Diferentes actores del sistema financiero se reunieron para analizar cómo los está afectando el calentamiento global y variaciones de los fenómenos climáticos.
No es una broma. A los actores del mercado también les interesa el clima. Hace solo días se llevó a cabo la primera Conferencia Internacional sobre Riesgos Climáticos para Supervisores Financieros, que reunió a representantes de más de 30 países y de más de 50 organizaciones para discutir cómo los riesgos relacionados con el clima y el medio ambiente pueden afectar a las instituciones financieras y el mandato de los supervisores financieros.
No se trató de un grupo de locos, sino de actores del sistema bastante validados. El banco holandés DNB, el Banque de France / ACPR y el Banco de Inglaterra, bajo la égida de los bancos centrales y de la Red de Supervisores para el Greening del Sistema Financiero, fueron parte de los organizadores.
Y las conclusiones son que el riesgo climático es un tema que debe importarles y se ha convertido en un factor determinante para la estabilidad de los bancos centrales y reguladores en todo el mundo.
En la cita hubo varios representantes de la industria. Entre ellos, Mark Carney, presidente del Banco de Inglaterra, que destacó la «transición de pensamiento» entre las instituciones financieras sobre riesgo climático, con instituciones financieras que gestionan USD 80 billones de activos apoyando públicamente a la Fuerza-Tarea sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas al Clima (TCFD), incluyendo 20 bancos globalmente sistémicos, 8 de los 10 principales gestores globales de activos, los principales fondos de pensiones y aseguradoras del mundo, el mayor fondo soberano y las dos empresas dominantes de servicios de consultoría a los accionistas.
También afirmó que el Banco de Inglaterra publicará los resultados completos de una investigación sobre los riesgos financieros enfrentados por el sistema bancario del Reino Unido a partir del cambio climático «en los próximos meses».
