“Parece que yo no soy tan generoso como Jorge (Errázuriz). He contribuido, pero dentro de los márgenes de personas que son más cercanas a mi línea de pensamiento”, reconoció con ironía el ex dirigente empresarial, José Antonio Guzmán, luego de escuchar el abanico de políticos que el socio de BTG Pactual dijo haber financiado: Ricardo Lagos Weber, Giorgio Jackson y MEO, entre otros.
Ambos participaron en el seminario “Salvemos al capitalismo de los capitalistas”, organizado por la UAI y por Fundación Horizontal.
No es primera vez que Errázuriz se refiere al tema, ya lo había hecho en “Hablemos en off”, de radio Duna del 14 de octubre pasado, siendo uno de los pocos empresarios que se atreve a hablar públicamente de sus donaciones que son a título personal y no a través de sus empresas, ha sentenciado.
“No han sido grandes cantidades y a candidatos muy concretos. Dono a quienes me parece que son una contribución a la democracia en Chile, como Ricardo Lagos Weber que es honesto. MEO me pareció que era abierto y lo ayudé en su primera campaña, pero al final me di cuenta que no era confiable porque ahora está en la extrema izquierda (risa generalizada). Ayudé a Giorgio Jackson, no necesariamente estoy de acuerdo con él, pero es honesto, aporta a la discusión y responde a cierto sector de la población”, detalló.
Como lo ha dicho en otras ocasiones, afirmó que su única condición es que ambas partes puedan reconocer abiertamente que han dado o recibido. Volvió a contar que una vez que nombró a un senador, éste lo llamó para decir que no podía divulgar que lo había financiado y “me dijo que me dejaba liberado” para la próxima vez de la obligación de mencionarlo. Lo que esta vez no especificó fue que el senador era Demócrata Cristiano.
Junto con reconocer “creo en la transparencia”, agregó entre risas que “ni siquiera un adulterio se puede hacer hoy (aludiendo a que es muy fácil que un video aparezca publicado en las redes sociales). La casa de vidrio fue premonitoria. Hoy todos vivimos en una casa de vidrio”.
Entrando de lleno al tema de la libre competencia para salvaguardar el modelo económico, señaló que “lo que falta es una actitud pro mercado, donde se sancione no sólo jurídicamente, sino que haya una sanción social”. Agregó que los empresarios debían ser claros respecto a la defensa de las buenas prácticas, aunque reconoció que es difícil para una asociación gremial sancionar a sus pares. “Hace falta instituciones más nuevas como la Asociación de Emprendedores de Chile. Quedar mal ante los nuevos emprendedores es una opción”.
Recordó que en el sector financiero era normal hablar del dato. “En los 70 no tenía nada de malo aprovechar un dato y saber que una acción iba a subir porque podría venir una fusión. No había percepción de daño. Ahora es distinto y ese avance enorme ha estado acompañado de acción pecuniaria alta”.
Se mostró partidario de avanzar hacia la sanción penal. Recordó el caso de Martha Stewart –empresaria que formó un imperio vendiendo su visión de la vida y el arte de la cocina– en EE.UU., la que por una operación de US$ 200 mil que hizo con información privilegiada, pagó con pena de cárcel. “Eso es lo más disuasivo. El tema no es que no ocurra la información privilegiada, sino que las personas se inhiban de usarla. Eso ocurrirá por miedo a una sanción pecuniaria, pero mucho más si hay castigo penal”, reflexionó.
