Ambas selecciones nuevamente se reencuentran en un mundial y esta vez es en Sudáfrica, donde los once “guerreros” de Bielsa pretenden reivindicar el juego demostrado en las clasificatorias y dejar a su “bestia negra” fuera del torneo. Con una nueva generación, la más brillante que ha tenido el país en muchos años, y un equipo compacto, competitivo y ambicioso, el argentino pretende revertir la historia que ha sido paupérrima para la “Roja”.
Doce años después de su última aparición mundialista, Chile regresa a unos octavos de final, y tendrá como rival a Brasil, que en Francia’98 barrió el paso a los Zamorano, Salas y compañía con una contundente victoria por 4-1 que les dejó fuera de cuartos.
El azar ha querido que Chile y la ‘seleçao’ vuelvan a encontrarse en Sudáfrica, tres Mundiales después. De la mano de Marcelo Bielsa y con una nueva generación de futbolistas -la más brillante que el país ha tenido en muchos años- la selección chilena quiere saldar una cuenta pendiente.
De hecho, son muchas las cuentas que la ‘Roja’ tiene con la pentacampeona del mundo, a la que no ha ganado desde 2001, cuando se midieron en la fase de clasificación para el Mundial de Corea y Japón que se disputaría el año siguiente.
En los 65 enfrentamientos que han protagonizado ambas selecciones, Chile suma 46 derrotas, 12 empates y sólo 7 victorias. Brasil ha sido el único equipo al frente al que no ha sumado ni un sólo puntos en la fase de clasificación sudamericana para este Mundial y en los últimos cinco encuentros ha encajado nada menos que 20 goles ante la pentacampeona.
Las estadísticas no son nada halagüeñas, pero Chile por fin tiene motivos para creer en la victoria ante su ‘bestia negra’. En los últimos tres años, Bielsa ha logrado formar un equipo compacto, competitivo y ambicioso que ha alcanzado su madurez en esta Copa del Mundo, donde ha ganado con solvencia, aunque por la mínima, a Honduras y Suiza, y ha caído también por la mínima ante la campeona de Europa, España, y jugándole una hora con un hombre menos.
Para medirse a los brasileños, Biesla no podrá contar con Waldo Ponce y Gary Medel, dos piezas fundamentales en la defensa que cumplen ciclo de amonestaciones. Este contratiempo le obligará a alinear al veterano Pablo Contreras como pareja de Gonzalo Jara en el eje de la zaga y a retrasar de nuevo la posición de Mauricio Isla hasta el lateral derecho.
El centrocampista Marco Estrada, expulsado contra España, también es baja, pero su ausencia será menos traumática, porque Chile recupera a Carlos Carmona, su pivote defensivo titular, y también a Matías Fernández, que podría volver a la mediapunta.
La principal duda de Marcelo Bielsa es si dar por fin la titularidad a Humberto Suazo, que no ha recuperado su nivel de forma desde que sufriera un desgarro en el isquiotibial izquierdo hace ya casi cuatro semanas. Si finalmente apuesta por el ‘Chupete’ como el ‘9’ que acompañe a Jean Beasejour y Alexis Sánchez en punta, Jorge Valdivia podría empezar el partido desde el banquillo.
Brasil, una vez más, no se lo pondrá fácil. Este lunes, en el estadio Ellis Park, de Johannesburgo, tendrá los refuerzos de Kaká, Robinho y Elano, los socios en ataque del ‘matador’ Luis Fabiano.
Carlos Dunga tiene la preocupación de encontrar en Josué o Ramires la carta para suplir la baja por lesión de centrocampista de marca Felipe Melo, afectado por una torcedura del tobillo izquierdo ante Portugal.
Pero también el alivio de tener de vuelta a Kaká, que el 15 de junio pasado sufrió durante el choque contra Costa de Marfil la tercera expulsión de su carrera; a Robinho, para quien fue diagnosticado un descanso preventivo en el último compromiso; y de Elano, recuperado del golpe en el tobillo derecho que le impidió jugar contra Portugal.
Precisamente Dunga fue el capitán de la ‘seleçao’ hace doce años, cuando Brasil goleó a la ‘Roja’ en el Parque de los Príncipes y le apeó de su último Mundial. Mañana lo vivirá dirigiendo a la ‘canarinha’ desde el banquillo.
