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Guillermo Larraín: «Era difícil para la SVS cuestionar si el modelo de negocios de La Polar era brillante o un fraude»


El rol de los directores en La Polar ha sido una de las aristas más polémicas de todo este caso. No sólo porque entre los que figuraban en la mesa de la multitienda habían connotados ejecutivos, empresarios e -incluso- ex ministros, sino porque tras la resolución de la SVS el viernes pasado, a muchos les quedó la sensación que las multas fueron bajas. Punto que el ex regulador, Guillermo Larraín, no comparte.

En una columna de La Segunda, dijo: «directores de prestigio, nada de holgazanes, que creyeron en la administración de La Polar», pero queda la percepción de que estos directores no hicieron su trabajo… Yo creo que sí lo hicieron. Conozco a muchos de ellos y en principio tengo una muy buena opinión personal de varios. La pregunta que yo me hago es cómo alguien que tiene una buena reputación, tiene este problema. Su falla fue no haber identificado bien los conflictos de la administración y no haber entendido bien lo que pasaba en el mercado, como las provisiones, la competencia, etc. No supieron leer los conflictos de interés de los ejecutivos. Hubo una falta de supervisión que les podría haber dado el beneficio de la duda. El segundo problema es de quienes conforman el directorio, como las AFP. Ellos no leyeron bien cuál era el negocio de la compañía, cosa que era bien básica … La Polar, al final del día, era un banco, una institución financiera disfrazada de retail. En ese contexto, era bastante evidente que La Polar requiere de directores que sean expertos en banca. Y eso no lo tuvo nunca.

¿Los directores también son víctimas de La Polar?  -Son víctimas en el sentido de que fueron sujetos de un engaño. No creo que haya habido complicidad por parte de los directores, pero a diferencia de un accionista minoritario, o de algún afiliado a una AFP (que sufrió por la pérdida) ellos fueron víctimas que tenían responsabilidad.

¿Se debieran inhabilitar estos directores a futuro?  – No. Es difícil decirlo, pues esto le pudo pasar a cualquiera. Ahora, si efectivamente se demuestra el dolo, la cosa cambia.

¿Cambiarán los requisitos mínimos que se requieren para ser director, particularmente en el caso de las AFP?  – Las AFP han estado mejorando la forma en cómo seleccionan los directores que las representan en las empresas en que participan, sin embargo, creo que se tienen que implementar políticas de rotación de directores. Creo que a la hora de elegir un director, las AFP van a tener que ser más rigurosas.

En definitiva, no creo que exista una regla general, creo que hay grados de responsabilidad y, por lo mismo, las sanciones son distintas entre los directores. Acá hay que sacar lecciones persona a persona y no como clase.

Después de ver el fallo uno se queda con la sensación de que hay más víctimas que victimarios. Incluso el actual presidente de La Polar ha dicho que la firma es víctima, en el sentido de que la gente no ha pagado… Ese es un tema bien complicado de discutir de forma pública. Acá hay gente -de acuerdo a lo que dice La Polar- que se llevó el producto y no realizó el pago. Eso está en las dos sesiones de directorio disponibles en internet. La política de cobranza de la compañía era muy mala. Más que víctimas del sistema, yo diría que fueron víctimas de sus propias políticas.

DEMANDAS CIVILES ¿Cree que este caso se ha politizado dejando de lado la discusión técnica?  Cuando afectas a un millón de personas directamente es imposible que no se politice. El mercado de capitales tiene muchas virtudes, tiene muchas potencialidades, pero tiene sus costos y uno de ellos es que cuando las empresas alcanzan algún grado de riesgo sistémico o de masificación de la propiedad, los protagonistas están expuestos a este tipo de escrutinios. La politización del caso La Polar es parte de las reglas del juego.

¿Le parece lícito que las corredoras y clasificadoras inicien acciones contra la compañía?  Totalmente, ojalá que lo hagan. En cierta forma es injusto que se pretenda que todo el rol de investigación y de sanción lo hagan los órganos del Estado. La superintendencia hizo un trabajo muy serio en general y lo que hace es que fija un cierto mínimo a partir del cual ahora se deben establecer las demandas civiles, las cuales son muy necesarias que ocurran. Acá hay gente que sufrió una lesión en su patrimonio y eso tiene que encontrar su cauce dentro nuestro ordenamiento jurídico.

¿No hay aprovechamiento de pasar de ser acusado a víctima?  Eventualmente también son víctimas, con responsabilidades, por eso tienen sanción; pero si se sienten víctimas y puede probarlo… el caso de Pwc, hay cosas que son negligencias, por ejemplo no haber revisado todas las sesiones de directorio del 2010 es una falla y merece una sanción. Pero puede haber efectivamente engaño; si alguien siente que es así, debe ejercer su derecho a defensa.

¿Respecto de las multas, cree que son altas?  Creo que son medianamente altas. Para los ejecutivos podrían haber sido más. Me imagino que todos los activos de estas personas deben estar sujetos un grado de congelamiento, si es que la SVS pone una sanción más alta, deja menos plata para las sanciones civiles. Eso también es una consideración que hay que tener en cuenta.

Buchi entregó más importancia al trabajo de los fiscalizadores por sobre los directores…  Creo que eso es una posición ideológica. Tal como está concebida la regulación financiera y mundial, primero hay una mesa con su directorio y después se van constituyendo capas. La primera es de los auditores, luego están las clasificadoras de riesgo. Las reglas de cómo se hacen estas cosas la visa la SVS, pero lo hace en términos genéricos. La SVS no puede cuestionar los modelos de negocio. Ése es un trabajo del clasificador y de los inversionistas. Lo que tiene que hacer el Estado es fijar reglas y verificar que se cumplan esas reglas.

¿Cómo la SVS verifica fidedignamente la información si al final lo que revisa es lo que entrega la propia compañía?  Para la SVS era muy difícil darse cuenta de esto. La única forma era que alguien lo hubiera alertado o hubiera cuestionado el modelo de negocios de La Polar. Si alguien se hubiera dado cuenta que era inconsistente que en medio de una crisis, en vez de subir las provisiones, en la empresa bajaban. El directorio no vio que esto fuera extraño, los auditores dijeron que esto se hacía con información fidedigna, los clasificadores de riesgo igual. Para la SVS era difícil cuestionar si el modelo de negocios de La Polar era brillante o un fraude.

El actual presidente de La Polar dice que este fraude viene desde el año 2000. ¿Hace un mea culpa o cuestionamiento de su gestión en la SVS?  En materia de esto, no. Yo creo que lo que hace la SVS es trabajar con la información de los estados financieros. Repito, no es trabajo de la Superintendencia cuestionar el modelo de negocios. Lo que tiene que ver es que se cumpla las reglas del juego, pero los que tienen que hacer las clasificaciones de riesgo y estados financieras son las empresas privadas. Exigir que la SVS cuestione modelos de negocios es abrir una puerta muy peligrosa y que yo no cruzaría.

¿Está de acuerdo con que La Polar siga transado? Considerando que es una empresa que no tiene estados financieros actualizados y unas contingencias que no están dentro de esos resultados.  Todas las empresas tienen contingencias… Pero el accionista tiene derecho a salirse si quiere, si uno cierra la transacción de la empresa, lo está obligando a que se quede.

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