.
El uso como evidencia del computador de Ovalle resulta clave. Hace un mes La Segunda reveló numerosos correos entre las tres empresas (que manejan el 90% del mercado local) y APA, gremio a través del cual señala que coordinaban cuotas de producción, con objetivos de precio y mantener ciertas cuotas de mercado nacional.
Uno de estos correos es del 15 de enero de 2008. Lo envía Ovalle a los tres gerentes generales de entonces, José Guzmán Vial (Agrosuper), Ismael Correa (Ariztía) y Ramón Covarrubias (Don Pollo) para solicitarles «ajustes» en las cargas (cantidad de aves ofertada).
«Señores: considerando la actual situación del mercado de granos y de la carne roja, sugiero ajustar las cargas a partir de la semana del 3 al 9 de marzo a XX (tarjado) unidades semanales», dice el correo, que continúa con la indicación de la cantidad exacta que debía producir cada firma, según informó La Segunda.
A Ovalle le responde Don Pollo, quien alude problemas y le indica: «Juan Miguel, la venta se está poniendo algo lenta, no será mejor ajustar el precio y no las cargas, ya que reduciendo la oferta creo que le damos más cabida al pollo argentino. Si aún se prefiere ajustar cargas, nosotros nos bajamos a XX (tarjado), ya que no podemos menos para poder abastecer bien nuestra red de ventas» .
A su vez, Ariztía apoya la idea, con un correo de Correa a Ovalle: «De acuerdo a lo conversado, procedemos a ajustar la carga a la cifra indicada».
José Guzmán, de Agrosuper, consultó «¿Se refiere a bajar los precios?» , a lo que Ovalle explica que «yo les propuse bajar la carga en un X% y ellos replican que sería mejor bajar el precio. En ese caso, yo preferiría congelar que bajar el precio» .
Antes de esto, en 2007 se realiza un estudio, que fue contrastado con la realidad de la época. Señala el 10 de enero Juan Miguel Ovalle a seis directores sus asociados: «Estimados señores:
1. En el mes de noviembre de 2007 APA entregó una estimación de ventas para el 2008 del mercado interno, sobre la base de dos escenarios de precios. Considerando los actuales precios de los insumos, el mantener las cargas en los niveles que se indican es una necesidad para que los precios fluctúen entre los valores estimados.
2. Nuestra sugerencia de cargas para el 2008 fue de 3.350.000 a 3.450.000 unidades semanales de pollos faenados por semana.
3. Lo anterior significa que las cargas no pueden exceder los siguientes valores (agrega un cuadro detallando las metas por empresa).
4. Adicionalmente, es necesario establecer una política para trutros para el periodo Mar-Sep de exportación o de mantención de stock.
5. Agradeceré me envíen sus cargas semanales, expresadas en unidades de pollos faenados para el mercado nacional, para el periodo 1/1/08 al 2/3/08».
La excelsa coordinación de Ovalle se hace patente poco después cuando, visto el cumplimiento del acuerdo y pese a que Don Pollo explicó que es comprador de trutros, Ovalle los felicita: «Demasiado bien portados para ser niños normales» .
El impacto en los precios, al menos en la intención de APA, es claro. Según reveló La Segunda, el 18 de junio de 2008, Ovale les pidió realizar nuevos ajustes a los gerentes generales, agregando que «considero este sacrificio indispensable para ajustar los precios a partir del lunes» .
Según los correos encontrados por la FNE los acuerdos en el sector avícola provienen al menos desde mediados de los 90, cuando se habría establecido -o al menos intentado establecer- que las firmas no pudiesen realizar promociones no acordadas, como una forma de hacer más atractivos sus productos para competir con las otras, señala La Segunda.
Entre los estudios presentados por las empresas para defenderse, está un estudio de caracterización del mercado del pollo que preparó el economista, ex ministro de Transportes y actual integrante del área económica del comando de Evelyn Matthei, Felipe Morandé.
