La discusión respecto a si la reintegración es esencial o no en la reforma, ha logrado cortar los últimos lazos de confianza del gran empresariado en la administración de Sebastián Piñera, tanto así que en dicho círculo se llega a hablar de que este «Gobierno no es de derecha». Voces al interior de Chile Vamos insisten en que al ministro Larraín le falta leer más el escenario político, ya que ganar por un estrecho margen “no es un triunfo”, mirada política que sí tendría el ministro Andrés Chadwick. Lea nuestro titular.
Ahora Moreno es el blanco de la ira nativa. Es un misterio entender cómo el líder, generalmente astuto, no logró prever la conflagración causada por su anuncio del 1 de octubre, donde listaba recortes a los subsidios al combustible y otras medidas de austeridad. También lo son sus planes de escapatoria. La columna del día ahonda en el tema.
En 2002, Bolivia era testigo de cómo la superconocida «M» amarilla desaparecía del país. Terminaba la desventura de McDonald’s en suelo boliviano. Ahora, 17 años después, mucho ha cambiado en Bolivia. Lo que más, el giro ideológico del país que pasó de tener presidentes alineados a los mandatos del mercado a uno que en sus discursos fustiga sin clemencia al capital internacional y las transnacionales. La paradoja es que –según analistas e inversores– hoy McDonald’s triunfaría sin problemas como ya lo hacen varios cientos de franquicias y compañías internacionales que desembarcaron en el país en la última década.
La Cámara Nacional de Comercio (CNC) anunció, hace ya varios meses, su intención de cambiarse de casa. Se trataba de la búsqueda de opciones para dejar las dependencias del Palacio Bruna, en el centro de la ciudad, y moverse a un sector de edificios de oficinas. Pero los números no daban. Y así, en agosto –y según difundieron varios medios–, llegó a un cuasiacuerdo con el Servicio Nacional de Turismo para arrendarle a largo plazo el edificio. Acuerdo que generó mucho ruido. Sin Editar se lo cuenta.
