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Pasó el efecto paritarias y el consumo volvió a desacelerarse


El efecto paritarias ya pasó y el consumo volvió a sufrir una desaceleración en julio pasado. Según un relevamiento privado, las ventas de los productos de la canasta básica cerraron el mes con una suba de 1,4% en volumen tras el pico de 2,6% que se había registrado en junio, cuando la mayoría de los trabajadores empezaron a recibir los aumentos de sueldo que habían pactado los gremios.

Las proyecciones para lo que resta del año están en línea con lo sucedido en el último mes, y el pronóstico es que 2012 terminará con una suba promedio del 1,6 por ciento.

«En los primeros siete meses del año el consumo acumula una suba del 1,7 por ciento, es decir, prácticamente en línea con la proyección para todo 2012, que inicialmente habíamos calculado en 1,9 por ciento, y ahora la fuimos actualizando a 1,6 por ciento», explicó José Ignacio Amodei, director de CCR. A la hora de explicar está desaceleración, los analistas no dudan en hablar de una «situación bipolar» en materia de consumo.

«Entre los consumidores y los argentinos en general se perciben dos miradas bien enfrentadas. El optimismo de gran parte de la población convive con un 47 por ciento de la gente que cree que en 2013 se vivirá una nueva crisis», precisaron en CCR.

Como viene repitiéndose en el último tiempo, la desaceleración del consumo es acompañada por un cambio en los hábitos de compra y un éxodo de los clientes hacia las propuestas de cercanías. De hecho, entre enero y julio de este año los grandes ganadores fueron los supermercados mayoristas, que no venden directamente al público y cuyos principales clientes son los almacenes, negocios de barrio y autoservicios chinos.

Empresas como Maxiconsumo, Yaguar o Vital completaron los primeros siete meses del año con una suba promedio del 3% en sus ventas en unidades contra el 0,9% de las grandes cadenas minoristas como Carrefour, Disco, Walmart o Coto. «El crecimiento de los mayoristas además se está dando en un contexto en que las principales cadenas de supermercados se muestran muy activas en aperturas y promociones», advierten en CCR, deslizando así la posibilidad de que las grandes cadenas podrían haber perdido aún más terreno si no se hubieran mostrado tan agresivas en materia comercial.

POLARIZACIÓN

Otra de las tendencias ratificadas en lo que va de 2012 es que la demanda en el interior -que registró un alza del 2,4%- se muestra mucho más activa que en Buenos Aires (0,9 por ciento).

«En este caso, el dato más relevante es que dentro de un contexto muy polarizado del consumo, el interior, es decir, las pequeñas ciudades y pueblos, es el que lidera las ventas», señaló Amodei.

Por el momento, las señales cada vez más extendidas del freno del consumo no se tradujeron en un cambio en el mix de compras y durante este año las marcas líderes y premium continúan conservando el 70% de las ventas. En este sentido, en CCR precisan que, pese a lo que podría esperarse, no se produjo hasta ahora una migración de los clientes hacia marcas más económicas ni tampoco se percibe un incremento en las llamadas compras de stock (una tendencia que tradicionalmente crece en tiempos de alta inflación).

«Las marcas líderes siguen siendo las preferidas de los consumidores y lo único que se percibe es un crecimiento de las marcas propias de los supermercados, que en parte se explica por el buen trabajo que está haciendo la cadena Día», señaló Amodei.

LAS GOLOSINAS LIDERAN LAS SUBAS DE PRECIOS 
Uno de los factores que explican la desaceleración del consumo son los aumentos de precios. Y, en este campo, en CCR precisan que las subas no fueron iguales en todos los rubros.

En los últimos doce meses, los incrementos fueron liderados por el negocio de las golosinas, que en promedio registraron un aumento del 27,6 por ciento, seguidas por los alimentos congelados (26,4%) y los productos de almacén (25,5 por ciento).

En los tres rubros, la suba en doce meses estuvo por encima del promedio de la canasta básica, que se ubicó en 24 por ciento.

Los menores incrementos se registraron en las categorías de lácteos (que tuvieron un alza del 20,9%) y bebidas sin alcohol (21,6 por ciento). En este último caso, en CCR explican esta buena noticia (al menos para el bolsillo del consumidor) por la decisión de los grandes fabricantes de gaseosas de impulsar el lanzamiento de envases y presentaciones más grandes (como las botellas de tres litros) que contribuyeron a reducir el valor promedio de la categoría.

PREOCUPACIÓN

Los incrementos de precios además continúan siendo uno de las tres principales causas de preocupación para los consumidores argentinos sin distinción de sexo o nivel socioeconómico, según el relevamiento que realiza CCR.

Los otros dos puestos los ocupan la inseguridad -que encabeza la lista- y la corrupción, que es un ítem que no figuraba hasta el año pasado.

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