El problema son las expectativas. Pablo Echeverría, el presidente de Moneda Asset Management, abrió ayer el seminario que cada año organiza y donde esta vez tuvo dos invitados especiales: el ex Presidente de la República Sebastián Piñera y el actual ministro de Hacienda, Alberto Arenas.
La presencia de Piñera agregaba un condimento especial a la esperada intervención de Echeverría, quien el año pasado tuvo una dura alocución, criticando a todo el mundo por no reaccionar con suficiente indignación ante las operaciones de Julio Ponce en las Cascadas.
Pero el entusiasmo duró poco. Ayer Echeverría estuvo tibio, quizás maniatado por sus asesoras comunicacionales. El hecho es que se portó bien, concentrándose en un análisis de los mercados y haciendo un par de críticas incómodas al gobierno con Arenas al frente.
Algunos de los presentes dicen que se perdió una gran oportunidad de hacer ruido, ya que la crema del mercado de capitales chilenos estaba presente y escuchando.
El nombre de Julio Ponce apenas apareció en su discurso. Sólo 30 segundos para abordar el mayor escándalo empresarial de los últimos años.
“Los últimos escándalos de gobiernos corporativos en Chile muestran que no hemos cuidado suficientemente nuestro mercado de capitales. Es clave que, cuando existan abusos, nuestras autoridades y la justicia resuelvan en tiempo y forma. En el caso particular del caso Cascadas, la dificultad para resolver ha minado en forma importante la confianza del mercado. Las sociedades anónimas abiertas y listadas en Bolsa, al igual que Moneda son administradoras de recursos de terceros, no sólo manejan el capital perteneciente al accionista controlador, sino que también administran el capital aportado por los accionistas minoritarios. Los controladores, el directorio y la administración de las sociedades deben velar por el interés social de todos los accionistas”, fue su acotada aproximación al caso, hoy en su etapa final en la investigación de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
Su segundo comentario tuvo algo de intensidad, pero sin emprender el vuelo. “Hoy el panorama es diferente, las instituciones están funcionando y, a pesar de las descalificaciones, falsedades y calumnias, el desempeño de los inversionistas institucionales y las autoridades ha contribuido a fortalecer nuestro mercado. A nadie se le ocurriría hoy desarrollar un mecanismo como el utilizado en las Cascadas y lesionar los intereses de los accionistas minoritarios”.
La conclusión de Echeverría, esperanzadora y optimista, no se encargó de las dificultades que ha enfrentado la SVS para sancionar las operaciones por las que acusó al presidente de SQM Julio Ponce, y al socio de LarrainVial, Leonidas Vial.
Tampoco hubo un solo comentario relativo a la comisión investigadora de la Cámara Baja, gestionada por diputados de la Democracia Cristiana y cuyo último capítulo se vivió la semana pasada, con una encerrona al titular de la SVS, Carlos Pavez, por parte del diputado PS Marcelo Schilling, lo que se agrega al silencio de los integrantes de la Comisión ante el emplazamiento del diputado Gabriel Boric para que se revele qué diputados fueron financiados por Ponce.
Nada de eso abordó Echeverría, silencio que mantuvo también respecto de la situación de La Polar –donde es uno de los principales accionistas–, así como tampoco el proceso de fusión de CorpBanca –donde posee casi el 3%– y sobre lo cual tampoco se ha pronunciado.
Las críticas de Edwards
Incluso más intenso que el presidente de Moneda para hablar de las Cascadas fue el economista Sebastián Edwards. Cariñoso con Arenas, por matar la idea original de eliminar el FUT y ubicarse “en el lado correcto” frente a los “caprichosos” de la Nueva Mayoría que buscaban terminar con dicho beneficio, el profesor de la Universidad de California abordó el caso Cascadas.
Señaló que en lo único en que discrepó de Felipe Larraín mientras éste era ministro de Hacienda de Piñera –a quien rindió “homenaje público” por “contribuir a que este país sea exitoso”–, fue en que el ex secretario de Estado dijera que el caso que hoy investiga la SVS no afectó al país ni a la confianza de los mercados.
“El Caso Cascadas sí tiene un efecto sobre la reputación de Chile y es enormemente negativo”, dijo, agregando luego que es preocupante que se demore el proceso administrativo que lleva adelante la SVS.
“Que administrativamente el problema termine por la lentitud administrativa, el arrastrar los pies, el ir sin claridad, le suma y agrega a esta pérdida de reputación del mercado de capitales de Chile que se había logrado por muchos años de esfuerzo, con muchos pasos en falso y con costos importantes, y ahí había una joya en el mercado de capitales, con participantes como Moneda y algunos competidores que agregan y forman esta joya”, sostuvo.
