El empresario explica por qué tuvo que renunciar a la Corporación para el Desarrollo Sustentable, donde era parte del directorio y con la que su consultora, SGA, trabaja para crear vínculos con la comunidad en proyectos complicados. Asegura que es una práctica generalizada y que es la única alternativa viable, ya que si se vinculan directamente con la población parecería que están “comprándola”.
-Al revisar la web de la Corporación para el Desarrollo Sustentable (CDS) hay muchas cosas relacionadas con SGA como el EIA de Farellones….
-Ahí trabajó la Corporación, también la Cecilia.
-¿Se conocieron con Cecilia Suárez en los 90?
-Sí, en la comisión medioambiental del PS.
-Además de eso ¿cuál es la relación con CDS?
-Hemos trabajado con ellos los temas comunitarios. Justamente ahora renuncié por conflictos de interés.
-¿Por lo que pasó con la Central Patache 2?
-Exactamente.
-CDS hizo observaciones para la Central Patache 2, pero no para la Central Pacífico, que asesoraban ustedes. Esto en la Conama provocó malestar y dijeron que había serios conflictos de interés.
-Me lo hicieron ver y me di cuenta. Yo ni siquiera supe, porque el jefe de proyecto decidió contratar directamente a la Cecilia para que trabajara con nosotros en ese proyecto (Pacífico) y cuando me dijeron esto decidí renunciar a la Corporación porque estoy en conflicto de interés con el cliente. No era algo que yo hubiera aprobado.
-¿Entonces Pacífico trabajó con la CDS en temas comunitarios?
-Sí
-¿Y específicamente qué es lo que hacen?
–Lo que se hace en todas partes: construir vínculos entre el proyecto y la comunidad. En vez de generar anticuerpos, explicar el proyecto, identificar los líderes comunitarios, decirles lo que pensamos hacer, cómo podemos ayudarlos, cuál es el proyecto a futuro.
Casi toda la gente igual está en contra de las termoeléctricas…lo que no se contempló fue que además la corporación fuera un poco más allá y apoyara a la gente a hacer observaciones contra el otro proyecto.
Cuando nos lo hicieron ver dije ‘tienen razón y renuncié de inmediato’.
-¿Van a seguir trabajando con la Corporación?
-Supongo que sí. Si agregan valor al tema sí. Lo importante es que agregue valor el que esté en tema comunitario. Principalmente que pueda conectar a la comunidad con la compañía.
-No hay un tema complicado con que una ONG sea pagada por una empresa a la que le interesa instalarse en un sitio? Eso no lo sabe la comunidad, porque ven a la ONG y no a quien está detrás. ¿No es cuestionable?
(Larga pausa)
– ….estrictamente ¿cuál es la otra alternativa? Esto lo hacen todas las empresas: contratan ONG para trabajar el tema comunitario. La ONG no va a trabajar gratis. Las comunidades no tienen recursos para defenderse o para establecer sus observaciones ciudadanas. Por lo tanto lo único que te cabe es eso, porque también es peor vincularte directamente con la comunidad: va a parecer como que tú estás comprándola. La ONG actúa al menos como un regulador. Si hubiera otro mecanismo lo usaríamos, pero no hay.
-¿Pero es un mecanismo vicioso?
-Se vicia si la comunidad no sabe.
-¿Y lo saben?
–Eso hay que preguntárselo a la ONG. Todas las ONG también tienen sus mandantes y hablan con las comunidades. Todo necesita ser financiado, no es gratis. Estamos en un mundo que puede ser perfeccionado pero entre que las empresas se relacionen directamente con las comunidades y estén las ONG, que no significa que la compres al financiar la actividad.
-¿Trabajan con otras ONG?
-Sí. Con varias. Por ejemplo Chile Ambiente, con ONG locales. Esto se hace con proyectos donde puedes anticipar que habrá conflictos con la comunidad: es mejor tender un puente.
A veces trabajamos con líderes locales, o con el alcalde, que es al que todo el mundo le tiene confianza. Es un mundo en el cual si quieres trabajar con la comunidad tienes 2 o 3 opciones y una de esas es la ONG, la otra son los alcaldes, la tercera eres tú mismo.
